Cómo elegir entre formación online o presencial

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Aunque muchos pensaron que la formación online sería cosa de unos días, lo cierto es que el conocido como e-leaning no deja de crecer año tras años, consolidándose como alternativa cada vez más a tener en cuenta a la hora de formarse.

De acuerdo a un estudio elaborado por la universidad la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en colaboración con GAD3,desde el año 2000 la formación por internet ha crecido un 900% a nivel mundial. Y se espera que lo siga haciendo.

El segmento online en España en materia de grado se ha incrementado de acuerdo a este informe en un 5% mientras que el de máster lo hace en un 26%. El pronóstico espera que este alumnado se multiplique por 10 en los próximos 8 años. Ejemplo de esto es la propia UNIR, la universidad en internet comenzaba su andadura en 2009 con 900 alumnos y el curso pasado contaba ya con 27.459 matriculados.

De acuerdo a los últimos datos facilitados por el Ministerio de Educación en el curso de 2016-2017 el sistema universitario español contó con un total de 1.564.943 alumnos de los cuales 236.689 lo hacían en la modalidad no presencial. Unas cifras que acortan  mucho más la distancia si nos centramos tan solo en la formación de máster de las universidades privadas, centros que tradicionalmente se han abierto antes al modelo digital. En este caso el alumnado que se matriculó en modalidad presencial fue de 33.408 mientras que el que lo hizo no presencial fue de 31.843 alumnos.

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Estas cifras no pueden ser consideradas exactas a la hora de discernir entre alumnos presenciales y alumnos digitales, pues la modalidad no presencial puede incluir otras variantes. Pero sí arroja luz sobre como en el sistema universitario la brecha entre los que deciden acudir a clase y los que prefieren estudiar a través de la pantalla de su ordenador va estrechándose.

A esto además se le puede sumar todas aquellas personas que deciden servirse de las herramientas digitales para aprender idiomas, títulos propios o se inscriben en un MOOC. En este sentido,  ESADE Business School comenzaba en 2016 una alianza con Homuorken y Courser como respuesta a su apuesta por la formación 100% online que con su primer curso lograba sumar más de 11.000 alumnos registrados.

La formación digital es ya una modalidad a la que se han rendido la mayoría de universidades, centros de formación superior y escuelas de negocio. Cuenta con prestigio y dedicación, y es vista con agrado por las nuevas generaciones de estudiantes.

Todo esto ha hecho que a la hora de escoger formación el estudiante actual se enfrente a una nueva duda: cómo escoger entre formación online o presencial.

Calidad de los centros y los programas, requisito esencial

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Lo primero a la hora de tener en cuenta antes de decidirse por una modalidad de formación online o presencial es asegurarse de cómo entiende un centro el concepto "formación online". "La capacitación en línea puede tener diferentes formatos. En el extremo, se puede encontrar vídeos sin interacciones entre los participantes, hasta 'la educación combinada' donde la formación digital se combina con con sesiones sincronizadas, tutoriales y trabajo grupal, para crear un red entre los participantes", advierte Petya Platikanova, Profesora titular del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en ESADE.

Saber qué tipo de curso online se quiere a asumir ayudará a no llevarse sorpresas de última hora y a saber que el curso escogido está en consonancia con las expectativas del estudiante. Una vez que se tiene claro, uno de los pasos principales a la hora de escoger cualquier modalidad, pero en especial en la formación online, pasa porasegurarse de la calidad y el prestigio de la institución que lo imparte.

"Existen sospechas a cerca de los niveles de exigencia de los cursos en línea, pero creo que se pueden "regalar títulos" tanto en una enseñanza presencial, como a distancia" reflexiona Miguel Santamaría Lancho, profesor Titular de Historia Económica en la UNED quien ha participado durante años en la gestión de la aplicación de las TICs a la enseñanza y el aprendizaje. "Cada institución establece sus propios niveles de exigencia", por lo que conocer cuáles son estos debe ser una de las primeras informaciones a tener en cuenta a la hora de escoger formación.

En esta misma línea también encontramos el consejo de Eva Asensio, directora de la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR. "Hay excelentes y pésimos programas online y presenciales. La modalidad no es un indicador de la calidad. Depende del rigor y de la calidad académica de la institución que imparta la formación".

Flexibilidad online vs networking presencial

Aunque las tecnologías han avanzado mucho,como recuerda David Ruiz de Olano, director de programas executive de Deusto Business School,"no puede esperarse la misma experiencia en ambos canales y esto lo tiene que tener en cuenta un alumno antes de empezar la formación".

