Cómo afectaría a España un Brexit sin acuerdo: visados para trabajar y nuevos aranceles

Pavel Ramírez
Manifestantes pidiendo una votación sobre la negociación del Brexit, el pasado junio
  • Theresa May y su gabinete acordaron el pasado viernes negociar con la UE una permanencia en el mercado común europeo.
  • El ministro para el Brexit, el euroescéptico David Davis, ha dimitido tres días después, ahondando en la división en el gobierno británico.
  • Aunque remota, la posibilidad de un Brexit sin acuerdo supondría pérdidas económicas, aranceles para el comercio y visados de trabajo.

Las tensiones entre los negociadores de Reino Unido y los de la UE han crecido en las últimas semanas, hasta el punto de que un Brexit sin acuerdo es una posibilidad que manejan unos y otros. Algo que sería catastrófico, especialmente para Reino Unido, pero también para el resto de países que mantienen relaciones comerciales con el país británico.

Entre los términos que se están negociando hay varios puntos conflictivos, en especial en lo referente a qué sucederá con la libre circulación de ciudadanos europeos en suelo británico (y viceversa), así como la definición de una frontera física con Irlanda.

Pero, sin duda, la clave reside en la permanencia o no de Reino Unido dentro del mercado común de bienes de la UE, una relación que la primera ministra británica, Theresa May, ya ha propuesto mantener y que la UE no está dispuesta a conceder, según desvelabaBusiness Insider Estados Unidos la semana pasada.

En cualquier caso, mientras se debaten los puntos concretos del posible acuerdo, el gobierno británico está fracturado entre quienes desean un Brexit consensuado, con acuerdo con la UE, y quienes apuestan por un Brexit completo y unilateral para abandonar el espacio comunitario.

De hecho, este mismo lunes el euroescéptico David Davis, ministro para el Brexit,ha dimitido tras el consenso alcanzado por May y su gabinete para negociar un acuerdo con la UE. Sin embargo, aún no está claro que la UE vaya a ceder y la marcha del principal negociador británico ─y de dos de sus secretarios de Estado─ refuerza la teoría de un Brexit sin acuerdo con un gobierno muy dividido.

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Este segundo supuesto, el de un Brexit duro, "sería muy malo para la economía española, aunque más para la británica, porque la dependencia de Reino Unido de la Unión Europea es mayor que la de los europeos respecto a Reino Unido", según Federico Steinberg, investigador principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano y coautor del informe España ante el Brexit.

Aranceles y reducción comercial

"España tiene muchas relaciones estrechas con Reino Unido y, por lo tanto, si no hay acuerdo, las relaciones comerciales se regirían por lo acordado por la OMC: España pasaría a tener una relación con Reino Unido como la que puede tener con Uruguay o con Tailandia. Y eso conlleva aranceles, en virtud de los cuales habría una reducción del comercio", explica Steinberg.

"Seguramente, un Brexit sin acuerdo podría generar una caída de la libra esterlina y una recesión en Reino Unido. A las empresas españolas que están allí les afectaría negativamente y, por el tipo de cambio, también afectaría negativamente a las empresas británicas que estén aquí. Luego habría que ver qué tipo de relación se podría constituir a partir de ahí", sostiene.

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“Sin haber hecho un análisis sectorial, lo primero que se me ocurre es el turismo. Habría que mirar la balanza de pagos para determinar aquellos sectores que más sufrirían”. En este sentido, el volumen total de importaciones de España procedentes de Reino Unido se situó en 2017 en 11.123 millones de euros, con el sector de la automoción a la cabeza, con 1.929 millones de euros, según Trademap.

En segundo lugar, la maquinaria  y partes mecánicas de vehículos ─tales como motores o turbos─ supusieron 1.279 millones de euros en 2017, mientras que los combustibles ─especialmente el petróleo─ representaron 1.199 millones de euros. Unas cifras que podrían verse seriamente mermadas si se aplicasen aranceles.

El mercado común de bienes es la clave

"España y Reino Unido ahora mismo no tienen aranceles porque pertenecen a la misma unión aduanera que es la Unión Europea. En el momento en el que sales de ella, se te aplican los aranceles que establece la OMC. Pero es muy poco probable que esto suceda: hay ciertos temas como servicios, circulación de personas, etc., que están sobre la mesa, pero sería tan malo para todo el mundo que se impusieran aranceles que se intentará evitar", opina Steinberg.

Sin embargo, las negociaciones no parecen prosperar y, de hecho, la Unión Europea ha rechazado la propuesta de May de permanecer en el mercado común de bienes. Algo que Steinberg considera normal: "Es una negociación. Pero a Reino Unido nadie le ha dicho que tenga que dejar el mercado interior: se puede comportar como Noruega o como Islandia [países que no pertenecen a la UE, pero que se benefician de una mutua exención arancelaria por estar en el mercado común]".

"Y eso es lo que quiere la Unión Europea. Entonces, la posición negociadora es 'o eso, o nada'. Esa ha sido la estrategia negociadora desde el principio. Ahora los británicos están alterados: el otro día empezaron a advertir sobre un posible no acuerdo para el Brexit... Pero en la parte del comercio de bienes, creo que se va a alcanzar un acuerdo", reitera.

Visas de trabajo y fin de la cooperación internacional

Pero si no se lograse este acuerdo, un Brexit duro implicaría cambios sustanciales en las relaciones de España con Reino Unido, más allá del comercio. "El mercado laboral seguiría exactamente igual que ahora, no cambiaría nada. Las leyes del mercado laboral no tienen nada que ver con la Unión Europea, cada país lo regula como quiere. Otra cosa es la libre circulación de personas. Se acabaría inmediatamente", explica Steinberg.

Algo que también sucedería con los acuerdos de colaboración entre países, tanto laborales como educacionales ─becas internacionales, Erasmus, etc.─: "Todo lo que existe en Reino Unido por el mero hecho de ser parte de la Unión Europea, desaparecería. Y habría que empezar a renegociar desde cero otra vez, que es lo que se está intentando evitar ahora. Es como si Reino Unido pasase a ser Uruguay. España y Uruguay tienen algunos convenios educativos, pero el intercambio no es tan fácil como el Erasmus, por ejemplo".

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"Todo ese tipo de movilidad de personas se acabaría. Y en el turismo, por ejemplo, cabría la posibilidad de que se requiriese visado para que viniesen aquí o para ir allí... Tampoco creo que a España le conviniese hacer eso, ni a Reino Unido, pero para trabajar seguro que será necesario", sostiene.

En este marco de negociaciones, Steinberg señala que, llegado el caso, "no se puede llegar a ningún acuerdo que satisfaga a los partidarios del Brexit duro: si satisfaces a los partidarios del Brexit duro, estás dejando de satisfacer a toda la Unión Europea y los partidarios del Brexit blando".

Así, un acuerdo de mínimos se antoja imposible con los partidarios del Brexit duro: "Su posición es totalmente maximalista: lo que ellos quieren es controlar la inmigración y evitar pagar la deuda, algo que en ningún caso la Unión Europea puede conceder. Si sucediese, mañana se irían Países Bajos, Dinamarca... Sería una locura".

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