Guía práctica para identificar cada constelación como un profesional de la Astronomía

A todos los niños llega una edad en la que el cielo resulta fascinante. También para los adultos que no han perdido al niño que hay en ellos y aún sienten ese natural interés por saber qué hay ahí arriba. 

Desde que nació la Humanidad, los puntos brillantes en el oscuro cielo han atraído al hombre. Ahora, La contaminación lumínica de las ciudades ha cercenado parte de ese efecto WOW al mirar al cielo. 

“Somos polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas”, en palabras de Carl Sagan, astrofísico y astrónomo que sin embargo es recordado por su labor como novelista de la exploración espacial en forma de Ciencia Ficción con títulos como Contact o Cosmos.

Los meses de verano son especialmente propicios para la observación astronómica, ya que las temperaturas nocturnas no resultas molestas (con una chaqueta o un chaleco no se pasa frío), y se puede disfrutar de espectáculos como Las Perseídas o lágrimas de San Lorenzo, de la visión más clara de la Vía Láctea o la identificación de Júpiter y Saturno. 

Ahora bien, aun cuando con tan solo levantar la vista esta ya se queda fija en su belleza, inalcanzable e inabarcable, se disfruta mucho más cuando se pueden identificar cada una de las constelaciones y sus estrellas principales. 

Cómo identificar las constelaciones Boreales

Antes de comenzar a desgranar las diferentes constelaciones, ten presente que lo que ves cuando miras al cielo solo es 'la mitad'. 

Esto se debe a la rotación y la precesión de la Tierra que hace que los habitantes del hemisferio norte vean siempre las denominadas constelaciones Boreales o septentrionales y corresponden a aquellas que desde un plano terrestre se ubican en el cielo por encima del ecuador. 

Otro apunte: la mayoría de ellas se han 'estandarizado' utilizando o bien formas animales o humanas, de modo que el ojo pueda distinguirlas desde la insignificancia de la Tierra. Eso sí, en algunas, como verás, hay que echarle mucha imaginación para ver la forma compleja completa. 

La Osa Mayor

Marca el norte, es visible durante todo el año y es la más fácil de identificar. Su forma dibuja un carro o cazuela con las 7 estrellas que la componen: Dubhe (Alfa UMa), Merak (Beta UMa), Phechda (Gama UMa), Megrez (Delta UMa), Allioth (Epsilon UMa), Mizar (Zeta UMa) y Benetnasch (Eta UMa).

Si te cuesta visualizarlo, busca la Estrella Polar, la que más brilla en el firmamento y baja en diagonal desde ella. 

En la historia, ha recibido numerosas denominaciones: los griegos y romanos la bautizaron como la Osa como parte de su mitología, si bien otras culturas como los norteamericanos indígenas la veían más como un cazo y los árabes, como una caravana. 

Incluso en la literatura se ha utilizado como inspiración para los mundos fantásticos del universo de la Tierra Media. J.R.R. Tolkien identificó la Osa Mayor como Valacirca y en El Silmarillion explica cómo Varda la colocó en el cielo. 

La Osa Menor

Una vez localizada la Osa Mayor, esta es muy fácil de identificar: tira una diagonal hacia arriba, ligeramente a la derecha. Parece una réplica en perspectiva de la Osa Mayor, y juntas forman, sí, con raudales de imaginación, la forma de un oso. 

La punta del 'mango' de la cazuela o el carro en versión mini que es la Osa Menor es la Estrella Polar, utilizada todavía hoy en día para la orientación en la noche y en la marina.  

Casiopea

Cuando has conseguido identificar las dos anteriores, resulta más sencillo trazar uniones mentales entre las estrellas para visualizar las constelaciones. Como ocurre con Casiopea. 

Esta constelación se ubica muy próxima a la Osa Menor. Sus cinco estrellas componen una M alargada y levemente inclinada o una W, según la época del año en el que la caces en la inmensidad del cielo.

Orión

Esta es la constelación que más canciones ha poblado y que en más diálogos se ha utilizado, ya que se trata de una de las más conocidas popularmente. El cinturón de Orión, que es lo que más se ve, aunque no la forma completa, se identifica claramente por ser 3 estrellas brillantes muy juntas. 

Para elaborar el mapa completo de la constelación de Orión, tienes que formar una especie de falda romana utilizada por los soldados hacia abajo, y una coraza en la parte superior. Y con todo, no estará completa, ya que falta el brazo con el arco y la mano levantada. 

Al estar próxima al ecuador terrestre, es una de las pocas constelaciones que comparten Norte y Sur.

La Constelación de Draco

Draco es la octava constelación en tamaño. Seguirla en el cielo puede resultar algo más difícil que con la Osa Mayor u Orión. De hecho, está próxima tanto a la Osa Mayor como a la Menor, en lo que se denomina tercer cuadrante del hemisferio norte.

Está formada por 9 estrellas, bastante separadas entre sí, que formar un dragón. Aproximadamente. Para encontrarla con mayor facilidad, busca lo que se denomina la cabeza: un conjunto de 4 estrellas  que forman casi un cuadrado perfecto. 

A partir de ahí, subes y bajas uniendo las estrellas que la componen: la cola termina justo a medio camino entre las Osas. Su estrella más brillantes es Gamma Draconis.

¿De dónde proviene el nombre? En la mitología griega primero y romana después, Draco sería Lagón, el custodio de las manzanas doradas de los jardines de las Hespérides. El cometido de este dragón era que estas no cataran los frutos, algo muy similar al mito bíblico de Adán, Eva y el Paraíso. 

Hércules, en uno de los 12 trabajos del mito, debía robar algunas manzanas prohibidas, para lo cual dio muerte al custodio. 

Cefeo

Al igual que Casiopea, esta es una constelación pequeña, en cuanto a estrellas aunque más extensa en el cielo. Junto con la Osa Menor, la que más rápidamente identificarás una vez la mirada se te haya acostumbrado a buscar constelaciones en el cielo.

Está situada entre Casiopea, la Osa Menor y la parte superior de Draco, donde verás una serie de 7 estrellas que forman una casa inclinada con su tejado y todo.