Cómo conseguir que tus hijos recojan sus cosas ellos solos

Tu hijo tiene un talento natural para causar el caos, pero no para recogerlo.

Es habitual en los niños. Su atención cambia rápidamente, involucran un montón de objetos y juguetes en sus juegos y después deciden pasar a otra cosa sin que el desorden que han generado les importe demasiado. 

Si por ellos fuera los lapiceros vivirían eternamente esparcidos por el suelo y estarías pisando fichas de Lego décadas.

Al final la manera más rápida de solucionarlo, los padres dedicando buena parte de su escaso tiempo libre y sus pocas ganas a deshacer el desorden generado por sus retoños.

No obstante, involucrar a los más pequeños en las tareas del hogar desde una edad temprana, tiene beneficios. Y no, no solamente una casa más ordenada de la que presumir en Instagram. 

Cuando tus hijos no participan de las obligaciones domésticas, no solo están absueltos de la tarea,  "sino de aprender que el trabajo tiene que hacerse y que cada uno de nosotros debe contribuir para el conjunto", como explicó con anterioridad la autora Julie Lythcott-Haims.

En relación con esto, un estudio de Havard encontró que uno de los mayores factores de predicción del éxito de una persona es si participaba o no en las tareas domésticas en su infancia.

Una investigación de la universidad de Minnesota muestra que involucrar a los niños en las tareas del hogar desde pequeños les permite adquirir habilidades tan destacadas como sentido de la responsabilidad, autosuficiencia y  autoestima. 

Pero, si bien está claro que es importante que los niños se encarguen de lo que han descolocado, conseguir que lo hagan y sin mucho drama parece un trabajo digno de Hércules.

Sin embargo, con estos 8 consejos lograrás que tus hijos aprendan a recoger sus cosas ellos solos.

No utilices las tareas como castigo

El mejor mensaje para enviar a tus hijos es que limpiar "no es un castigo ni una obligación, es un ticket  para que otras cosas sean posibles", aconseja enNBC news  Tamar Chansky, psicóloga y autora de varios libros, incluido Cómo liberar a tu hijo de la ansiedad.

 Si eres negativo y hablas de lo que los niños 'tienen que hacer' gruñiendo, los niños también se mostrarán negativos y gruños, asegura.

Muestra las consecuencias positivas de hacerlo

Cuando se entiende el motivo de algo todo es más fácil de hacer. Seguramente tu hijo no se olvide de lavarse los dientes desde que aprendió que no hacerlo pondrá las cosas fáciles a las bacterias y tener caries.

De manera similar, deja claro la importancia del orden y la limpieza.  Por ejemplo haciéndole ver que al colocar el próximo día que necesite algo será más fácil de encontrar. Mientras que una casa limpia puede ponérselo más difícil a los gérmenes.

Déjales escoger qué hacer

Si el desastre generado es muy grande puedes empezar poco a poco. Y la mejor manera de introducir a tu hijo en el placer por el orden será haciendo aquello que más le pueda atraer.

"Puedes dejar que tu hijo elija su tarea preferida dentro de los parámetros que establezcas: puedes apilar o ponerte con la ropa, ¿qué preferirías?", aconseja también Chansky.

Pide una cosa que sea realista

Piensa en la sensación que te invade cuando debes enfrentarte a una pila de ropa sin planchar acumulada durante semanas. El horror.

Será lo mismo para tu hijo si le ordenas colocar un cuarto totalmente sumido en el caos.

Para que la tarea sea menos abrumadora, y por tanto cueste menos de hacer, no esperes hasta que todos sus objetos estén esparcidos por el suelo. Cuando empieces a ver muchas cosas esparcidas pide que antes de seguir organice el pequeño desastre.

Utiliza la regla de "uno entra uno sale"

Establecer que no se pueden sacar juguetes nuevos hasta que se haya guardado el objeto con el que se ha jugado es una regla sencilla con la que ayudar a tus hijos a mantener el orden.

Así lo sugiere en Huff Post la coach de familiaSusan Stiffelman. La especialista anima a recordárselo a los pequeños cada vez que se olviden y "por supuesto" no limpiar su desorden.

Pues si cedes y haces el trabajo por ellos, les habrás enseñado que si lloriquean o posponen las cosas lo suficiente, no tendrá que asumir la responsabilidad, enfatiza.

Hazlo más visual

Es normal que en ocasiones tu hijo se ponga a recoger y no sepa muy bien dónde van las cosas. Así que termina por mover todo el desorden del suelo al armario o a un hueco de la estantería. 

Puede ayudar hacer la tarea más visual. Por ejemplo si todo tiene su lugar correspondiente etiquetado, los niños no tendrán que adivinar dónde va cada cosa. 

Incluye etiquetas con dibujos o nombres en los cestos, estantes y cajones indicando qué objetos van en cada uno de ellos.

Ofrece instrucciones paso a paso

Puede que con este método compartido en Life hacker no logres liberarte por completo de supervisar a tu hijo. Pero ayudará a que él lo haga todo por sí solo. Y con el tiempo seguramente no sea necesaria tu intervención.

Tan solo consiste en indicar paso a paso qué hacer, para que la tarea sea menos abrumadora. Es decir, en lugar del clásico, recoge tu habitación, da instrucciones más concretas del tipo "recoge las pinturas". Cuando termine pasa a la siguiente tarea: "ahora todos los muñecos a su cajón". Y así hasta terminar.

Haz que recoger sea lo más divertido posible

Un poco de diversión no va a matar a nadie y seguramente ayudará a tener una mejor predisposición para ponerse a ello.

Puedes inventar un juego en el que, por ejemplo, retar a recoger antes de que termine una canción. O ir dando instrucciones como vamos a recoger cosas rojas ahora muñecos de animales, etc.

Un truco que siempre funciona cuando hay varios niños es animar a ver quién recoge más objetos. Todo quedará ordenado y encima lo habrán pasado bien.