16 aberraciones con las que malgastas agua todos los días y agravan la situación de sequía

Una familia juega con agua, con una piscina y una pistola de agua

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Primero en Upday Cintillo

La Tierra es conocida como el planeta Azul por el color que destaca cuando se observa desde el espacio, y puede presumir de tener este líquido —que permite la vida— en grandes cantidades. Sin embargo, se trata de un recurso limitado. 

Por otra parte, su consumo repercute directamente en la factura que llega a tu casa, por lo que, ya sea por motivos medioambientales y sostenibles o para no perjudicar aún más a tu bolsilloen una época de inflación, ahorrar agua es clave.

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En concreto, el ahorro de agua en los meses de verano puede ser a la vez más complicado y necesario, ya que las altas temperaturas invitan a hidratarse con frecuencia, tomar duchas refrescantes o jugar con ella (con pistolas y globos de agua, por ejemplo), lo que acaba suponiendo más dinero a la hora de pagar.

Además, no caer en errores de malgastar o derrochar agua durante estos días adquiere ahora una importancia mayor, en vista de las señales de sequía que se están empezando a observar, tanto en distintas partes de Europa como en algunas de España, golpeadas ambas por olas de calor y temperaturas extremas.

Apelamos a la "responsabilidad" de toda la población ante la alarmante "escasez de agua que estamos sufriendo debido a la sequía", es el llamamiento que han hecho desde municipios de Galicia, donde la caída de las reservas de los embalses empieza a preocupar, según informa Efe y recoge El Confidencial

¿Cómo ahorrar agua en verano?

Tanto si se trata de ahorrar agua del grifo en tu casa, como en otros espacios como el jardín o la piscina, hay una serie de recomendaciones fáciles y eficaces que se pueden seguir, así como importantes errores que deberías evitar en la medida de lo posible para no malgastar agua este verano:

Bañarte en lugar de ducharte

Meterse en la bañera llena de agua y espuma puede ser una buena idea para compartir un momento romántico o para relajarse después de un duro día. 

No obstante, si tu objetivo es gastar menos agua, bórrala de tu mente: una ducha refrescante en verano puede sentarte igualmente bien, y además te permitirá ahorrar 120 litros de agua.

Ignorar los inventos, como un atomizador o una ducha inteligente

El atomizador, que se puede comprar en una ferretería, es un artículo que se pone en la ducha y se encarga de reducir el caudal y ahorrar hasta un 50% de agua.

Esto lo consigue gracias a su capacidad de añadir aire, aunque manteniendo una sensación similar de presión sobre tu cabeza y cuerpo.

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Con una función similar, existen las duchas inteligentes que priorizan el consumo responsable de agua (como la que han apoyado personalidades como Tim Cook, CEO de Apple, y Eric Scchmidt, exCEO de Google).

Desaprovechar el calor del sol

Lo rápido que se seca la ropa tendida con el calor no es el único beneficio de la llegada del verano: también puedes aprovechar los rayos del sol cuando necesites agua ligeramente caliente o templada o para descongelar los alimentos a temperatura ambiente.

En este último caso, ahorrarás agua —frente a la alternativa de dejar el producto bajo agua caliente, con lo que perderías litros por el desagüe— o electricidad —si sueles acudir a la opción que ofrece el microondas—.

Cocer los alimentos

Una forma sencilla y sana de ahorrar agua en la vida diaria tiene que ver con la comida y la forma de prepararla.

En concreto, consiste en cambiar la habitual cocción de los alimentos, para la que se usa mucha agua, por cocinarlos al vapor, que solo requiere llenar un poco el cazo. Así se pueden cocinar verduras, carnes, pescados o empanadillas, entre otros ejemplos.

Usar de forma poco eficiente los electrodomésticos

Una de las formas más importantes de ahorrar agua en casa es a partir del uso de tus electrodomésticos, empezando por su compra: a mayor etiquetado energético, mayor eficiencia.

Además, hay algunos consejos fáciles que se pueden tener en cuenta, como esperar a que la carga esté llena para poner el lavaplatos o el lavavajillas, con lo que reducirás el gasto en agua y electricidad.

Otra solución ahorradora de agua tiene que ver con los programas que elijas (como el ecológico para la vajilla, o los rápidos y cortos cuando tienes ropa poco sucia), así como con un hábito que es menos necesario de lo que piensas: en la mayoría de los casos no hace falta enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas, lo que supone miles de litros de agua gastados.

Abusar de tirar de la cadena en el inodoro

Cuando se habla de no tirar de la cadena del retrete si no es necesario no se refiere a escenas desagradables, sino a no hacerlo por ejemplo por un poco de papel, ya que significa un derroche de agua. Es más, la recomendación va más allá: no uses el WC como papelera.

Tener un sistema de doble descarga instalado también ayuda al objetivo de ahorro de agua (en verano o en cualquier época, naturalmente)... siempre y cuando se utilice de verdad: según las necesidades de cada momento, emplea el botón que descarga todo o el que suelta la mitad de la carga.

