24 consejos para ahorrar agua cuando hay sequía

Riego de una minúscula planta en un terreno seco.

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  • La escasez prolongada de lluvias está llevando a España a una situación crítica: estos son algunos consejos para ahorrar agua en época de sequía.
  • Trucos para reducir el gasto de agua en la cocina, en el lavabo, en el jardín y en los quehaceres diarios generales.

Del agua en España se ha hablado mucho. "Hace falta que llueva", se repetía cuando las precipitaciones escaseaban. Y era verdad que se necesitaba, pero no tanto como ahora, cuando amenaza con convertirse en un gravísimo problema con multitud de afecciones. Por ello, es buen momento aprender a ahorrar agua cuando hay sequía.

Son las administraciones, y su gestión del agua, las que deben velar por el bienestar de los ciudadanos. Y las que, en muchos casos, no lo han hecho. Las personas, en su responsabilidad individual, también pueden poner de su parte. 

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica dan una serie de consejos para ahorrar agua. No son trucos específicos para épocas de sequía, pero es ahora cuando cobran especial importancia, habida cuenta de que, en condiciones normales, no se les ha hecho mucho caso.

Consejos generales

Descubre fugas: la prueba del contador

Anota la cifra que marca el contador de agua antes de acostarte y vuelve a leerlo a la mañana siguiente antes de que se realice algún consumo. Si la cifra del contador ha cambiado, es posible que tengas alguna fuga de agua.

Descubre fugas: controla la cisterna del WC

A veces, las pérdidas de agua del inodoro no resultan apreciables a la vista. Si se tiñe el agua de la cisterna con algún tinte inofensivo, descubrirás más fácilmente si se produce una fuga.

Cierra o repara el grifo que gotea

El goteo aparentemente inocuo de un grifo puede suponer, a la larga, pérdidas de agua muy significativas. Un grifo que gotea pierde alrededor de 30 litros de agua cada día

Si vas a ausentarte de tu vivienda durante unos días y no tienes instalado ningún sistema de riego automático, es mejor cerrar la llave de paso del agua, así se evitan pérdidas de agua por pequeñas fugas o inundaciones por roturas imprevistas.

Consejos para ahorrar agua en la cocina

Lavando a mano también se puede ahorrar 

Si utilizas un pequeño barreño de agua para enjabonar la vajilla y otro para el aclarado (o los propios senos del fregadero, con el tapón puesto), el consumo de agua se reduce sustancialmente.

Si vas a comprar una lavadora, elige un modelo de bajo consumo

Para una capacidad de carga de 7 Kg de ropa, las lavadoras que se ofrecen actualmente en el mercado consumen desde 42 a 62 litros de agua, mientras que para una capacidad de carga de 5 Kg, el consumo declarado varía entre 39 y 52 litros. 

Considerando las mejoras de eficiencia, los modelos de lavadora de bajo consumo serían los que utilizan hasta 44 litros por lavado (para 5 Kg de capacidad de carga). O un máximo de 47 litros si tienen 7 kilos de capacidad de carga.

Si vas a comprar un lavavajillas, elige un modelo de bajo consumo

Los modelos con capacidad para 12-13 servicios que se encuentran en el mercado actualmente tienen consumos de agua que van desde 6,5 hasta 18 litros por lavado. Dadas las mejoras en eficiencia, se puede considerar que un lavavajillas nuevo consume poca agua si su gasto por lavado es inferior a 10 litros.

Selecciona programas de lavado eficientes

Algunos programas de lavado consumen apenas la mitad de agua que otros. Consulta el manual de instrucciones y mira los consumos de agua y energía de cada programa. En los lavavajillas, el programa denominado “rápido” suele proporcionar ahorros de agua muy sustanciales, ya que elimina algunas fases de prelavado y enjuague.

Detergentes: mejor sin fosfatos

Los fosfatos que contienen los detergentes contribuyen a la proliferación de algas en ríos y embalses, privando de oxígeno a la fauna acuática. En el mercado hay detergentes para la colada y jabones para la vajilla libres de fosfatos.

No tires el aceite usado por el fregadero

Esto hay que hacerlo con sequía y sin ella. Siempre. No tires el aceite usado por el fregadero, guárdalo en un pequeño bidón. Cuando se llene, puedes utilizarlo para hacer jabón o llevarlo al punto limpio. 

Si te gusta el agua fría, ponla en la nevera 

Para tener el agua fresquita, no dejes correr el grifo: mete una botella con agua en la nevera.

Consejos para ahorrar agua durante la sequía en el baño

Elige la ducha en vez del baño

Una ducha consume, por término medio, una cuarta parte del agua que requiere un baño: para llenar la bañera hacen falta unos 200 litros de agua, mientras que una ducha de 5 minutos consume unos 50.

