Me pusieron la segunda dosis aunque me contagié del COVID-19: esta es la razón por la que tengo la pauta completa de la vacuna sin ser grupo de riesgo

Aquellos que se contagian con el coronavirus SARS-CoV-2 desarrollan una respuesta inmunitaria que podría protegerles de casos más graves de COVID-19 en el futuro —al menos 6 meses después del contagio—. 

Gracias al recuerdo de las células inmunes (conocidas como B y T), la mayoría de las personas que han pasado la infección sólo necesitarían una dosis de la vacuna para tener un número suficiente de anticuerpos que le protejan de desarrollar un caso sintomático de la enfermedad que provoca el patógeno. 

Otros, como las personas mayores de 65 años de edad o con enfermedades subyacentes, podrían necesitar igualmente una segunda inyección para completar una fuerte respuesta de anticuerpos ante el SARS-CoV-2. 

Más si se tiene en cuenta que algunas variantes del coronavirus, como delta, han disminuido la eficaciade las vacunas entre un 10% y un 30%. Y ha dejado una única dosis en un 39% de eficacia.  

De madrugada y en un enorme pabellón: así he vivido la distópica campaña de vacunación contra el coronavirus en Madrid

En este sentido, la estrategia de vacunación en España contempla que reciban la pauta completa de vacunación —2 dosis para Pfizer, Moderna y AstraZeneca o una de Janssen— todos los que no hayan pasado la enfermedad. 

"Se recuerda que las personas de 65 y menos años de edad que han pasado el COVID-19 deben recibir solamente una dosis de vacuna para tener completa la pauta de vacunación", explicita el documento. 

Pero aquellos que notifican haberse contagiado con el COVID-19 después de la primera dosis son una excepción—lo que es mi caso, aunque aparentemente la infección tuvo lugar antes de la primera inyección—. 

Pedí mi cita para vacunarme en cuanto se abrió el plazo para el grupo de edad más pequeño autorizado en la Comunidad de Madrid. Y el 15 de julio recibí mi primera dosis de Pfizer —una vacuna que requiere de 2 inyecciones para completar la inmunidad, que ahora es del 88% frente a delta—.

Tan sólo unas 3 horas después de recibir la inyección empecé a encontrarme con un ligero malestar, lo que es usual después de recibir casi cualquier vacuna: las mujeres y los jóvenes representan el 79% y el 88% de la población con efectos secundarios de España.

Fuente: AEMPS

No me preocupé porque, después de un año escribiendo sobre la evolución del COVID-19, sé que todos los estudios realizados sobre las vacunas autorizadas concluyen que son "seguras y eficaces".

Los síntomas pueden aparecer a las horas o un día después de cualquiera de las inyecciones de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o la monodosis de Janssen. Y pueden afectar a tus tareas cotidianas y durar hasta unos 4 días después de la inoculación.

Aunque las afecciones difieren entre las diferentes vacunas —algo que deberías conocer para distinguir entre los síntomas de la vacuna y un posible positivo de COVID-19, como fue mi caso—.

Al día siguiente de la primera dosis, seguía con cansancio generalizado y dolor en el brazo. Pero la febrícula empezaba a aumentar unas décimas hasta los 38,4 grados Celsius. Y el analgésico recomendado por su perfil de seguridad, el paracetamol, apenas aliviaba mi malestar.

Tres días después, junto a lo que parecían síntomas típicos de cualquier vacuna contra el COVID-19, apareció la congestión nasal y una ligera tos.

Esto me llevó a sospechar que los síntomas podrían estar relacionados más con una enfermedad que con los efectos de la vacuna. Aunque la tos no era ni seca ni persistente, como se suele describir en el cuadro sintomatológico del COVID-19.

Notifiqué mi caso, pero que tuviese peores síntomas que los comúnmente asociados a la vacuna tan sólo unos 3 días después no era suficiente como para considerarse un posible positivo —aunque me recomendaron aislamiento—.

Me preocupaba volver el lunes a mis rutinas, a entrenar o acudir a mi centro de trabajo, con un caso sintomático leve. Así que me realicé una PCR por cuenta propia y dio positivo.

Volví a ponerme en contacto con mi centro de salud para notificar mi positivo y a proceder con lo establecido para los contagiados con el COVID-19: 10 días de cuarentena, sin una PCR o test de antígenos de confirmación.

Para entonces, ya estaba dentro del grupo privilegiado que puede recibir 2 dosis de la vacuna a los 21 días (Pfizer) o hasta los 6 meses después de la primera dosis en la Comunidad de Madrid. Y en el intervalo esperado recibí mi cita para la segunda inyección.

Los sanitarios no tenían claro si tenía o no que recibir la segunda dosis de Pfizer después de haber dado positivo —no por falta de interés, si no por todos los cambios que han supuesto las variantes como delta en la estrategia de vacunación, que no siempre se han comunicado como es debido—.

La Comunidad de Madrid, donde recibí la vacuna, recomienda "una segunda dosis en todos los casos" para quienes se han contagiado después de la primera, respetando el intervalo entre dosis y hasta 6 meses después.

"Si usted tiene 65 o menos años, puede recibir la segunda dosis (una vez recuperado y respetando el tiempo entre dosis indicado en la ficha) o retrasar su aplicación, si lo desea, hasta 6 meses desde la infección", explicita entre sus directrices para la vacunación en la capital.

Yo decidí ponerme la segunda dosis en el plazo indicado en la ficha técnica de mi vacuna, la candidata de Pfizer. Eso me aseguraba mi pauta completa de vacunación cuanto antes. 

Aquellos que tienen 66 años o más o cualquier edad con una condición de alto riesgo, deberían recibir esta dosis, una vez se recupere, respetando el tiempo entre dosis que marque la ficha técnica de la vacuna en cuestión —21 días para Pfizer, 28 para Moderna y hasta 12 semanas para AstraZeneca—. 

Otras comunidades, como Cataluña, País Vasco o Aragón, han dado la orden de adelantar la vacunación de los que han pasado la enfermedad de 6 a 2 meses después de la infección.

Fuente: ABC

Aunque la estrategia de vacunación del Gobierno de España sigue recomendando retrasar la vacunación de las personas menores de 65 años hasta los 6 meses después de la infección, tanto si se han contagiado antes como después de la primera inyección.

Si el contagio se da tras la primera de las inyecciones, como ha sido mi caso, los mayores de 65 años se vacunarán tras la recuperación, el periodo de aislamiento y el intervalo entre una y otra inyección. 

Pero aquellos que tengan menos de 65 años de edad, tendrás que esperar 6 meses para completar la pauta de vacunación con la administración de la segunda dosis. A no ser que la comunidad autónoma dicte otras directrices permitidas dentro del marco regulatorio y de la ficha técnica de la vacuna. 

Fuente: Gobierno de España, Comunidad de Madrid