¿Qué deben hacer los países de la UE para evitar la escasez de gas natural? La Agencia Internacional de la Energía da las claves

El temido frío ya llegó, a pesar de que el invierno no haya empezado oficialmente. La calefacción se enciende en los hogares (en los que tienen la suerte de disponer de ella) y la preocupación por la escasez de gas natural en los países de la UE se acentúa. 

La derivada energética de la invasión de Ucrania por parte de Rusia entra en una fase crucial, en la que se comprobará si las medidas tomadas por la Unión Europea para reducir al máximo la dependencia del gas ruso —a la vez que se garantiza su suministro— son suficientes. 

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La Agencia Internacional de la Energía (IEA ,por sus siglas en inglés) ha presentado un informe al respecto en el que se muestra optimista, siempre y cuando se tomen una serie de medidas. De lo contrario, advierte, la UE podrían enfrentarse a un déficit potencial de casi 30.000 millones de metros cúbicos de gas natural en 2023. 

Para evitarlo, destaca, se deben hacer esfuerzos más intensos para mejorar la eficiencia energética, desplegar energías renovables, instalar bombas de calor, promover el ahorro de energía y aumentar los suministros de gas.

Los avances de la UE en energía no son suficientes

El informe, que llevar por título Cómo evitar la escasez de gas en la Unión Europea en 2023, ha sido presentado este lunes, 12 de diciembre. 

En él, se destaca "el impresionante progreso que ya se ha logrado en 2022 para reducir la dependencia del suministro de gas ruso y llenar el almacenamiento de gas antes de este invierno". 

Sin embargo, advierten de que 2023 será una prueba aún más dura para Europa porque los suministros rusos podrían seguir cayendo, los suministros mundiales de gas natural licuado (GNL) serán escasos —especialmente si la demanda china de GNL se recupera— y las temperaturas inusualmente suaves observadas al comienzo del invierno europeo no durarán.

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Como resultado de las medidas adoptadas por los gobiernos y las empresas europeas a lo largo de 2022 en respuesta a la crisis energética, explican, así como a la destrucción de la demanda provocada por los enormes aumentos de precios, la cantidad de gas natural en las infraestructuras de almacenamiento de los países de la UE superó con creces la media de 5 años a comienzos de diciembre, proporcionando un importante amortiguador de cara al invierno. 

También la recuperación en la producción de energía nuclear e hidroeléctrica desde sus niveles mínimos de una década en 2022 debería ayudar, sostienen.

¿Qué medidas deben tomar los países de la UE para garantizar el suministro de gas?

Está claro que esta es una carrera de fondo. De hecho, aún ni se divisa la meta. Por ello, inciden desde la IEA, los esfuerzos han de seguir. 

Por ejemplo, para incentivar mejoras más rápidas en la eficiencia energética, el informe recomienda ampliar los programas existentes y aumentar las medidas de apoyo para la renovación de viviendas y la adopción de electrodomésticos e iluminación eficientes. 

También se aconseja utilizar tecnologías más inteligentes y fomentar el cambio de gas a electricidad en la industria.

Con el propósito de acelerar los permisos para las energías renovables, la propuesta consiste en agregar recursos administrativos y simplificar los procedimientos. También reclama más apoyo financiero para las bombas de calor y cambios en las leyes fiscales que penalizan la electrificación. 

Por añadidura, piden más y mejores campañas para lograr que los consumidores reduzcan su consumo de energía y detalla varios programas de una amplia gama de países que pueden servir como mejores prácticas.

En cuanto a la oferta, el informe señala que, si bien las opciones de los países de la UE para importar más gas natural son limitadas, hay varios que tienen capacidad de exportación sobrante, por lo que podrían aumentar las ventas capturando el gas que actualmente se quema. El informe también detalla las oportunidades para aumentar la producción de biogás de bajas emisiones.

Juntas, subrayan, "estas medidas ofrecen un camino para evitar picos de precios, cierres de fábricas, un mayor uso de carbón para la generación de energía y una feroz competencia internacional por los cargamentos de GNL, de manera que son consecuentes con los objetivos climáticos de la UE".

Dependencia del gas de Rusia

El informe ha sido presentado por el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una conferencia de prensa en Bruselas, previa a la reunión extraordinaria de ministros de Energía de la UE del 13 de diciembre y la reunión del Consejo Europeo del 15 de diciembre.

“Hemos logrado resistir el chantaje energético de Rusia. Con nuestro plan REPowerEU para reducir la demanda de gas ruso en 2 tercios antes de final de año, con una movilización de hasta 300.000 millones de euros de inversiones. El resultado de todo esto es que estamos seguros para este invierno”, aseguró von der Leyen. 

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“Así que ahora nos estamos enfocando en preparar 2023 y el próximo invierno. Para ello, Europa debe intensificar sus esfuerzos en varios campos, desde la proyección internacional hasta la compra conjunta de gas y el aumento y la aceleración de las energías renovables y la reducción de la demanda”.

“La Unión Europea ha logrado un progreso significativo en la reducción de la dependencia del suministro de gas natural ruso, pero aún no está fuera de la zona de peligro y es posible que muchas de las circunstancias que permitieron a los países de la UE llenar sus infraestructuras de almacenamiento antes de este invierno no se repitan en 2023”, advirtió Birol.