Una buena forma de escoger entre la modalidad presencial o la modalidad onlinepasa por reflexionar previamente sobre el objetivo de los estudios que se quieren iniciar y las necesidades y el compromiso como alumno.

La principal diferencia ymayor ventaja que ofrecen los estudios online es la posibilidad de eliminar horarios y barreras geográficas. Por un lado esta flexibilidad digital permite un profesorado más internacional ya que al ser clases virtuales no requieren desplazamientos y las colaboraciones pueden favorecerse.Por otro puede ser un buen aliado para alumnos que posean obligaciones laborales, familiares o tengan problemas de desplazamientos.

Pero esta libertad puede conllevar esfuerzos extra a tener muy en cuenta. "La formación en línea requerirá disciplina y buena administración del tiempo", opina Platikanova de ESADE, una opinión que también resaltan desde Deusto Business School: "en el online, el trabajo individual siempre se hará más pesado, necesitando una mayor autodisciplina de trabajo que el presencial, que cuenta con el apoyo continuado del grupo", asegura Ruiz de Olano.

No se trata de que se demande más trabajo, en los títulos oficiales el esfuerzo a priori debería ser el mismo en ambas modalidades ya que viene regulado por la normativa: el número de ECTS es un requisito establecido por Bolonia. La cuestión va más ligada a la permisibilidad de horarios frente a las clases cerradas del presenecial.

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Como recalcaSantamaría, existe la posibilidad de que alumnos poco disciplinados se pierdan en ese exceso de libertad del modelo online."Poder estudiar en cualquier momento está muy bien, el problema suele ser que lo que puedes hacer en cualquier momento muchas veces no lo haces", reflexiona el profesor de la UNED.

Un futuro alumno en un curso en modo online deberá ser consciente de que existe un mayor grado de compromiso que en el presencial. "Estudiar en línea requiere tener una gran capacidad de autoregulación: marcarte objetivos, planificar su consecución, revisar tu desempeño y adoptar las medidas correctoras que sean necesarias", considera Santamaría. Por lo que ser consciente previamente del nivel de responsabilidad a asumir es esencial para después no abandonar en el camino.

Existen por tanto características individuales que pueden hacer que un estudiante funcione mejor en presencial o en digital. Otra de ellas está ligada con la necesidad de establecer relaciones sociales.  "Personas que no tienen acceso a Internet; alumnos más jóvenes que buscan la vida estudiantil en un campus, estudiantes que prefieren estudiar en un entorno determinado y con horarios más reglados" pueden ser, como puntualiza Eva Asensio de UNIR casos claros de alumnos que deberían decantarse por presencial.

Si hace mucho que se abandonó la formación, si no se dispone de mucho tiempo,  si se necesita el contacto con otras personas para motivarse la opción semi-presencial o presencial puede ser la más acertada. "También puede ser más adecuada  para un aprendizaje sobre habilidades o gestión" reflexiona David Ruiz de Olano frente al online que puede estar "más encaminado a estudios más técnicos".

En definitiva es valorar que aunque todos los cursos online favorecen el contacto y la comunicación, ciertos grados de networking como pueden ser las charlas en los pasillos o la pausa del café se pierden a través de las pantallas.  Sobre todo a nivel de máster los contactos pueden ser esenciales a la hora de encontrar trabajo o equipos para un proyecto. Por ello es fundamental conocer qué tipo de actividades ofertan los centros para favorecer las relaciones sociales: jornadas de formación, encuentros, charlas ... son puntos positivos que aproximan la formación online al networking.

Un requisito evidente pero a veces no tenido en cuenta es la destreza con los dispositivos tecnológicos. Si no se poseen habilidades tecnológicas, no se cuenta con los dispositivos adecuados, buena conexión a internet  o no se tiene contacto con plataformas digitales, es obvio que el alumno debería plantearse un modelo más tradicional.

Y en cuestión de empresas, ¿las compañías valoran igual los títulos digitales que presenciales? "En muchos casos, se considera más beneficioso, siempre que sea otorgada por una universidad acreditada. La señal que proporciona es que el profesional está muy motivado para completar con éxito un programa bajo presión de trabajo", considerada Petya Platikanova de ESADE.

Una opinión que también comparte Miguel Santamaría, "en la empleabilidad pesan muchas competencias genéricas resiliencia, responsabilidad, orientación a logro, gestión del tiempo, capacidad de liderazgo etc. que no se aprende en las universidades, aunque forman parte del núcleo curricular de las escuelas de negocio. Lo cierto es que las personas que finalizan sus estudios en un sistema no presencial tienen muchas oportunidades para desarrollar esas competencias y muchos empleadores lo ponen en valor".

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