Piensa a largo plazo, toma tierra y vigila la pista de aterrizaje: así aconsejan los fondos de capital de riesgo europeos a sus fundadores ante la inminente recesión

Presentación R.I.P. Good Times 2008 de Sequoia Capital.
Presentación R.I.P. Good Times 2008 de Sequoia Capital.

Sequoia

  • La icónica presentación de Sequoia de 2008 "R.I.P Good Times" sigue siendo válida para algunos inversores.
  • Pero para algunos fundadores, la actual recesión económica puede no ser el momento de retirarse por completo.

Es bien conocida la presentación "R.I.P. Good Times" de Sequoia Capital de 2008.

En medio de la crisis financiera, los socios de la poderosa empresa expusieron los escenarios de los duros tiempos económicos que se avecinaban. 

La icónica presentación resurge cada vez que la economía se tambalea. En ella se detalla lo que salió mal en 2008 y, lo que es más importante, cómo las empresas de cartera de Sequoia pudieron mantenerse a flote durante la recesión. El consejo entonces era: reaccionar con rapidez, recortar costes, ser realistas con las valoraciones y tener un mínimo de un año de margen en el banco.

"Ese es el consejo genérico", comenta a Business Insider Arne Morteani, socio de Kiko Ventures, aunque añade que sigue siendo cierto. "Como la gente está tan programada con todo eso del RIP de los buenos tiempos, a veces se pierden los matices".

 

En algunos casos en los que el mercado subyacente de una empresa sigue siendo fuerte y se puede ganar a través de una apropiación de tierras, recortar los costes y la plantilla en realidad podría terminar haciendo más daño que bien, según Morteani.

"Si se reduce el consumo de efectivo, se pierde la oportunidad de hacerse con el terreno", afirma. Las empresas pueden aprovechar una recesión para "sanearse" cuando sus competidores tropiezan, añadió. En estos casos, Kiko no aconseja despidos

Esto contrasta fuertemente con el resto del sector, donde los despidos han sido frecuentes. Según Adam Niewinski, socio de OTB Venture, las empresas pueden reducir su plantilla y sus costes hasta un 30% y seguir creciendo.

"Nunca es fácil, nunca es agradable, pero a veces es realmente necesario para que la empresa sobreviva durante la recesión", señala.

Apoyar a las empresas de cartera durante una recesión es delicado: a los fundadores "no les entusiasma" que los inversores adopten un enfoque más práctico, pero pocos están abiertos a pedir consejo, añadió.

"Ese es el valor del consejo", asegura Niewinski. Este debe compartir las lecciones aprendidas y ser honesto con la empresa: tendrá dificultades para recaudar el año que viene, o al menos en su valoración objetiva, y debe trabajar para equilibrar el crecimiento y el consumo, insiste.

Se insta a las empresas a centrarse en su visión a largo plazo.

"El mundo está preparado para pensar más a largo plazo, más que en el hecho de que ahora nos encontramos en una situación difícil", afirma Ekaterina Almosque, socia de OpenOcean.

Almosque ayuda a las empresas de su cartera a entender la capacidad de recuperación, centrándose en objetivos de alto nivel. Magda Lukaszewicz, directora de Balderton, se hizo eco de esta idea, aunque las empresas tarden más en alcanzar dichos objetivos.

2023 está lleno de incógnitas

Se prevé que la situación empeore antes de mejorar. Queda por ver qué financiarán y qué no financiarán los inversores en 2023, añadió Michiel Kotting, de Northzone.

En marzo, Kotting advirtió a sus empresas que deberían tener 2 años de margen, idealmente 3. Esto se basa en el supuesto de que el negocio siga funcionando como entonces, lo que podría no ocurrir si la economía se resiente.

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"Puede que no sea así y, por lo tanto, su margen de maniobra percibido puede ser mucho más largo de lo que es en realidad, así que tenga cuidado con eso", insiste. 

Los inversores también están reevaluando los modelos de negocio: si no se trata de un negocio "financiable", tiene que alcanzar el punto de equilibrio, opina Kotting. Esto coincide con el giro generalizado del sector tecnológico hacia la rentabilidad frente al crecimiento. 

Cuanto mayor sea el recorrido de una empresa, más tiempo tendrá antes de salir al mercado a recaudar fondos de nuevo. Según Antoine Moyroud, socio de Lightspeed Ventures, algunas estaban considerando la posibilidad de realizar rondas internas de ampliación o puente para prolongar aún más el periodo, pero el capital ya se ha agotado. 

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"Ahora, en esas últimas fases, los fundadores se plantean salir al mercado a pesar de sus circunstancias, simplemente porque no tienen otra opción", afirma. "Incluso las grandes empresas de 2021 pasarán apuros y acabarán sufriendo un recorte de valoración si no están en la cima de su juego", añadió.

Aun así, el dinero fluirá hacia las empresas el año que viene. Esto se debe en parte a la bajada de los múltiplos —lo que significa que es un buen momento para ser inversor— y al final de los ciclos de despliegue, según los fondos de capital riesgo. Sin embargo, siguen necesitando obtener beneficios para sus propios inversores, denominados socios comanditarios. 

El "RIP Good Times" de Sequoia termina con una nota sombría: Get Real or Go Home (Sé realista o vete a casa). La nueva realidad de Europa es que tanto los inversores como las startups deben apretarse el cinturón.

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