Así funciona Hyperloop, el sueño futurista de Elon Musk para viajar a más de 1.000 kilómetros por hora que podría revolucionar el mundo

  • Elon Musk presentó el concepto del hyperloop en el año 2013, a través de un extenso documento en el que detallaba sus bondades y concretaba los costes y la tecnología necesaria. 
  • A día de hoy, ni siquiera Estados Unidos cuenta con un hyperloop operativo, a pesar de que ya se ha invertido mucho dinero y tiempo en su desarrollo.
  • Todo se reduce a la tecnología, al dinero disponible y a la construcción.
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Esta es la transcripción del vídeo.

Narrador: lo que tienes ante ti es el futuro del transporte de alta velocidad. Es tres veces y media más veloz que el tren bala de Japón e incluso más rápido que un Boeing 747. Es un hyperloop: un sistema de trenes magnéticos que levitan dentro de un tubo a más de 1.000 kilómetros por hora. En teoría, podrías ir de Los Ángeles a San Francisco (o de Madrid a Barcelona) en tan solo 45 minutos con billetes a menos de 75 euros. Esta tecnología podría hacer que trabajar y vivir en dos ciudades diferentes se convierta en algo habitual, y al mismo tiempo crear un mundo con menos tráfico y contaminación.

Narrador: y con una exitosa prueba realizada con personas en noviembre de 2020, podríamos estar a noes de 10 años de que esta tecnología sea una realidad. El concepto del hyperloop se hizo muy popular en el año 2013, gracias a un artículo de 58 páginas elaborado por Elon Musk llamado 'Hyperloop Alpha', en el que describe el diseño, los costes y la seguridad del prototipo. Pero la tecnología para combinarlo todo comercialmente solo ha sido puesta a punto recientemente: hablamos de la levitación  magnética o ‘maglev’.

El ‘maglev’ es, básicamente, todo lo que permite al hyperloop ir increíblemente rápido, gracias a la ausencia de fricción entre los vagones de transporte de pasajeros y el sistema de “raíles” en forma de tubo. El concepto en general es bastante simple. Los imanes que recubren la parte inferior de la cápsula repelen el material del propio tubo, propiciando la levitación de la cápsula mientras hace su recorrido.

Giegel: como ingeniero, siempre me ha entusiasmado hablar de la levitación magnética, de la propulsión electromagnética.

Estos son los 4 retos tecnológicos que debe superar el Hyperloop para convertirse en un medio de transporte viable

Narrador: él es Josh, un ingeniero mecánico que trabajó anteriormente en SpaceX. Ahora es el cofundador y CTO de Virgin Hyperloop. Y este es Chuck, él es ingeniero principal de otra compañía que desarrolla hyperloop, Hyperloop Transportation Technologies. Ambos están desarrollando la mejor combinación de imanes para crear una experiencia lo más suave posible durante el viaje, usando tanto ‘maglev’ pasivo como activo.

El ‘maglev’ pasivo hace uso de imanes permanentes en una configuración muy específica para crear una corriente magnética constante que hace levitar el vagón, similar a los imanes con los que jugabas de niño. El ‘maglev’ activo emplea una combinación de imanes permanentes y electroimanes, estos últimos se encargan de manipular la corriente eléctrica y la fuerza que tendrá dicha corriente. 

Giegel: básicamente, si me acerco demasiado, puedo conducirlo hacia una dirección. Si me alejo demasiado, añado algo de fuerza. Y así se genera una especie de equilibrio. Y si hay algún bache en la vía hay un sistema que utiliza el control activo para hacer que la conducción sea suave.
Narrador: y aunque podrías llegar a pensar que esto suena muy parecido a los trenes ‘maglev’ que existen actualmente, el concepto del hyperloop elimina un elemento clave que aún obstaculiza a muchos trenes y aviones: la resistencia del aire.

Giegel: si alguna vez has sacado la mano por la ventana mientras conduces, imagínate esa misma sensación si no existiera ningún tipo de aire. No sentirías esa típica fuerza que te empuja la mano hacia atrás. Y lo mismo podría decirse que pasa en el hyperloop.

