Si eres padre, estas 4 estrategias te ayudarán a calmar tus miedos por el virus ante la vuelta a cole de tus hijos

vuelta a clase, niños

Aunque había muchas esperanzas puestas en 2021, algunas cosas siguen igual. 

Y desgraciadamente todo apunta a que entre estas también estará la vuelta a las aulas del nuevo curso. Si no igual, sí que al menos similar.

Se espera que el nuevo curso mantenga algunas de las medidas acordadas para el anterior, como uso de mascarilla, distancias sociales y grupos burbujas. Y aún con ello, el panorama actual siembra dudas sobre si será suficiente.

A escasas semanas de la vuelta al cole la situación epidemiológica está lejos de ser óptima. 

La incidencia vuelve a ser alta en buena parte del país, con una variante más contagiosa, se suma al hecho de que hasta el momento no hay vacuna para los más pequeños.

Un escenario que sin duda puede haber despertado antiguos temores en muchos padres, que vean con cierto recelo el regreso a las aulas.

Si es así, la psiquiatra Pooja Lakshmin ha explicado en The New York Times4 estrategias destinadas a calmar a los padres preocupados ante la vuelta al cole.

Anticípate a aquello que te da miedo

Dos padres con su hijo.
Dos padres con su hijo.

Lakshimn afirma que prepararse emocionalmente en un entorno controlado "ayudará a prevenir un colapso futuro" .

Por ejemplo, si tu temor es un posible cierre de la clase, imagina lo que esto conllevaría y "visualiza cómo se sentirá tu cuerpo" al recibir la noticia.

"Permítete sentir cómo aumenta el pánico y conectar con tu cuerpo: ¿cómo sientes tu pecho? ¿Tu corazón comienza a latir más rápido?".

Si después llega el momento temido contarás con esta experiencia previa para poder procesar tus emociones y "poner en práctica el plan que ya has visualizado", indica la experta.

Practica la flexibilidad psicológica

Mujer joven preocupada

En palabras de Lakshimn, la flexibilidad psicológica es la habilidad de desarrollar una relación más relajada con tus pensamientos. O dicho de otro modo, no dejarse llevar por ellos.

Algunas investigaciones han mostrado que las personas con esta capacidad han logrado desenlvolverse mejor ante los desafíos traídos por el nuevo coronavirus.

Un estudio sobre más de 700 padres, señalado por Lakshumn, encontró que aquellos que adoptaron mayor inflexibilidad con sus pensamientos durante la pandemia fueron más propensos a experimentar síntomas depresivos.

Por lo que la especialista recomienda practicar esta habilidad con el fin de generar una relación más saludable con tu mente. 

Un primer paso es reformular el diálogo interior que tienes contigo mismo cuando surge algo que te preocupa.

"Por ejemplo, un padre que tiene un pensamiento inflexible puede identificarse con la afirmación: 'Cuando tengo un pensamiento desagradable sobre el colegio, sé que le daré vueltas todo el día'". 

Mientras que un padre que está trabajando en cultivar su flexibilidad podría decir algo como: "Cuando tengo un pensamiento angustioso sobre el colegio, trato de reconocer que es solo un pensamiento en un mar de muchos otros".

Reconoce las verdades más duras

Los padres recogen a sus hijos en las escuelas tras el anuncio del cierre de los centros por la propagación del coronavirus.

REUTERS/Vincent West

"¿Qué pasa si mi hijo se contagia? ¿O si cierran las clases? ¿Tendrán que volver a estar todo el curso con medidas de distanciamiento y mascarilla? Si hubiera vacuna para los más pequeños...".

A estas alturas del verano es posible que muchos padres se pasen el día con preguntas estresantes de ese tipo rondando la cabeza.

Sin embargo, desquiciarse con analizar escenarios posibles o hacer previsiones sobre lo que no se puede controlar, la psiquiatra afirmaque rendirse a la dura verdad "puede traer alivio".

"Cuando mis pacientes se permiten reconocer hechos deprimentes como: 'Es posible que las cosas nunca vuelvan completamente a la normalidad'; 'No tengo control sobre muchas cosas en este momento' o 'La vacuna llegará cuando llegue', la tensión baja un poco". 

Encuentra sentido en la preocupación

Padres esperan para dejar a sus hijos en el colegio en Israel

Es más que normal que desde que todo esto comenzó como padre hayas sentido ira, preocupación, desesperación y soledad. O que ni siquiera hayas tenido tiempo para poder pensar en cómo te sientes.

Cuando ya se empezaba a vislumbrar la luz al final del tunel, la llegada de delta parece por momentos llevar a la casilla de salida. Y  con ello la sensación de confusión ha vuelto.

 "¿Se supone que estamos en el camino de curarnos o tenemos que abrocharnos el cinturón para otro viaje traumático?", es una pregunta recurrente en muchos de los pacientes de Lakshimn.

Y ante esta, el consejo de la especialista es hacerse "cuestiones diferentes y más productivas".

 "¿Qué has aprendido sobre ti como padre en el último año? ¿Ha habido algún recuerdo positivo que te haya llamado la atención? ¿De qué estás más orgulloso en lo relativo a tu familia?, son algunas de las sugeridas por la psiquiatra.

Reflexionar sobre ti mismo y tu sufrimiento puede llevarte a enfocar las cosas desde otra perspectiva, enfatiza.

"Una paciente estaba tan encantada con la creatividad y la alegría que presenció en su hijo al no tener tantas actividades organizadas que no volvió a apuntarle a deportes este año", ejemplifica Lakshimn.

Por lo que si bien es normal sentirse agotado y preocupado en estos momentos, piensa que en el peor de los escenarios ya has pasado por ello. "Te guste o no, este año eres un poco más sabio y, por lo tanto, estás más preparado de lo que crees".

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