Los cigarrillos desaparecerán dentro de 10 o 15 años, según el CEO de la mayor tabaquera del mundo

Los cigarrillos podrían desaparecer dentro de 10 o 15 años. Es el plazo que el CEO de Philip Morris, André Calantzopoulos, ha vaticinado para un futuro más libre de humos.

"Un mundo en el que los cigarrillos queden obsoletos está al alcance de las manos", ha anunciado Calantzopoulos en un discurso en la Cumbre Concordia, que coincide con la Asamblea General de las Naciones Unidas y que reúne a líderes políticos y empresariales de todo el mundo para debatir sobre temas sociales y económicos de interés.

Hay que tener en cuenta que Philip Morris es la empresa fabricante de Marlboro, una de las marcas de cigarrillos más vendidas, por lo que sus palabras cobran enorme relevancia.

El CEO de esta tabaquera cree que en 10 o 15 años la venta de cigarrillos podría quedar totalmente eliminada en algunos países "con el marco regulatorio adecuado y el apoyo de la sociedad civil", aunque no ve factible la desaparición absoluta del tabaco.

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De hecho, André Calantzopoulos confía en que algunas de las alternativas al tabaco se empiecen a popularizar todavía más. Básicamente se refiere al cigarrillo electrónico, una opción algo menos dañina para la salud, ya que funciona sin combustión ni papel, y que puede servir como herramienta para dejar de fumar de forma más fácil.

Eso sí, el director ejecutivo de Philip Morris declaró que todavía siguen existiendo ciertas reticencias a la hora de apoyar este tipo de productos. "Las agendas políticas e ideológicas están manteniendo desinformadas a millones de personas", denunció, haciendo referencia a "algunas organizaciones de salud pública" que no confían en alternativas como la del cigarrillo electrónico.

Por ejemplo, en Estados Unidos la edad legal para comprar estos productos se aumentó de los 18 a los 21 años, y se prohibieron la mayoría de sabores que se utilizan para aderezarlos, porque resultaban muy populares entre los jóvenes y podían generar adicción.

Calantzopoulos confirmó que más de 11 millones de personas en todo el mundo se habían cambiado al cigarrillo electrónico. "Es un logro enorme para la salud pública", señaló en su discurso.

Sin embargo, también hizo hincapié en que este tipo de alternativas "no están exentas de riesgos", y que siempre es mucho mejor no empezar a fumar o abandonar el hábito de forma definitiva.

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Pese a ser optimista en cuanto a un futuro sin humos, el CEO de la empresa fabricante de Marlboro advirtió que este supuesto "no está garantizado", entre otras cuestiones porque se necesita un consenso entre la comunidad científica y un fuerte compromiso político para arrojar toda la información posible a las personas que estén interesadas en las alternativas menos dañinas a los cigarrillos.