Algunos trabajadores consideran que el modelo híbrido es más agotador que el teletrabajo: qué deben hacer las empresas para solucionarlo

Lisa Rabasca Roepe,
Una mujer cansada trabajando desde casa frente a la pantalla de su ordenador

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  • Una encuesta realizada por TinyPulse revela que los empleados califican el trabajo híbrido como más agotador que el trabajo a distancia.
  • Las empresas que quieran realizar el trabajo híbrido con éxito deben hacer la transición lentamente, según los expertos.
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Desde septiembre, Margaret Bailey, vicepresidenta de la empresa de arquitectura e ingeniería CannonDesign, tiene un horario híbrido. Cada dos semanas, explica a Business Insider, viaja a otra ciudad para reunirse con clientes durante dos o tres días antes de volver a trabajar a distancia en su casa de San Luis (Misuri, Estados Unidos).

"Si tuviera que resumir el trabajo híbrido en una palabra, sería agotador", comenta Bailey, que también es madre de un niño pequeño y un bebé de 7 meses. 

Bailey comenta que recientemente se ha encargado de dirigir un taller de dos días para algunos de sus clientes en California y "fue como si corriera una maratón". "Hablar con la gente cara a cara y establecer contacto visual, son cosas que no hemos hecho desde hace tiempo". 

Ese taller también fue un reto porque no todos los participantes estaban en la sala. "Intento ser consciente del sesgo de la distancia y asegurarme de que las personas que aparecen en las pantallas son vistas y escuchadas, y de que su aportación se valora", apunta.  

Según una encuesta reciente realizada por la empresa de software para el engagement de los empleados TinyPulse, los empleados consideran que el trabajo híbrido es mucho más agotador que el trabajo totalmente presencial o a distancia. 

De hecho, más de la mitad de los empleados se sienten más cómodos trabajando a distancia desde el inicio de la pandemia, según una encuesta realizada en noviembre por la plataforma de búsqueda de empleo Monster.

Y la mayoría de los trabajadores exigen trabajar a distancia. Según los datos de LinkedIn, el trabajo flexible es la prioridad de los empleados que más ha crecido desde la llegada del COVID-19. 

Es posible que los empleados consideren que el trabajo híbrido es menos atractivo y productivo que el trabajo a distancia porque echan de menos la autonomía de trabajar desde casa o les resulta difícil modificar su horario cada dos días. 

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"Cuando los empleados trabajan desde casa el lunes, van a la oficina el martes y luego trabajan desde casa el miércoles, están cambiando de marcha constantemente, y es difícil que la gente se adapte", explica a Business Insider Megan Murdock, directora de CBIZ, que se centra en la programación de aprendizaje y desarrollo para los profesionales de los servicios financieros. "Todo es nuevo cada día y la gente se cansa de tomar decisiones".

Business Insider ha hablado con cinco trabajadores híbridos, tres de los cuales han pedido que utilizáramos solo sus nombres de pila para evitar reacciones de sus empleadores. 

Algunos han dicho que han disfrutado de volver a conectar con sus compañeros de trabajo y clientes en persona parte del tiempo y de la flexibilidad de ir a la oficina en sus propios términos. 

Otros, algunos de los cuales tienen horarios híbridos más estrictos, han expresado que están menos contentos y son menos productivos en sus funciones después de haber cambiado el trabajo a distancia.

El trabajo híbrido tiene sus ventajas, pero a algunos trabajadores les cuesta la productividad

Anjelic, de 27 años, trabaja en un museo de la ciudad de Nueva York y cuenta a Business Insider que desde octubre tiene que ir a su oficina 16 horas a la semana. Empezó a trabajar en el museo en septiembre, y antes tuvo dos empleos a tiempo parcial, ambos a distancia. 

Le gusta ver a sus compañeros y participar en sesiones de intercambio de ideas en persona, pero "el viaje en sí te desgasta", confiesa. "Era más productiva sabiendo que podía elegir. Si tuviera que ir cada miércoles o cada jueves, me daría pavor".

Sheila, de 57 años, contratista en la zona de Washington, D.C., cuenta que tiene que ir a la oficina cuatro días a la semana desde abril y ha descubierto que es menos productiva trabajando en la oficina. Antes de la pandemia explica que tenía que estar en la oficina todos los días, pero que pasó a teletrabajar por la pandemia a partir de marzo de 2020.

"El otro día tenía que hacer cuatro tareas, pero solo pude hacer una", ilustra, subrayando que se debió en parte a que un compañero de trabajo pasó por su oficina tres veces. "Salir después de 10 horas y solo realizar una tarea no me hace sentir que he hecho mucho". 

