La Comisión Europea planea abrir una investigación antimonopolio contra Facebook

Facebook es la red social más utilizada ahora mismo, y, por si fuera poco, WhatsApp e Instagram también son de su propiedad, lo que hace que la empresa tenga un importante músculo y una posición dominante en el mercado de las redes sociales. 

Sin embargo, la compañía será investigada por parte de la Comisión Europea debido a supuestas prácticas anticompetitivas, ya que se podría haber valido de esta posición dominante para perjudicar a las empresas competidoras.

Según recoge Financial Times, la Unión Europea ya habría enviado algunas preguntas a la compañía preguntando cuestiones relevantes sobre el caso, como por ejemplo si están distorsionando el negocio de la publicidad segmentada para promover el uso de su plataforma de compravente, MarketPlace.

La compañía lanzó este servicio en 2016, y desde entonces, sirve como un punto de encuentro para comprar y vender cosas al que se puede acceder desde la propia plataforma y que mucha gente utiliza de forma diaria.

Hasta ahora, Facebook había sido el único gigante tecnológico que se había librado de ser investigado formalmente en Europa, pero ahora, el anuncio de la investigación no debería hacerse esperar. Ni Facebook ni la Comisión Europea se han pronunciado al respecto.

No es la primera ocasión en la que la compañía de Mark Zuckerberg se ha visto envuelta en esta polémica, ya que la Cámara de Representantes de Estados Unidos también considera culpable a la red social de tratar de monopolizar el mercado comprando o copiando a sus competidores. Una práctica que va radicalmente en contra de la libre competencia. Algo que no solo se reduce a las redes sociales, ya que la Autoridad de la Competencia de Reino Unido también observó este comportamiento monopolístico con la compra de Giphy.

De forma separada, esta misma Autoridad de Competencia y Mercados, está investigando también si utiliza los datos que recopila para perjudicar a sus rivales en el negocio de la publicidad en línea. 

Estas actuaciones por parte de Europa llegan en un momento en el que se está poniendo la atención sobre las empresas tecnológicas y sus prácticas contra la competencia. Algo que ya está pasando factura a algunos fabricantes como Apple.