Cobro 2.000 euros por reescribir currículums: así convertí mi experiencia en RRHH en una manera de ganar mucho dinero

Este artículo se basa en una conversación con Dawid Wiacek, un preparador laboral, redactor de currículums y fundador de Career Fixer. El texto ha sido editado por motivos de claridad y extensión. 

Como la mayoría de los niños, ni siquiera sabía que la redacción de currículums era una profesión. Acabé en este negocio totalmente por accidente. 

Mi primer empleo al salir de la universidad fue en el departamento de atención al cliente en una empresa tecnológica que se dedicaba a buscar puestos para ejecutivos. 

Tenía poco más de 20 años y no tenía experiencia, pero empecé ayudando a directivos y profesionales de alto nivel a encontrar trabajo. Aprendí mucho, así que empecé a aplicar esos conocimientos redactando el CV de mis familiares y amigos gratuitamente.

Este primer empleo consistía principalmente en editar la vida laboral de los clientes, pero a veces significaba reescribir un currículum entero porque el documento original era una copia por fax, o estaba tan anticuado que era necesario empezar de cero. También existían clientes que ni siquiera tenían uno.

Empecé cobrando 50 dólares por CV, lo que llamaba mi "dinero para helados", ya que mi trabajo a tiempo completo cubría (aunque a duras penas) mis principales gastos. Este dinero extra lo utilizaba para cosas no esenciales. 

Los helados representaban los caprichos que podía permitirme con ese dinero, pero también lo ahorraba para hacer escapadas de fin de semana o noches especiales. 

La gente se quedaba impresionada con la calidad de mi trabajo, y no solo hacía que se sintieran mejor consigo mismos, sino que realmente les ayudaba a conseguir entrevistas de trabajo. 

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Después de mi primer empleo, pasé por varios puestos relacionados con recursos humanos, trabajando en una organización sin ánimo de lucro, en una agencia de contratación para nuevas empresas, en una agencia de marketing, en una gran empresa privada e incluso para el Gobierno. 

Todo lo que aprendí en los diferentes puestos me sirve a día de hoy, ya que mis clientes abarcan todos los sectores y funciones.

Cuando empiezas a tomarte en serio la redacción de currículums, la historia cambia

Cuando empecé a ayudar a la gente con sus currículums, lo veía como un negocio paralelo o un hobby. 

En 2015, me di cuenta de que se me daba muy bien y que trabajar para otra persona ya no tenía sentido. Lo que me retenía a dar el paso era saber que no iba a tener un sueldo fijo todos los meses. 

Finalmente, esa primavera dejé mi trabajo. El riesgo valió la pena a largo plazo, porque ahora tengo mi propio negocio, hago mi propio horario y hago algo que me gusta, y eso es muy gratificante. Además, gano más dinero que antes, y ni siquiera suelo trabajar las 8 horas de una jornada normal.

En la actualidad, me siento cómodo redactando currículums de ejecutivos y asesorando a gente. Trabajar con vicepresidentes y directores generales es un trabajo exigente e intenso, pero muy gratificante.

Estas son algunas de las cosas más importantes que he aprendido para tener éxito como redactor de currículums. 

No hay que limitarse a detectar errores tipográficos: es necesario ayudar a la gente a resolver sus dudas

Obviamente, escribir currículos es mucho más que corregir errores tipográficos, se trata de captar la esencia profesional de una persona y transmitir su valor único al mercado. 

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Esa es la parte que más me gusta de mi trabajo. En mi opinión, ser un gran redactor de CV y ser un gran coach laboral son una misma cosa.

La mayoría de las personas que contratan mis servicios vienen por referencias de otros clientes. De hecho, muchos de ellos contratan conmigo un conjunto integrado de servicios. 

Para ellos, no soy solo un redactor de currículums, sino que soy un aliado con el que cuentan para abordar su empleo actual o cuál será su próximo trabajo, en definitiva, para evaluar sus carreras profesionales. 

También me dedico a la publicidad, a las estrategias de venta y a que los salarios de mis clientes aumenten. 

