Cómo evitar la condensación en las ventanas para impedir la aparición de moho en tu hogar

Con la llegada del frío, así como la humedad presente en el ambiente, es bastante frecuente encontrarse las ventanas cubiertas por una fina película de agua. Es lo mismo que pasa cuando uno se da una ducha con agua caliente, o hierbe agua para cocinar, siendo algo difícil de impedir.

La condensación es un fenómeno mediante el cual el agua pasa de estado gaseoso, en forma de vapor de agua, a estado líquido. Esto ocurre por la diferencia de temperatura que hay en una superficie. El aire húmedo que se encuentra dentro de tu hogar entra en contacto con las ventanas, que están más frías en invierno, dando lugar a este cambio.

La condensación puede poner en peligro la parte inferior de la ventana. Y, no solo eso, también incrementa la aparición del moho, hongos y otras bacterias a lo largo del marco. En ocasiones este puede extenderse hasta la pared. Y, aunque existen trucos para evitar el moho como la colocación de ciertos tipos de plantas, es complicado en este caso si no se adoptan otras medidas.

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Cómo evitar la condensación en las ventanas

El fenómeno de la condensación en ventanas puede ocasionar diversos problemas en el hogar. Desde el deterioro de la pintura alrededor de estas hasta la aparición de moho. Por suerte existen formas de evitar que las diferencias de temperatura causen estragos.

Si en tu casa las ventanas suelen cubrirse de estas partículas de agua en invierno, estos trucos pueden serte de gran utilidad para que no vuelva a pasar, y algunos de ellos son muy sencillos de llevar a cabo.

Ventila tu casa todos los días

Renovar el aire de tu casa todos los días es importante para regular la temperatura interna. Abrir las ventanas durante un cuarto de hora cada día reduce el riesgo de que se empañen los cristales. También es menos probable que se genere humedad en el interior de la casa.

Ventilar tu casa tiene también otros beneficios más relacionados con la salud. Y es que la renovación del aire puede ser un punto muy positivo para ti. Aunque es importante no excederse en esta época tan fría.

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Controla la temperatura de tu casa

Cuando la temperatura interior de tu vivienda contrasta demasiado con la del exterior, que se impregna en las ventanas, es cuando surge el fenómeno de la condensación. Mantener una temperatura ambiente adecuada en tu casa, sobre los 18 grados aproximadamente, puede evitar una gran diferencia.

Aunque no encender la calefacción supone un gran ahorro a final de mes, y evita la condensación, lo recomendable es mantener una temperatura cálida. Vivir en un hogar frío dispara los problemas de salud. Así que todo es cuestión de optar por los grados adecuados.

Pinta las paredes con pintura anticondensación

Tipos de pintura para el hogar hay de muchas clases. Si tu casa es propensa a retener la humedad, problema que suele reflejarse en las ventanas, quizás debas optar por una pintura anticondensación para las zonas más cercanas a estas.

Esta pintura posee una función aislante térmico que evita las conocidas como paredes frías. A menudo estas zonas de la casa suelen agarrar la humedad si no se cuidan adecuadamente. En casos más extremos puede ocasionar la aparición de moho.

Instala ventanas con rotura de puente térmico

Esta medida quizás sirva para quienes puedan permitirse cambiar sus antiguas ventanas por unas nuevas preparadas para enfrentar este fenómeno. La mejor opción son las ventanas de rotura de puente térmico.

Este tipo de ventanales permiten un mayor aislamiento que evita la condensación en el cristal. También evita que aparezca moho en las paredes y, por si fuera poco, permite ahorrar una cantidad considerable de energía al año.