Narrador: aquí es donde las bombas de vacío son realmente útiles. Ambas compañías están instalando sus propias bomba a través de todo el “tubo”. En el caso del HyperloopTT

Chuck Michael: las bombas de vacío, en nuestro caso, las desarrolla Leybold. Inventaron la bomba de vacío hace unos 150 años, por lo que tienen mucha experiencia. 

Narrador: estas bombas, ubicadas cada 10 kilómetros, teóricamente son capaces de succionar el 99,9% del aire que hay entre la cápsula y el tubo. Eliminar la resistencia del aire podría suponer la diferencia para lograr unos 800 kilómetros por hora.

Michael: en teoría, podrías ir incluso más rápido que la velocidad del sonido, pero eso es jugar con algunas cosas divertidas que haremos más adelante.

Narrador: se tardará un poco más en lograr un transporte supersónico. Para empezar, las compañías tienen que probar que esa tecnología es segura, así que este paso es muy importante.

Luchian: ¡Wow!

Giegel: ¡Sí!

Luchian: ¡He volado!

Giegel: ¡Sí!

Luchian: ¡Ha estado muy bien!

Giegel: ¡Ha sido impresionante!

Narrador: en noviembre de 2020, Josh y Sara Virgin Hyperloop se convirtieron en las primeras personas en subirse en un hyperloop. El prototipo de dos asientos del hyperloop viajó 500 metros, alcanzando los 127 kilómetros por hora en 6,25 segundos.

Giegel: te sientes como un poco obligado a quedarte sentado. No podrías, ni siquiera, notar la levitación. Es que no te estás dando cuenta de que estás levitando. Lo que notas es que no hay muchas sacudidas. Verlo en cámara no hace justicia a la experiencia, da más botes de los que realmente hemos dado nosotros. Es una sensación reconfortante, una sensación como de estar encima de una almohada. Puedes procesar todo lo que está ocurriendo a tu alrededor. Estamos moviéndonos en algo que no era más que un pedazo de papel no hace mucho tiempo.

Narrador: aunque el viaje demostró lo seguro que era el hyperloop, la empresa quiere trabajar aún más en la experiencia durante el trayecto. El verdadero hyperloop será mucho más grande, con capacidad para albergar a 28 pasajeros o más, moviendo a 30.000 usuarios por hora. Pero para llegar a ese punto, habrá muchas más pruebas que involucrarán a ambas compañías.

Michael: muchas cosas tienen que pasar entre nuestros días y el futuro. La construcción del hyperloop es una cosa, la creación de la ruta es otra. La integración con las estaciones, también es otro tema, y eso requiere que las comunidades colaboren.

Narrador: y el HyperloopTT está actualmente inmerso en su trabajo de construir y probar un proyecto a gran escala en Abu Dabi. Su primer proyecto potencial en Estados Unidos se llevará a cabo desde Chicago hasta Cleveland. Virgin Hyperloop construirá sus nuevas instalaciones de prueba en Virginia Occidental en 2022, incluyendo una pista de 9.600 metros que se utilizarán para probar y establecer directrices de regulación y seguridad. 

Giegel: en 2025 tenemos la intención de certificar toda una flota de vehículos, esos que pueden transportar a 28 pasajeros.

Narrador: Virgin Hyperloop tiene planes en Dubái, India y en más países. Cuenta con planes en Estados Unidos, concretamente en el Medio Oeste, en Carolina del Norte y en Texas. Pero ambos proyectos estadounidenses no estarán completos hasta alrededor del año 2030. Lo cual puede parecer mucho tiempo, pero los aviones tardaron unos 16 años en ponerse en marcha y el primer tren de alta velocidad de Japón tardó al menos una década en ser desarrollado. Así que unos 15 años para un hyperloop no parece ser tanto, después de todo…

Giegel:  ¿Cómo podemos ser un país del siglo XXII cuando estamos construyendo sobre la tecnología del siglo XIX en el siglo XX? En un solo carril del hyperloop caben más de 30.000 usuarios cada hora. ¿Qué va a suponer esto? ¿En qué se debe invertir para poder satisfacer a la futura demanda, a las necesidades que habrá? Un cambio es posible si estamos dispuestos a aceptarlo.

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