Lavar a mano cuando tienes un lavavajillas

De manera similar, cuando se habla de cómo ahorrar agua en el hogar, suele aparecer el debate de si es mejor poner el lavavajillas o lavar a mano esos platos, vasos y cubiertos sucios que se van acumulando.

Los expertos lo tienen claro: usar el lavaplatos implica un considerable ahorro de agua (hasta 30 litros diarios de diferencia, según la OCU), energía, tiempo y trabajo en limpieza.

Desaprovechar el agua

¿Cómo ahorrar agua en verano? Aprovechándola. Suena a Perogrullo, pero es así. Desarrollando la idea, hay que tener en cuenta que esas (no tan) pequeñas cantidades de agua que se pierden de forma relativamente absurda o innecesaria cada día acaban sumando significativas sumas de líquido y de dinero a final de mes.

Aprovecharla consiste en tareas tan sencillas como cerrar el grifo cuando no lo estás usando (mientras te lavas los dientes o cuando te enjabonas en la ducha), revisar que no hay ninguno goteando —sobre todo si te vas de vacaciones— o utilizar esa agua que se pierde al esperar a que salga fría o caliente (puede ser útil para regar las plantas o llenar las pistolas de agua antes mencionadas).

Olvidarte de tapar la piscina con una lona

Pocas cosas hay más típicas de esta época del año que las piscinas... excepto el calor, y ambos juegan su papel en esta recomendación sobre cómo ahorrar agua en los meses de verano.

Tapar toda la piscina con una lona reduce la evaporación del agua provocada por el sol (de 24.000 litros al año a solo 7.000 evaporados en una piscina de 40 metros cúbicos, según Consumer). Además, también ayuda a evitar las caídas de los más pequeños y a que no se forme verdín y dure más tiempo limpia.

No realizar un buen mantenimiento para conservar el agua

Si has descuidado la piscina durante los meses de otoño e invierno, es probable que esté sucia y haya adquirido un color verde.

Por el contrario, una buena limpieza de la piscina ayuda a que se mantenga transparente y limpia y, por tanto, no tengas que vaciarla y llenarla de nuevo, con el abundante ahorro de agua que ello supone.

En caso de importantes problemas de sequía, puede ser aconsejable incluso ni siquiera llenar la piscina: de hecho, en algunas localidades españolas han prohibido usar agua potable para el llenado de piscinas, el riego de jardines o huertos y el lavado de coches.

No comprobar la ausencia de fugas en tu piscina

Otra vía para ahorrar agua con la piscina de tu casa parte de comprobar la estanqueidad, es decir, asegurarse de que no haya fugas o filtraciones por las que se pierde agua (y dinero).

Revisar que no haya goteos, colocar correctamente el circuito hidráulico y contar con un vaso bien impermeabilizado son algunas claves para evitarlas.

Lavar el coche con agua

Si en un punto anterior se hablaba de no lavar el coche con agua potable, también se puede ir un paso más allá y no lavarlo con agua... de ningún tipo.

Se trata de lavar el coche en seco, para lo que se pueden comprar unos limpiadores biodegradables creados para limpiar los vehículos que no contaminan con detergentes tóxicos.

Regar demasiado o a todas horas

Cada planta tiene sus necesidades de agua, pero a ninguna o pocas les gusta vivir encharcadas: hay que regar con las cantidades recomendadas por la tienda o los expertos (se desaconseja mojar las hojas, sobre todo en los meses de verano), esperando a que el agua se absorba antes de volver a echar.

Además, los mejores momentos para regar en verano son a primera hora de la mañana y a última de la tarde: horas de menos incidencia solar y, por tanto, menor riesgo de que se quemen y de que el agua se evapore demasiado pronto.

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Poner las macetas a la sombra en los momentos más duros de calor es otra forma de ahorrar agua y evitar que se acaben quemando las plantas.

No vigilar los fertilizantes y los aspersores

Cuando se trata de regar el jardín en verano y de reducir el consumo de agua, los fertilizantes y los aspersores son 2 elementos clave por diferentes motivos.

En el primer caso, porque las plantas muy fertilizadas demandan más agua que las demás (si es posible, se recomienda no abonar en los meses más calurosos). En el segundo, porque un aspersor que funciona mal o no está bien regulado o colocado acaba empapando paredes, caminos y otros elementos, o distribuyendo incorrectamente el líquido.

Dejar las malas hierbas

Erradicar las malas hierbas de tu jardín no es solo una cuestión estética, sino que tiene además implicaciones prácticas, y varias.

Así, aparte de atraer las plagas, las malas hierbas 'roban' agua al jardín y restan capacidad de hidratación a las plantas, por lo que dejarlas sin tocar es uno de esos errores que deberías evitar.

Instalar el primer césped que encuentres

Si planeas hacer una obra para instalar una piscina con jardín, aún estás a tiempo de elegir el césped que menos gasto de agua te suponga.

El tipo de hierba resistente a la sequía y en pequeñas extensiones necesitará menos agua cuando lo riegues y, a la larga, tu bolsillo también lo agradecerá.

Fuentes: Business Insider España, Consumer (2), Verdecora (1 y 2), Remica

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