Todo lo que necesitas para preparar tu propio jabón y los pasos para elaborarlo en casa

Elaborar jabón en casa no es complicado.
Elaborar jabón en casa no es complicado.Carol Yepes/Getty Images
  • Puedes elaborar jabón casero con algunos ingredientes clave.
  • Necesitará lejía, junto con una selección de aceites: el aceite de oliva, el aceite de coco, el aceite de almendras o el aceite de girasol funcionan.
  • Hay varios métodos diferentes para hacer jabón: aquí se explica una receta para un proceso en frío.
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Lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos es la forma más efectiva de mantenerse limpio y detener la propagación de enfermedades causadas por gérmenes.

Y si deseas abastecerte de mucho jabón, o simplemente quieres pasar el tiempo de confinamiento entretenido, puedes hacer tu propio jabón en casa. Aquí te explicamos cómo hacerlo.

Cómo funciona el jabón

El jabón se genera a partir de la combinación de grasa y un material alcalino, que reacciona a través de un proceso químico llamado saponificación.

La saponificación produce una sustancia que puede combinarse tanto con agua como con aceite, explica Anastasia Bendebury, microbióloga. Cuando se disuelve en agua, el jabón forma una micela de propiedades anfóteras, o un grupo de moléculas que son atraídas hacia el agua en el exterior y hacia el aceite en su interior.

Los gérmenes pueden adherirse al aceite y la grasa de nuestro cuerpo, por lo que si te lavas las manos solo con agua, no los eliminarás, debido a que el agua y el aceite no se mezclan.

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Pero cuando el jabón encuentra aceites, comenta Bendebury, se mezclan en el centro de la micela anfótera.Por ello, cuando te lavas las manos con agua y jabón, la combinación puede eliminar la grasa, la mugre y la suciedad, junto con los gérmenes que contienen.

Ingredientes para fabrica jabón

Para hacer jabón en casa, necesitarás los dos elementos para la saponificación: una grasa y un material alcalino. Cualquier tipo de grasa funcionará —desde el aceite de oliva hasta la manteca de cerdo o el aceite de coco— pero las diferentes grasas le dan al jabón diferentes propiedades, indica Angie Barrett, fabricante de jabón artesanal.

"El aceite de oliva es bueno para hidratar, pero no proporciona una buena espuma. El aceite de coco es una buena espuma, pero es tan limpia que hace que tu piel parezca seca", detalla.

El material alcalino es la lejía. El hidróxido de sodio es el tipo de lejía que se usa para el jabón en pastilla, mientras que el hidróxido de potasio se usa para los jabones líquidos. Se puede usar una combinación de ambos para hacer jabones en forma de gel. La lejía generalmente se puede comprar en tiendas o ferreterías.

La lejía es esencial para hacer jabón, pero puede ser un elemento peligroso con el que trabajar porque es extremadamente corrosivo. Puede quemar la piel y hacer agujeros en la tela. Por lo tanto, la lejía solo debe manipularse en un espacio bien ventilado, por alguien que use guantes y protección para los ojos y siga los procedimientos de seguridad adecuados.

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"Sin lejía, no hay jabón", dice Jenelle Kim, experta en medicina china. A través del proceso de saponificación, que puede llevar de días a semanas, la lejía es eliminada de la receta.

La reacción química que tiene lugar reorganiza las moléculas en la lejía y transforma la grasa y la lejía en jabón. No hay daño en usar el jabón una vez que se completa el proceso.

"Una vez que finaliza esta reacción, toda la lejía se convierte en jabón; no queda nada de ella en el producto terminado", asegura Kim.

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Si te preocupa manipular lejía, puedes comprar una base de jabón. Esto es un jabón en barra básico que ya ha sido sometido al proceso de saponificación. Puedes derretirlo y añadir colores, fragancias o exfoliantes de tu elección, dice Kim.

