Más tecnología y menos contacto humano: así será la compra en el supermercado tras el coronavirus

  • La crisis del coronavirus ha cambiado nuestros hábitos y, en el escenario posterior a la pandemia, habrá aún más novedades. 
  • A la hora de hacer la compra en el supermercado crece el apetito del consumidor por la compra por internet y también su preocupación por la seguridad y por la higiene.
  • El móvil se convertirá en el impulsor de la omnicanalidad: la fusión de la tienda física y el canal online.
  • Asistiremos a una oleada de acuerdos entre cadenas de supermercados y empresas de delivery en el escenario posterior al coronavirus, ya que los retailers tendrán que flexibilizar sus opciones de entrega.
  • El 59% de los consumidores se plantea llenar la cesta de la compra con más productos de proximidad para estimular el comercio local.
  • También figura entre su lista de buenas intenciones intentar comer de forma más saludable.
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Cintillo especial Coronavirus

La crisis del coronavirus ha cambiado nuestros hábitos. Llevar mascarilla o guantes es parte de una nueva realidad. En un escenario post COVID-19, son muchos los cambios por venir a la hora de hacer la compra en el supermercado. Crece el apetito del consumidor por la compra por internet. Cuando todo esto acabe, la seguridad y la higiene seguirán siendo factores determinantes para los consumidores a la hora de escoger un supermercado. Y todo ello impulsará una mayor penetración de la tecnología.

Los clientes "priorizarán las grandes superficies, con amplios pasillos y grandes líneas de caja, que garanticen las distancias de seguridad". Así lo asegura Eloy de Sola, experto en retail de la consultora Capgemini, en una entrevista con Business Insider España. Además, la tecnología ayudará a reducir el número de contactos entre personas. En este marco, coge fuerza la automatización de los procesos en las líneas de caja. 

El móvil se convertirá en impulsor de la omnicanalidad, es decir, de la fusión de la tienda física y el canal online. Es más, las tiendas online también ganan terreno. La compra a través de internet gana cuota de mercado y crece a ritmos del 3%. Superiores, en todo caso, a los niveles precrisis, según los datos de Kantar. Y la tendencia se mantendrá. De hecho, un 17% de los consumidores cree que comprará más online cuando termine el confinamiento, según la Asociación Empresarial de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc)

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Las cadenas de supermercados han tenido que realizar fuertes inversiones para dar respuesta a la elevada demanda. Porque, en realidad, las tiendas online de alimentación todavía estaban dando sus primeros pasos. Pero, en este contexto de pandemia, la venta por internet ha superado su principal barrera hasta la fecha: los productos frescos. 

No hay más que pensar en Mercadona, que recientemente puso en funcionamiento un nuevo centro logístico en Madrid sólo para las ventas por internet en la capital. Pero también el grupo Dia ha aprovechado de su amplia red de tiendas para dar respuesta a la avalancha de pedidos por internet. Es más, hasta ha destinado algunos establecimientos exclusivamente a la preparación de pedidos.

Además, para satisfacer la demanda online, Dia se ha aliado con la compañía de reparto a domicilio Glovo en 109 ciudades. Sigue la estela de otras empresas, como Morrison, que se asoció con Deliveroo en Reino Unido. 

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De Sola augura que asistiremos a una oleada de acuerdos entre cadenas de supermercados y empresas de delivery después del coronavirus. Los retailers tendrán que flexibilizar sus opciones de entrega. El consumidor quiere poder recibir sus pedidos cuando mejor le cuadre y donde quiera. Y este es un aspecto especialmente relevante para los consumidores españoles, según  Capgemini.

Sobre los repartidores también recaerá la responsabilidad de la seguridad. Mantener las distancias en la entrega es y será clave. Pero, asegurar que el producto esté desinfectado, también. Según el experto de Capgemini, la implantación de otras tecnologías aumentará. Se refiere, por ejemplo, al uso de la inteligencia artificial, que puede ayudar a anticipar la demanda de determinadas categorías de productos.  

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Aunque se ha producido un alza en el consumo dentro de casa, que esto no conduzca a error. La mayor parte de los consumidores cree que la situación económica de los hogares empeorará. Y esto, inevitablemente, derivará en un gasto más controlado. Así, los productos gourmet cederán su sitio en la cesta de la compra a otra tipología de artículos más económicos. Y es que más del 60% de los consumidores reconoce que empezará a fijarse más en los precios y en las promociones a la hora de llenar el carro.  

Para no olvidar los buenos propósitos, el 59% consumidores se plantea llenar la cesta de la compra con más productos de proximidad para estimular el comercio local. Pero también figura entre su lista intentar comer de forma más saludable, es decir, incorporar a su cesta de la compra más productos frescos. 

Igual que sucedió en la crisis de 2008, los productos de marca blanca se hacen un hueco, aunque su crecimiento no llegará a equipararse con el de hace 12 años. Desde Aecoc sí confirman que su consumo repuntará. 

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Caerá también la entrega de comida a domicilio. Hasta un 44% de los consumidores avanza que realizará menos pedidos, lo que impactará de lleno en empresas de delivery como Glovo, Uber Eats o Deliveroo.

Y sí, el confinamiento ha llevado a los consumidores a hacer la compra en los establecimientos más cercanos que, en muchas ocasiones, son establecimientos distintos al habitual. El 73% de los consumidores asegura, no obstante, que volverá a las tiendas en las que compraba antes del confinamiento.

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