Un circo familiar lleva atrapado más de dos meses en Reus por el confinamiento

• El confinamiento por el coronavirus ha relegado a los artistas de la industria del entretenimiento.
• Un circo familiar estaba de gira por España cuando se decretó el estado de alarma, y han tenido que pasar varios meses confinados en el circo.
• Tras el confinamiento empezaron a emitir en directo su número circense de forma gratuita y también han aprovechado sus dotes de costura —elaboran sus propios trajes— para fabricar mascarillas. 
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Louisa Raluy está suspendida cabeza abajo de una cuerda que cuelga del techo, retorciéndose y girando mientras sus compañeros de circo la animan a seguir adelante.

Pero no habrá ningún aplauso al final de la actuación de Raluy.

El coronavirus ha relegado a Raluy y a los demás artistas del Circo Raluy Legacy en España, dejándoles con la incertidumbre de cuándo volverán a actuar ante el público en directo.

El circo itinerante avanzaba por la región de Cataluña cuando el Gobierno español decretó el cierre el 14 de marzo. Llevan dos meses viviendo en un parque de Reus mientras reflexionan sobre su futuro en la industria.

"Hemos sufrido terremotos, inundaciones, la erupción de un volcán", explica Niedziela Raluy, artista del circo e hija de Louisa, a Business Insider Today. "Pero nunca pensamos que mientras estuviéramos de gira por España, en Cataluña, que es tan tranquila, pasaríamos por una de las situaciones más duras que hemos vivido".

"No tenemos ingresos, ya que estamos desamparados, por supuesto. Financieramente nos afecta, como a muchas otras personas", dice Louisa Raluy.

Son parte de los muchos artistas que se han visto forzados a abandonar el escenario. Más de 30.000 actuaciones en España se han cancelado hasta finales de mayo, y la industria perderá alrededor de 142. millones de dólares en todo el país, según una estimación realizada por expertos de la industria artística española.

El circo tomó la insólita decisión de retransmitir las actuaciones de forma gratuita en las redes sociales. Los espectáculos han hecho reír a miles de espectadores en tiempos turbulentos.

"Tenemos muchos seguidores que dicen: '¡Seguid adelante! Os echamos de menos. Añoramos el circo'", dice Kerry Raluy, hermana de Louisa, codirectora y copropietaria del circo. "Al menos les regalamos una tarde en el circo sin salir de sus casas".

"Actuamos con lágrimas, heridas, con dolor, con esguinces, todo", dice Niedziela Raluy. "Siempre tenemos eso en la cabeza, que el espectáculo debe continuar."

Los miembros del circo han encontrado otras maneras de aprovechar sus habilidades, también, empleando sus destrezas en el diseño de trajes para coser más de 300 máscaras para trabajadores de primera línea en un mercado cercano y otros vecinos.