Cómo hacer jabón en casa

Hay tres métodos principales para hacer jabón en casa, comenta Rebekah Jasso Jensen, fundadora de Sanara Skin Care. Estos son:

  • Derretir y verter: este proceso implica comprar una base de jabón, derretirla y  añadir los ingredientes que desees —desde fragancias hasta aceites esenciales— y después verter el jabón en un molde. La saponificación ya ha sucedido, por lo que no tienes que preocuparte por manipular con lejía, y el jabón se puede usar inmediatamente después de que se haya enfriado. Esta es una buena opción si deseas que los niños participen en el proceso de fabricación.
  • Proceso en frío: este método implica hacer jabón desde cero utilizando lejía y grasa. No hay calentamiento, pero el jabón necesitará de 4 a 6 semanas para curarse, de modo que la saponificación se complete y desaparezca toda la lejía.
  • Proceso en caliente: aquí también se debe hacer el jabón desde cero. El calor, derivado de la cocción lenta en una olla permite acelerar la saponificación, de modo que el jabón pueda estar listo en tan solo una semana.

Jenelle Kim comparte la siguiente receta de proceso en frío:

Ingredientes y equipo necesario

  • aceite de coco ⅔ taza (ayuda a producir espuma)
  • aceite de oliva ⅔ taza
  • otro aceite líquido ⅔ taza — como aceite de almendras, semillas de uva, girasol o aceite de cártamo
  • ¼ de taza de lejía, también llamada hidróxido de sodio al 100%
  • ¾ taza de agua fría (usar destilada o purificada)
  • Un recipiente de un cuarto de galón (unos 0,95 litros )
  • Un recipiente de capacidad de 1 pinta (473 mililitros) 
  • Moldes de jabón
  • Guantes y gafas protectoras.

Instrucciones 

Paso 1: cubre tu área de trabajo. Ponte los guantes y demás prendas protectoras. Mide el agua en un recipiente de cuarto de galón (0,95 litros). Ten una cuchara lista. Mide la lejía, asegurándote de tener exactamente ¼ de taza. Vierte lentamente la lejía en el agua (nunca el agua en la lejía) removiendo durante el proceso. Mantén la distancia mientras lo haces para evitar los vapores que se desprenden en el proceso. Cuando el agua comience a limpiarse puedes dejar que se asiente mientras pasas al siguiente paso. Se generará calor a medida que ocurra la reacción química.

Paso 2: en la jarra o recipiente de una pinta de capacidad añade los tres aceites. Estos deberían sumar esa cantidad. Calienta el recipiente en el microondas durante aproximadamente un minuto, o ponlo en una olla con agua a calentar. Ajusta la temperatura de tus aceites: debe ser de aproximadamente 48º C más o menos. Aunque puedes usar para ello un termómetro específico para hacer jabón, también funcionará uno de carne normal. La lejía debería haber bajado para entonces a aproximadamente 48ºC. Espera a que ambos se enfríen entre 35 ° C y 40,5° F. Estoes crítico para la fabricación de jabón. Si baja demasiado se unirá rápidamente, pero será un producto áspero y desmenuzable.

Paso 3: cuando tanto la lejía como los aceites estén a la temperatura correcta, vierte los primeros en un tazón para mezclar. Añade lentamente la lejía, removiendo hasta que todo esté mezclado. Remeve a mano durante 5 minutos con cualquier cuchara o espátula resistente al calor. Es muy importante poner la mayor cantidad de lejía en contacto con la mayor cantidad de jabón posible. Después de aproximadamente 5 minutos, puedes seguir removiendo o puedes usar una batidora. La mezcla de jabón se aclarará y se volverá espesa. Cuando parezca un pudin de vainilla, estará listo.

Paso 4: añade tus hierbas, aceites esenciales u otros complementos. Remueve bien para combinar. Vierte la mezcla en los moldes y cúbrelos con una envoltura de plástico. Coloca una toalla vieja y envuélvelo. Esto mantendrá el calor residual y comenzará el proceso de saponificación.

Paso 5: después de 24 horas, revisa tu jabón. Si aún está tibio o suave, déjalo reposar otras 12 a 24 horas. Cuando esté frío y firme, gíralo sobre un papel pergamino o una rejilla de hornear. Si usas un molde para pan, córtalo en trozos en este punto. Permite que el jabón cure durante 4 semanas más o menos. Asegúrate de darle la vuelta una vez por semana para exponer todos los lados al aire.

Paso 6: cuando tu jabón esté completamente curado, envuélvelo en papel encerado o guárdalo en un recipiente hermético. El jabón hecho a mano crea su propia glicerina, que es un humectante, extrayendo la humedad del aire. Debe envolverse para evitar que atraiga polvo y residuos con la humedad. Limpia tu equipo expuesto a la lejía. Puedes neutralizar la lejía con vinagre blanco, luego lava los utensilios como lo harías normalmente.

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