Comín no está solo: las otras veces que un móvil delató a un político

Alejandro Carantoña
Toni Comín (izquierda), ex consejero de Sanidad, en una rueda de prensa en 2016.
Toni Comín (izquierda), ex consejero de Sanidad, en una rueda de prensa en 2016.
  • La multiplicación de cámaras y el uso de teléfonos móviles ha provocado algunos descuidos notables de políticos en años recientes.
  • Igual que le ha ocurrido al ex consejero Toni Comín, ya se han desvelado estrategias políticas y se han cazado acciones inapropiadas.
  • En 2011 se hicieron obras en el Congreso para limitar la posibilidad de captar imágenes indeseadas.

Ayer, Toni Comín esperaba a Carles Puigdemont en un acto en Lovaina, pero el líder independentista no iba a ir. Comín lo sabía: el ex consejero del gobierno de la Generalitat estaba intercambiando mensajes con Puigdemont por Signal. Unos cámaras de Telecinco captaron toda la escena y obtuvieron, así, algunas de las frases más esperadas y demoledoras del último episodio del procès: "Esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado."

Comín ha anunciado acciones legales contra la prensa por estas imágenes, aunque por los precedentes parece difícil que prosperen: desde que los móviles y tabletas están a la orden del día, es su responsabilidad tener cuidado de que no se les pueda captar, y se ha convertido casi en costumbre que se despisten cada cierto tiempo.

Tanto es así que históricamente, en el Congreso de los Diputados, ha habido quejas de la bancada socialista, que está situada a la izquierda del hemiciclo: sus señorías están sentadas inmediatamente debajo de la tribuna de prensa, por lo que todo lo que hagan puede ser visto desde arriba.

Además, con la excusa de que había cada vez más fotógrafos en la Cámara, hace siete años el Congreso cambió las tribunas de los reporteros gráficos y los "encajonó", limitando notablemente sus movimientos y capacidad de captar imágenes jugosas o de ver lo que ocurría en manos de sus señorías.

Pero no sirvió de mucho: desde entonces, se han dado pilladas notables entre nuestros políticos. Estas son algunas de las mejores.

Celia Villalobos, un solemne Candy Crush

Un debate sobre el estado de la Nación puede ser un trago largo y duro: los partidos políticos "debaten" en el Congreso sobre cómo está el país y, en general, se lanzan acusaciones y reproches de lado a lado, pero no es habitual que dejen grandes titulares.

El último, debido a los vaivenes políticos que estaban a punto de sucederse, tuvo lugar en febrero de 2015, cuando Celia Villalobos (Partido Popular) era vicepresidenta primera del Congreso. Tanto se aburría Villalobos durante la sesión que decidió matar el rato con unas partidas al célebre Candy Crush, con tan mala fortuna que lo hizo con su iPad apoyado horizontalmente sobre la mesa, dejándolo perfectamente visible a los periodistas que seguían la sesión. El vídeo ya es historia política de España.

Pablo Iglesias y la libreta abierta

Corría el año 2016 y España caminaba sin remedio hacia la repetición de elecciones generales. Pero antes, en marzo, el país estaba en vilo por si el PSOE, liderado por Pedro Sánchez, lograba llegar a un acuerdo con Podemos, capitaneado por Pablo Iglesias. La mitad de las incógnitas se desvelaron de golpe, porque Iglesias se dejó abierta una libreta con su estrategia política.

Pablo Iglesias visita una sede de Barcelona en Comú.
Pablo Iglesias visita una sede de Barcelona en Comú.

Allí estaban detalladas las cesiones que estaba dispuesto a hacer, lo que le pedían los socialistas... Todo por dejarse su famoso cuaderno abierto.

Claro que peor fue cuando, unos meses más tarde, se dejó olvidada una libreta con todas sus notas sobre la reunión con Mariano Rajoy que iba a mantener en la emisora de radio conservadora COPE. No tardaron en salir a la luz.

Patxi López, o la resolución del conflicto vasco con The Croods

En el año 2013 a ETA ya se la daba por desactivada, pero aún quedaban rescoldos suficientes para la inquietud. En el parlamento vasco se debatió el asunto con profusión, en busca de una solución al conflicto que pusiese punto y final, de una vez por todas, a los años sangrientos.

Tuvo tan mala suerte Patxi López, diputado en el parlamento y presente en aquel pleno, de que un fotógrafo lo cazase con su tableta intentando instalar The Croods en el dispositivo. Y peor porque el juego no funciona en iOS.

 

Fátima Báñez, récord de prima de riesgo o de Bubble Shooter 

Junio de 2012, España se encuentra al borde del apocalipsis financiero. La prima de riesgo copaba las portadas día sí y día también, y todo el país se encontraba en vilo por si el Eurogrupo intervenía (los famosos hombres de negro) o el Gobierno del PP, recién llegado a la Moncloa con una arrolladora mayoría absoluta lograba una solución intermedia.

Un fin de semana, por fin, Mariano Rajoy cerró las negociaciones con el Eurogrupo y compareció de urgencia ante los medios, para intentar calmar los ánimos bursátiles ante la semana que empezaba: España acababa de acordar un préstamo de 100.000 millones de euros.

Todo el país estaba pendiente del televisor. ¿Todo? No. A la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, se le escapó un inoportuno tuit automático desde el juego Bubble Shooter, consistente en reventar pompas de colores. El juego informaba de que acababa de batir su propio récord. Pero ella, dijo su equipo, no estaba jugando: alguien había accedido a su cuenta. Así nacía otro de los recursos favoritos y más manidos: el del hackeo.

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