El coronavirus provoca coágulos sanguíneos que pueden persistir aunque la infección desaparezca

Personal sanitario del hospital temporal establecido en el recinto ferial de IFEMA, antes de su cierre.
Personal sanitario del hospital temporal establecido en el recinto ferial de IFEMA, antes de su cierre.
  • Los pacientes contagiados con COVID-19, la enfermedad del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, pueden sufrir coágulos de sangre que afecten al funcionamiento de órganos tan esenciales como el cerebro o el corazón.
  • Si no se detectan y no se tratan, podrían persistir incluso después de la infección y provocar una recaída en los síntomas o un desenlace fatal.
  • Algunos estudios recomiendan aumentar la vigilancia y prevención de una embolia por coágulos de sangre aunque no se hayan presentado pruebas aleatorias.
  • Descubre más historias en Business Insider España.
Cintillo especial Coronavirus

Los coágulos de sangre en pacientes contagiados con COVID-19, la enfermedad que provoca el coronavirus SARS-CoV-2, pueden provocar fallos en múltiples órganos, y persistir una vez superada la enfermedad manifestándose días o meses después de que los síntomas respiratorios hayan desaparecido.  

Varios estudios han evidenciado la presencia de trastornos en la coagulación de los pulmones, corazones, riñones y hasta lesiones cutáneas en los pies de algunos pacientes con coronavirus, lo que podría explicar por qué hay casos que van desde la infección asintomática hasta una neumonía grave

Esto se debe especialmente a la excesiva inflamación, hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre), inmovilización y coagulación intravascular difusa, según otro de los estudios publicados en Elsevier sobre las complicaciones trombóticas en pacientes críticos en la UCI.

"La infección inducida por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) puede asociarse con una coagulopatía [disminución de la capacidad de coagulación de la sangre]", explican Jean Marie Connors, Jerrold H. Levy, de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de Duke respectivamente, en sus hallazgos publicados en ASH publication

Leer más: Hay una idea errónea generalizada de cómo son los casos leves de COVID-19: así es como progresan los síntomas de un paciente típico con coronavirus

Además, otros estudios han revelado que también afecta al revestimiento de los vasos sanguíneos

"Entra en el endotelio [capa de células protectora], que es la línea de defensa de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, derriba su propia defensa y causa problemas de la microcirculación", explica Frank Ruschitzka, del Hospital Universitario de Zúrich.

Que, como consecuencia, reduce el flujo sanguíneo y podría provocar la detención de la circulación sanguínea. 

"Estamos viendo la coagulación en esta enfermedad como no la habíamos visto en el pasado", explica  Mitchell Levy, jefe de cuidados críticos pulmonares y medicina del sueño en la Escuela de Medicina Warren Albert de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island a Bloomberg.

"No tenía idea de que un coágulo de sangre pudiera doler tanto", cuenta un paciente a Business Insider

Pero, lejos de pasar desapercibidos, los coágulos de sangre pueden ser muy dolorosos y podrían provocar derrames cerebrales, ataques cardíacos —además de agudizar los problemas para respirar, la circulación y posibles daños al revestimiento de los vasos sanguíneos como se ha citado con anterioridad.

"Sentía como si una toxina estuviera en mi cuerpo", cuenta Michael Reagan, un paciente de 49 años en la UCI a Business Insider

Reagan sufrió una recaída con fiebre muy alta, dolores en el pecho y docenas de pequeños coágulos de sangre en los pulmones tras la extensión de la neumonía: "No tenía idea de que un coágulo de sangre pudiera doler tanto".

Leer más: Un paciente con coronavirus pensó que se estaba curando pero los médicos encontraron coágulos de sangre en sus pulmones, una nueva complicación potencialmente mortal

"Los pulmones son el órgano diana para COVID-19; los pacientes desarrollan una lesión pulmonar aguda que puede progresar a insuficiencia respiratoria, aunque también puede ocurrir un fallo multiorgánico", explican los autores del estudio publicado en ASH Publications.

Asimismo, la primera evidencia patológica de restos de coronavirus en pacientes supuestamente recuperados se ha encontrado en el tejido profundo de los pulmones de una mujer de 78 años que, tras haber sido de alta y dar 3 veces negativo en las pruebas de COVID-19, sufrió un accidente cardiovascular repentino. 

Y, aunque con limitadas evidencias científicas, también ha sido destacado en pacientes que sufrieron accidentes cerebrovasculares, según uno de los estudios publicados en Europe PubMed Central, un repositorio de acceso abierto de investigaciones biomédicas.

"La evidencia de complicaciones cerebrovasculares es limitada. Pero en el presente estudio 6 pacientes desarrollaron accidentes cerebrovasculares agudos durante la infección con COVID-19", recogen los investigadores.

Lo que coincide con los hallazgos de los primeros datos de autopsia de Northwell Health, donde alrededor del 40% de los pacientes con coronavirus que murieron después de salir del hospital parecían haber experimentado eventos de coagulación importantes, como un ataque cardíaco masivo o coágulos pulmonares

Los expertos sugieren una prueba de detección de coagulación, incluso si la afección no es evidente en los pacientes

Los presentes estudios arrojan luz sobre las posibles causas de fallecimiento por COVID-19; una de las grandes incógnitas sobre el coronavirus aún sin respuesta

Por ello, los investigadores sugieren una prueba de detección de coagulación, incluida la medición de los niveles de dímero D —que, en caso de ser elevado, indicaría la presencia de una concentración anormalmente elevada de coágulos de sangre— y fibrinógeno, proteína soluble del plasma sanguíneo responsable de la formación de estos.

Leer más: Un fármaco fallido contra el Ébola es ahora el favorito en la carrera por conseguir un tratamiento efectivo contra el coronavirus: todo lo que debes saber sobre el remdesivir

Así como tratar a los pacientes como con cualquier otro caso crítico:

"Siguiendo la práctica establecida de usar la profilaxis tromboembólica [prevención de una embolia por coágulos de sangre] para pacientes hospitalizados en estado crítico, aunque no haya pruebas aleatorias, y medidas de atención de apoyo estándar para aquellos con coagulopatía", insisten los investigadores del estudio publicado en Elsevier.

No obstante, el uso de altas dosis de anticoagulación no está recomendada según los datos obtenidos de las recientes investigaciones —a no ser que esté clínicamente indicado. 

"Si tienes una gran experiencia en este campo, puedes hacer suposiciones razonables, extrapolaciones y observaciones a partir de datos indirectos", ha explicado el Dr. Alex Spyropoulos, experto en coagulación sanguínea en Northwell Health en Nueva York, a Business Insider

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.