Esta es la única ciudad que ha frustrado los planes del imperio inmobiliario de Blackstone de 326.000 millones de euros

Blackstone tiene una de las mayores carteras inmobiliarias del mundo, con 320.000 millones de dólares (unos 326.400 millones de euros, al cambio actual) invertidos en propiedades comerciales y residenciales en Estados Unidos, España y, en su momento, Suecia. 

Sin embargo, la oposición en Dinamarca ha frustrado los esfuerzos de la empresa de gestión de activos para convertirse en un actor importante allí. 

En The Guardian, la reportera Hettie O'Brien detalla cómo un grupo de inquilinos de Copenhague (capital danesa) ha impedido la expansión de Blackstone, con la ayuda de un ambiente político nacional que desconfía de los inversores internacionales.

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El camino de Blackstone para convertirse en un actor mundial en el sector inmobiliario residencial comenzó después de que invirtiera con fuerza en propiedades estadounidenses tras el desplome del mercado inmobiliario y bursátil de 2008. 

En un momento dado, según The Guardian, una filial de la empresa compraba viviendas por valor de 125 millones de dólares (127,5 millones de euros) cada semana.

El gigante puso entonces sus ojos en las propiedades residenciales en el extranjero, comprando, entre otros edificios, apartamentos en Madrid en 2013 y una participación de control en una empresa inmobiliaria sueca en 2016. En algún momento, Blackstone se asoció con un propietario danés, 360 North, recoge.

En Madrid y Estocolmo (capital sueca) han tenido lugar quejas de los inquilinos por los aumentos de los alquileres y la gestión disruptiva, aunque Blackstone declara a The Guardian que algunas se han debido a un "desequilibrio entre la oferta y la demanda".

En 2018, los inquilinos de Copenhague comenzaron a quejarse a los medios de comunicación nacionales sobre 360 North —que Blackstone finalmente ha adquirido— y sus tácticas, denominadas "ryste bygningen" (o "sacudir el edificio").

En 2021, Blackstone fue el 23º arrendador privado por el valor de los inmuebles en Copenhague, pero no está claro cuántas unidades controlaba —o sigue controlando— la empresa en total.

La participación de Blackstone en el mercado inmobiliario de Copenhague ha enfurecido a los habitantes de la ciudad por 2 razones, explica el medio británico.

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En primer lugar, se trata de una empresa internacional vista como una intrusa que está invadiendo. En segundo lugar, para expandirse en Dinamarca, Blackstone se ha asociado con Nils Jansson, un impopular empresario local al que se considera sinónimo de prácticas arriesgadas que contribuyeron a la crisis inmobiliaria de 2009.

En 2019, según The Guardian, el socio operativo de Blackstone arrancó la vidriera de un histórico edificio de apartamentos del centro de la ciudad, lo que desató las quejas del sindicato de inquilinos y de otros daneses. En un pueblo cercano, los residentes colgaron pancartas que decían "Blackstone go home" ("Blackstone vete a casa", o "vuélvete a tu país").

Las tensiones culminaron en julio de 2020, cuando el Parlamento danés aprobó una ley, conocida informalmente como "Blackstone indgreb", o la "Ley Blackstone", que impide a los nuevos propietarios subir los alquileres durante 5 años y les prohíbe ofrecer a los inquilinos dinero para que se vayan. 

"La ley Blackstone es uno de los pocos casos exitosos de un país que se opone a la transformación de las viviendas en un recurso para la industria financiera", escribe O'Brien en The Guardian.

En un correo electrónico a Business Insider, un representante de Blackstone califica el artículo del medio de "engañoso e inexacto".

"No podríamos estar más orgullosos de nuestro historial en materia de vivienda a nivel mundial. El impacto de los cientos de millones de dólares de inversión y nuestro enfoque en el bienestar de los inquilinos no podría ser más claro", responde el representante.

En los últimos 2 años en Estados Unidos, los principales inversores —incluyendo las entidades propiedad de Blackstone— se han hecho con viviendas y edificios de apartamentos para obtener beneficios por su alquiler. En el último trimestre de 2021, los inversores compraron casi el 20% de todas las viviendas vendidas en Estados Unidos. En todo el país, los legisladores locales y las asociaciones de propietarios han intentado hacer frente a los grandes inversores.