Así es como Ford utiliza las cáscaras de granos de café que McDonald's deshecha para fabricar piezas de sus automóviles

  • McDonald's envía al año unas 28.000 toneladas de cáscaras de grano de café a los vertederos. Ahora, la empresa quiere poner fin a esto asociándose con el fabricante de coches Ford con la esperanza de limitar la cantidad de residuos que genera.
  • El equipo de investigación y desarrollo de Ford ya ha usado con anterioridad subproductos derivados de la fabricación de vaqueros para la fabricación de piezas de sus automóviles, y han descubierto el enorme potencial que tienen las cáscaras de granos de café para la creación de faros.
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Cada año, McDonald’s produce más de 28.000 toneladas de cáscaras de grano de café. Son los restos secos sin usar que se desprenden de los granos de café durante el proceso de tostado. Esas 28.000 toneladas solían ir directas a la basura. Pero, ahora, Ford se está haciendo con esos ‘deshechos’ de McDonald’s y los está convirtiendo en piezas para automóviles.

Casi 140 millones de toneladas de residuos sólidos se enviaron a los vertederos de Estados Unidos a lo largo de 2017. Y, cuando toda esa basura llega al depósito, se almacena en una enorme pila de la que es casi imposible recuperar cualquier cosa. La incineración de esos restos genera dióxido de carbono y otras emisiones de gases de efecto invernadero que son muy perjudiciales para el medio ambiente. Lo bueno es que algunos de esos materiales no tienen por qué terminar en esos vertederos, como la cáscara de los granos de café.

McDonald’s está colaborando con el equipo de investigación de Ford, que ya está usando restos de trigo, tomates e incluso de subproductos de la tela vaquera para fabricar piezas de automóviles. Este mismo equipo fue el que dio con la clave para utilizar la cáscara de los granos de café para fabricar diferentes componentes de coches, especialmente aquellos que necesitan soportar altas temperaturas, como los faros y las cubiertas de la batería.

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Cuando las cáscaras de los granos de café se calientan a altas temperaturas y se mezclan con plástico y otros elementos, se transforman en un material que puede adoptar diferentes formas. No solo acabarán menos residuos en los vertederos, sino que el uso de las cáscaras puede aportar algo a los vehículos de Ford. Sus faros suelen estar hechos de plástico y talco, un mineral que requiere ser extraído. Ahora son las cáscaras de grano de café las que se encargan de sustituir al talco, haciendo que la pieza del coche resultante sea un 20% más ligera. Moldear la cáscara también requiere un 25% menos de energía que la anterior combinación de materiales. El componente hecho con la cáscara de los granos cumple todos los requisitos de durabilidad y rendimiento y puede soportar altas temperaturas de manera más eficiente que el talco.

¿Cómo es que ahora a Ford le ha dado por convertir la cáscara de los granos de café en faros para sus coches?

Todo empieza donde se cultivan los granos de café: en Sudamérica. Los granos se recogen y luego se envían a plantas donde se tuestan. Cuando los granos pasan por los tostadores, la piel se desprende. La cáscara del café se recoge y la envían a Competitive Green Technologies, una empresa de biotecnología en Ontario, en Canadá. Aquí es donde mezclan la cáscara de los granos de café con el plástico.

El material, ya mezclado, se envía a una empresa llamada Varroc que moldea y ensambla los faros. La compañía utiliza un proceso denominado moldeado por inyección. Las bolitas de plástico y las cáscaras se terminan de mezclar dentro de una máquina. El producto se calienta y se amasa; luego se inyecta en un molde que se coloca bajo presión y que le dará el contorno de la pieza deseada. Cada faro tarda de 30 a 60 segundos en adquirir la forma definitiva. El paso final es enviar los faros a Ford, que los añade a los coches. 

Ford empezó a instalar los faros en su modelo Lincoln Continental en diciembre de 2019. Se espera que futuros modelos sigan el mismo camino. Pero esto no elimina el problema medioambiental por completo. Al final de la vida de un coche, algunas partes acabarán en algún vertedero, ya que siguen estando hechas de puro plástico.

Ford y McDonald’s tienen planes para reducir esos residuos sustituyendo el tradicional plástico por plástico reciclado. Ford espera alcanzar el 100% plástico reciclado y sostenible en sus coches en 2035. Los esfuerzos para lograr la sostenibilidad no deben quedarse solo en eso. Ford también está estudiando el aprovechamiento de otros productos desechados de McDonald’s, como las pieles de la naranja y de las patatas. Así que, quién sabe… Tal vez algún día estemos conduciendo coches hechos completamente a base de residuos de comida rápida.

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