Cómo hacer el brownie perfecto, según un experto

El brownie es un dulce que proviene de Estados Unidos cuyo origen sigue generando muchas dudas y teorías.

Algunos atribuyen su nacimiento a una importante exposición en el Hotel Palmer House de Chicago, cuando los organizadores pidieron al repostero preparar un postre para colocarlo en cajas y que pudiera comerse sin mancharse las manos. 

Otra historia cuenta que el postre surgió cuando un cocinero, por accidente, añadió chocolate derretido a la masa de unas galletas. 

Pero lo cierto es que la versión más extendida es la que asegura que este popular postre surgió como fruto de una equivocación.

Según esta teoría, alguien se olvidó de añadir levadura a un bizcocho de chocolate y, al hornearlo, se logró un bizcocho compacto y plano, ligeramente crujiente por fuera y muy jugoso en el interior. Lo que parecía un error se acabó convirtiendo en todo un acierto.

Si quieres preparar tu versión casera, Moncho López, de Levaduramadre Natural Bakery, da todas las claves para conseguir que tu receta de brownie quede a la perfección.

Como en toda receta, una de las claves para acertar en el resultado está en los ingredientes, que tienen que ser de calidad.

• 200 gramos de mantequilla
• 180 gramos de chocolate negro
• 2 huevos
• 120 gramos de harina de trigo

Como explica López, el chocolate que utilices para la elaboración del brownie tiene que ser con con al menos un 70% de cacao puro y sin azúcar. 

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"Es importante escoger el porcentaje de cacao adecuado porque si utilizamos un chocolate más puro, el resultado puede no ser tan cremoso y dulce como debiera, y con un chocolate con un 50% de cacao, por ejemplo, el bizcocho puede no tener suficiente potencia”, señala el experto.

Consejos y trucos para hacer el brownie perfecto

Para hacer el brownie perfecto, lo primero que debes hacer es derretir el chocolate junto con la mantequilla y deja templar la mezcla. Tras esto, añade los huevos uno a uno y cuando está todo incorporado, añade la harina tamizada. 

"Al principio, la mezcla puede moverse con una lengua, pero luego hay que hacerlo con varillas”, explica López.

Para hornearlo, la temperatura tiene que ser de un mínimo de 200-220 grados, siendo preferible que se haga en un horno de convección y que durante el horneado se genere costra, según López.

"El brownie puede subir durante el horneado, pero una vez que se saca del horno, baja. No hace falta que repose”, añade.

Este dulce necesita poco horneado y su interior es ligeramente húmedo para que no resulte seco al consumirlo. Si no quieres usar el horno, siempre tienes la opción de hacer la versión en una taza para microondas.

López recomienda acompañar el postre con helado de vainilla, una combinación perfecta debido a que el brownie se sirve en caliente.