Desde mi punto de vista, es una tontería gastar el dinero en que alguien te redacte el CV si la confianza en uno mismo es baja, o no se tiene un enfoque claro a la hora de buscar empleo. 

El currículum es solo una pequeña parte del potencial profesional del candidato. Su actitud, su presencia en LinkedIn y sus habilidades para establecer contactos son muy importantes, por ello, también ofrezco servicios relacionados con estas cuestiones. 

Como a la mayoría de los clientes les gustó mi trabajo cuando les redacté la vida laboral, el paso natural fue que contratasen conmigo el servicio de coaching. 

Darle importancia al retorno de la inversión en tu trabajo

Tardé un par de años en labrarme una reputación lo suficientemente sólida como para poder ganarme la vida exclusivamente con este trabajo. Solo tenía un puñado de clientes, por lo que también aceptaba redactar otro tipo de documentos.

Cuando por fin tuve una jornada completa, aumenté mi tarifa a unos 100 dólares por currículum. 

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50 dólares no era suficiente para cubrir mis gastos, sobre todo porque entonces tardaba entre 5 y 10 horas en reescribir un CV correctamente, además de las primeras llamadas, la investigación, el formato, la redacción, la edición, los correos electrónicos de los clientes y otros trabajos administrativos. 

Después de eso, empecé a aumentar mi tarifa cada 6 o 12 meses —200 dólares por currículum, luego 500 y después 800— para ver cómo se comportaba la demanda. 

Hoy en día, cobro entre 1.500 y 2.000 dólares por proyectos de redacción de vidas laborales, y eso no incluye otros servicios como LinkedIn o el coaching ejecutivo. Dependiendo del tiempo que me lleve, puedo ganar entre 300 y 500 dólares por hora.

Mis tarifas de coaching rondan el mismo precio por hora, dependiendo de si se trata de asesoramiento para profesionales o para ejecutivos. Mis clientes nunca me preguntan si he dedicado 3 o 15 horas a su currículum. Pagan por mis habilidades, mis conocimientos y el resultado final.

Y la gente paga. ¿Por qué? Porque si la inversión de 400 dólares, o incluso de 1.500 dólares, te ayuda a encontrar un trabajo en el que el sueldo es de miles de dólares al año, o te ayuda a conseguir un codiciado puesto en un consejo de administración, entonces el retorno de la inversión merece la pena. 

Algunos de mis clientes son ricos, pero otros están mal pagados e infravalorados, y no les gusta venderse. Un currículum convincente y sólido hace ese trabajo por ellos.

De hecho, la mayoría de mis consejos se pueden encontrar gratuitamente en internet, incluso en mi perfil de LinkedIn, pero parece que la gente no escucha los consejos gratuitos. 

A veces, pagar 100 dólares por hora a un entrenador personal o 400 dólares por hora a un asesor profesional como yo es lo único que da resultados: conduce a tener cierta presión y responsabilidad que obliga a la gente a ponerse en marcha.

Mantener las habilidades y la marca profesional a punto

Aunque la redacción del currículum y sus componentes asociados me resultan fáciles ahora, no siempre fue así. 

Para desarrollar mis habilidades y llegar a este punto, he asistido a numerosas conferencias (y he hablado en algunas), he leído toneladas de libros e innumerables artículos sobre todo tipo de temas, desde la psicología hasta el desarrollo del talento, y he recibido numerosas certificaciones relacionadas con este campo.

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También asisto constantemente a seminarios online y establezco contactos con otras personas que se dedican a la redacción de currículums y compañeros de coaching para mantenerme integrado en el sector. Me he asociado con pequeñas empresas, escuelas e instituciones que me han permitido construir mi marca y atraer nuevos clientes. 

Mi objetivo a largo plazo es ser el mejor coach laboral que pueda ser, pero la redacción de CV probablemente siempre formará parte de esa mezcla, ya que me ha permitido utilizar mis amplias habilidades de una forma tremendamente divertida, ayudando a otras personas. Estoy muy agradecido de haber encontrado esta vocación.