Instala en la ducha un rociador eficiente

Los rociadores de ducha eficientes consumen unos 6-7 litros de agua por minuto, frente a los 12-15 litros de los tradicionales. Su instalación resulta muy sencilla: sólo hay que desenroscar el antiguo y enroscar el nuevo a la manguera de la ducha.

Controla tu tiempo de ducha

Debajo de la ducha es fácil perder la noción del tiempo. Hay artilugios sencillos y baratos, como los relojes de arena impermeables, que permiten saber cuándo han transcurrido 4 o 5 minutos.

Abre el grifo sólo cuando necesites el agua

Mientras te enjabonas, puedes cerrar el grifo. Haz lo mismo mientras te lavas los dientes o te afeitas.

Usa bien la cisterna del WC

Si tu cisterna tiene un pulsador doble, utiliza la opción de descarga reducida cuando necesites poca agua. Utilizarás sólo la mitad del agua que contiene la cisterna y lograrás el mismo resultado.

Si el agua caliente tarda en llegar…

Puedes utilizar un cubo o barreño para recoger el agua de la ducha hasta que salga caliente. Con ella puedes regar las plantas, fregar suelos, etcétera.

Coloca una papelera en el baño

Así será más fácil evitar que el inodoro se utilice como si fuera un cubo de la basura. Ahorrarás agua y evitarás su contaminación.

Coloca un perlizador en el grifo del lavabo

Si el grifo de tu lavabo no es eficiente, puedes instalar un perlizador. Ahorrarás entre el 40 y el 60% del caudal, conservando una sensación de mojado similar. Son muy baratos (alrededor de 3 euros) y se instalan simplemente enroscándolos en la grifería convencional.

Consejos para ahorrar agua en el jardín

En España, apuntan desde el Ministerio, las viviendas unifamiliares con jardín consumen entre 2 y 5 veces más agua que los pisos. El jardín suele ser, por tanto, un gran consumidor de agua. Pero hay soluciones para evitarlo...

Selecciona especies que consuman poca agua

Una de las opciones más evidentes para reducir el consumo de agua en el jardín es utilizar plantas que tengan requerimientos de riego modestos o que, simplemente, no tengan requerimiento de riego alguno una vez hayan arraigado bien. Esto no significa que tengas que llenar el jardín de cactus y chumberas. 

En realidad, la mayoría de las especies utilizadas tradicionalmente en los jardines (árboles, arbustos y matas mediterráneos) son muy poco exigentes en riego.

Sustituye el césped o reduce su extensión

Normalmente, más de las 2 terceras partes del agua empleada en un jardín se dedica a mantener el césped. No es exagerado decir que el césped es el gran consumidor de agua de los modernos jardines. Limitar su extensión es la forma más segura y efectiva de recortar el gasto de agua. Algunas alternativas en este sentido son las siguientes:

  • Reducir la superficie dedicada al césped a favor de árboles y arbustos, cuyas exigencias de riego son mucho menores.
  • Sustituir el césped por plantas tapizantes.

Utilizar recubrimientos

Recubriendo superficies del jardín con materiales naturales como piedras, gravas, cortezas de árbol, etcétera, se reducen mucho los gastos de agua a la vez que se logran agradables efectos estéticos. Los recubrimientos impiden el calentamiento excesivo del suelo, protegen contra el viento y la erosión, evitan la aparición de malas hierbas y facilitan la ocultación de los sistemas de riego.

Instala sistemas de riego eficientes

Los sistemas de riego localizado suministran el agua a las plantas mediante “goteros” que riegan a baja presión (gota a gota). Estos sistemas permiten aportar a cada planta la cantidad exacta que necesita, y evita pérdidas de agua por evaporación. Utilizan entre la mitad y la cuarta parte del agua que requeriría un riego por aspersión.

Aprovecha el agua de lluvia para regar el jardín

Si por fin llueve, utilizar el agua de lluvia para regar es un buen sistema de combatir la sequía. Una vez recogida por los canalones o por el drenaje de los patios, puede ser conducida a un pequeño depósito donde se almacenará para luego poder regar. 

Un pequeño depósito semienterrado resulta ideal para almacenar agua de lluvia, aunque también se pueden utilizar otros recipientes improvisados, desde un tonel a un bidón o una vieja bañera. Conviene colocar el depósito en una zona alta de la parcela, para poder regar por gravedad.

Riega en las horas más frescas del día

Evitarás perdidas por evaporación y daños a las plantas. Además, recuerda que el riego excesivo hace que las plantas sean menos resistentes a la sequedad y más sensibles a las enfermedades.

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