Una buena conectividad, movilidad sostenible o promoción de la vivienda: 6 elementos básicos para combatir la despoblación, según la portavoz de la España Vaciada

La falta de oportunidades laborales para los jóvenes en numerosas provincias españolas hace que estos emigren a las grandes ciudades. La población que se queda en lo que comúnmente se denomina como la España Vaciada tiene una tasa de edad cada vez más alta y si añadimos al cóctel una de las tasas de natalidad más bajas de la Unión Europea, nos encontramos ante un panorama desolador.

La situación afecta con mayor gravedad a los pueblos. Principalmente a los repartidos por las comunidades autónomas de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura, entre otras. 

Y si sin niños no hay futuro, sin jóvenes no hay presente. 

Esto es lo que llevan denunciando desde hace años plataformas como Teruel Existe, reconvertida en partido político con representación parlamentaria, o Soria Ya! La portavoz de esta última y de la Coordinadora de la España Vaciada (que aglutina a 140 entidades), Vanessa García.

La pandemia auguraba un nuevo tiempo en el que miles de jóvenes españoles y del extranjero se instalarían en estas zonas rurales gracias a la extensión del teletrabajo. Sin embargo, esto está lejos de suceder, según apunta García. "En ningún territorio ha supuesto un incremento de población el teletrabajo en época de pandemia, salvo casos aislados", asevera. 

Y eso que algunos datos estadísticos invitaban al optimismo. La provincia de Soria venía perdiendo población de manera continuada desde 2012, pero el año pasado ganó habitantes, por primera vez desde entonces: 248 más, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Cuestionada al respecto, la portavoz de la Coordinadora de la España Vaciada, afirma que "Soria aumentó su número de habitantes en 2020 debido a la situación derivada de la pandemia, sin embargo fue una situación puntual y, una vez mejorada la situación vivida, sus habitantes volvieron a reducirse". "El 1 de enero de 2021, la provincia había perdido 226 habitantes con respecto a la misma fecha del año anterior, contando con 88.658 habitantes", apostilla.

El teletrabajo, "una falsa ilusión"

Para Vanessa García, las oportunidades que brindaba el teletrabajo a estas zonas fue poco menos que un espejismo. "El teletrabajo supuso una falsa ilusión para los que creímos que era una buena oportunidad para que tanto nuestros pueblos como la capital (en referencia a Soria) aumentasen en número de habitantes", confiesa.

La portavoz de la España Vaciada y otros como ella fueron "optimistas" y pensaron que al llegar gente mejorarían los servicios e infraestructuras de estas zonas. "Pero no fue así. Las personas que vinieron a teletrabajar buscando mayor calidad de vida se encontraron con el principal, aunque no único inconveniente: la falta de conectividad, poca velocidad e incluso zonas sin cobertura móvil", añade.

Y es que, como apunta, "tras solventar estos inconvenientes con mayor o menor facilidad, y pagando lo que las operadoras pedían por prestar este servicio, hubo quien estudió la posibilidad de instalarse definitivamente en nuestra provincia, pero otros factores no lo pusieron fácil", lo que hizo que muchos emprendieran el camino de vuelta.

Los núcleos rurales, nueva sede de la innovación: que está haciendo la España vaciada (o parte de ella) para subirse a la ola de la digitalización

Las claves para frenar la despoblación son varias y van más allá de internet. En mayo de este año, la Coordinadora de la España Vaciada presentó en el Congreso de los Diputados un documento titulado "Modelo de desarrollo de la España Vaciada". El escrito, que también está en manos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, presenta una serie de "medidas realizables", según García, que considera que "hay fondos para ello" y se pueden implementar en un corto plazo de tiempo.

Según García, "para hacer más atractivo vivir en un pueblo o en una pequeña ciudad, además de la conectividad, hay que dotar a los territorios de otros servicios". En concreto la portavoz de la Coordinadora de la España Vaciada subraya 6 elementos que le faltan a estas zonas para atraer población:

1- Banda ancha de alta velocidad

García reclama que se promueva internet y la banda ancha de alta velocidad como "servicios básicos y fundamentales para toda la ciudadanía, haciendo hincapié en los habitantes de la España Vaciada". 

También ampliar las posibilidades de conexión con infraestructuras ya existentes que usen la fibra oscura en las zonas donde es difícil implementar la fibra óptica, para no quedar fuera de las posibilidades que traerá el 5G.

2- Modelos de transporte sostenibles

Para García es clave "mejorar la accesibilidad territorial impulsando modelos de transporte sostenibles, competitivos y vertebradores". 

La idea es que la población de estas zonas tenga acceso a servicios públicos mínimos a menos media hora de distancia. Entre sus propuestas, ampliar la línea ferroviaria y mejorar la red de carreteras.

3- Promoción de la vivienda

Para mejorar el acceso a la vivienda, la España Vaciada pide crear un plan nacional de vivienda que establezca mecanismos de puesta en el mercado de las viviendas deshabitadas, "fijando población en el medio rural como primera residencia para evitar modelos de asentamiento masivo" o de carácter especulativo.

4- Impulso a la actividad económica

También considera fundamental incentivar la actividad económica, con bonificaciones y ayudas fiscales a los autónomos y empresas que decidan crear o trasladar su producción a núcleos rurales o que contraten a trabajadores que tengan su residencia efectiva en el medio rural.

5- Diversificación económica

Aboga porque este impulso económico venga de la mano de la diversificación y el crecimiento estable en las zonas rurales a través de la modernización ecológica y "una transición ecológica verde y azul". 

El objetivo es tratar de superar los tópicos que asocian el desarrollo económico solo con el sector primario.

6- Creación de agencias de desarrollo territorial

La puesta en marcha de estos organismos serviría "para reivindicar que los fondos destinados a la lucha contra la despoblación sean gestionados por entidades con presencia real en las comarcas y que sus sedes se ubiquen en esos territorios". 

Para ello, debería haber "total transparencia por parte de las administraciones" y simplificar los trámites burocráticos.