Como su empresa no hace muchas concesiones para permitir más trabajo a distancia, Sheila reconoce que está buscando activamente otro trabajo. "Estoy segura de que podré irme o dar el preaviso antes de que termine el año", asegura.

Mark, de 50 años, investigador en una empresa biofarmacéutica de la Costa Este de Estados Unidos, va a la oficina tres días a la semana desde julio. Empezó a trabajar a distancia en la empresa en agosto de 2020, también tras el estallido de la pandemia. 

"Es estupendo tener interacciones cara a cara", dice, y añade que por fin conoce a sus compañeros de trabajo en persona. "Estoy muy contento con ello, pero comprendo que a otras personas en otras situaciones, con niños pequeños o largos desplazamientos o que son más introvertidas, les pueda costar más".

Del mismo modo, Shireen, de 44 años, vicepresidenta adjunta de comunicaciones internas en Synchrony en Stanford (Connecticut), se alegró en un primer momento de volver a la oficina tres días a la semana en octubre, pero admite que acostumbrarse a viajar de nuevo al trabajo exigió un esfuerzo. "Trabajar a distancia supone muchos retos", afirma. "Necesito estar rodeada de gente". 

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Shireen añade que le gusta poder trabajar desde casa dos días a la semana, porque disfruta de la flexibilidad de decidir qué días venir a la oficina. Antes de la pandemia podía trabajar desde casa cuando lo necesitaba.

Para quienes son padres como Bailey, volver a una oficina a tiempo parcial también significa renunciar a la ventaja de estar cerca de la familia todos los días. "No es solo el trabajo a distancia, sino todas las cosas que vienen con él a las que estamos renunciando", sentencia Bailey. 

"El sentimiento de culpa de las madres es real, especialmente cuando hemos tenido casi dos años en los que hemos estado con nuestros hijos sin parar". Antes la pandemia, Bailey cuenta que tenía cierta flexibilidad en cuanto a cuándo iría a la oficina y podía trabajar ocasionalmente desde casa, pero iba a una oficina, ya sea en San Luis o en otra ciudad, todos los días.

La solución para que el trabajo híbrido funcione

Los empresarios que quieren o necesitan que sus trabajadores vuelvan a la oficina a tiempo parcial pueden beneficiarse de encontrar formas de facilitar la transición a un modelo híbrido. 

Business Insider ha pedido a varios expertos en trabajo que compartan las formas en las que los empresarios pueden ayudar a sus trabajadores a sentir un poco más de autonomía y control sobre sus horarios mientras equilibran el trabajo a distancia con el tiempo en la oficina: 

Dale a la gente una razón para salir de casa

Kendra Mitchell, directora de personal de Chief, una red privada de miembros centrada en conectar y apoyar a las mujeres ejecutivas, explica a Business Insider que si un empleado va a ir a la oficina varias veces a la semana, necesita ver un retorno de la inversión por su tiempo. 

Por ejemplo, la empresa debería ofrecer a los empleados una oportunidad especial de aprendizaje o una oportunidad de vincularse con su equipo. "Los empresarios deben preguntarse qué tiene de especial la experiencia en persona que la diferencia de lo que un empleado haría en casa", dice Mitchell. 

Murdock está de acuerdo en que los empresarios deben asegurarse de que el tiempo en la oficina es un tiempo bien empleado. "No tiene sentido ir a una oficina y sentarse en un cubo", señala.

Permite que los empleados vuelvan a un ritmo más lento

Muchos empleadores ven su plan de regreso al trabajo como si la vuelta a la oficina fuera un interruptor de luz que se enciende y apaga, comenta a Business Insider Nancy Halpern, fundadora de Political IQ, una empresa de consultoría de gestión con sede en Nueva York que ayuda a las organizaciones a resolver la política de la oficina. 

"No es el primer día de colegio", expone. "No es mágico que todo el mundo vaya a trabajar el 3 de enero". Ella sugiere que los empleados vayan un día las dos primeras semanas, luego vayan dos días las dos semanas siguientes, y luego tres días las tres semanas siguientes. 

"Han estado separados durante 20 meses, así que no hay nada de malo en tomarse cuatro meses para hacer bien la vuelta a la oficina", resume.

Ofrece horarios personalizados

Ten en cuenta que la situación de cada persona es diferente, declara Murdock. 

Las empresas pueden compartir el horario en el que les gustaría que trabajara todo el mundo, pero luego decir: "Esto es lo que nos gustaría ver, pero si eso no funciona para ti, hablemos y encontremos algo que funcione para ti y para nosotros. Espero que los directivos hablen realmente con su gente sobre lo que quieren", concluye Bailey.

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