Adiós a la gasolina y al diésel en 2035: la Comisión Europea prohibirá la venta de coches de combustión interna
- La Comisión Europea ha puesto fin a los vehículos que funcionan con gasolina, diésel, gas o de forma híbrida.
- Pide a los Estados miembros que establezcan puntos de carga para vehículos eléctricos cada 60 kilómetros en las principales carreteras.
- Propone la creación de un fondo con 144.400 millones de euros para realizar la transición energética.
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La Comisión Europea (CE) ha aprobado hoy la adopción de una serie de medidas para luchar contra el cambio climático que fijan el adiós definitivo a los vehículos que funcionan con combustión interna.
2035 será el año en que se dejen de vender coches con motores que funcionen con gasolina, diésel, gas o de forma híbrida.
La batería de restricciones de la CE pretende hacer "que las políticas de clima, energía, uso del suelo, transporte e impuestos de la UE sean adecuadas para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990", señala la institución en un comunicado.
La intención es que Europa se convierta "en el primer continente climáticamente neutro del mundo en 2050 y haga realidad el Pacto Verde Europeo". Y, para ello, la Comisión Europea ha presentado las herramientas legislativas necesarias para hacer cumplir los objetivos acordados en la Ley climática europea.
Estas conllevan que, para 2035, todos los nuevos vehículos registrados tendrán una movilidad de "cero emisiones", al exigir que las emisiones se reduzcan un 55% a partir de 2030 y al 100% en 2035, comparado con los niveles de 2021.
Las regulaciones que adopta ahora la CE también afectan a los combustibles utilizados por vía aérea y marítima.
El Reglamento de infraestructura de combustibles alternativos exige que las aeronaves y los barcos tengan acceso a un suministro de electricidad limpia en los principales puertos y aeropuertos, explica la CE en el comunicado, en el que añade que obligará a combinar niveles cada vez mayores de combustibles sostenibles para barcos y aviones.
Medidas transversales contra el cambio climático
Las medidas de la CE también incluyen la responsabilidad de los países de eliminar el carbono de la atmósfera.
El Reglamento sobre uso de la tierra, silvicultura y agricultura establece un objetivo general de eliminación de carbono por sumideros naturales por 310 millones de toneladas de emisiones de CO2 en 2030, entre otras acciones transversales que van más allá del sector del automóvil.
"La economía de combustibles fósiles ha llegado a sus límites. Queremos dejar a la próxima generación un planeta saludable, así como buenos empleos y un crecimiento que no dañe nuestra naturaleza. El Pacto Verde Europeo es nuestra estrategia de crecimiento que avanza hacia una economía descarbonizada", ha apuntado al respecto la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
La eficiencia energética es otro de los puntales del nuevo marco normativo. La Directiva sobre energías renovables marca una producción del 40% de la energía a partir de fuentes renovables para 2030.
Esta transición energética no será barata, por lo que la CE propone un nuevo Fondo Social para el Clima para proporcionar financiación específica a los Estados miembros y para ayudar a los ciudadanos a financiar inversiones en eficiencia energética.
Este fondo se financiaría con cargo al presupuesto de la UE, "utilizando una cantidad equivalente al 25% de los ingresos previstos del comercio de emisiones de combustibles para la construcción y el transporte por carretera", añade la CE, que proporcionará 72.200 millones de euros de financiación a los Estados miembros para el período comprendido entre 2025 y 2032.
"Con una propuesta para aprovechar la financiación complementaria de los Estados miembros, el Fondo movilizaría 144.400 millones de euros para una transición socialmente justa", señala.
La CE recuerda que el 30% de los fondos europeos Next Generation, que servirán para la recuperación económica europea tras el coronavirus, están dedicados a apoyar las acciones a favor del medioambiente. Es decir, 723.800 millones de euros que servirán para realizar la transición ecológica.
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