Con una estrategia muy sencilla basada en el comportamiento de los dividendos, una gestora de Vanguard ha batido al 88% del mercado y ha construido un fondo de 48.000 millones de euros

James Faris,
Ilustración con el toro de Wall Street.

Rachel Mendelson/Insider

  • Sharon Hill, de Vanguard, la mayor gestora de fondos de inversión del mundo, ha supervisado un rendimiento fantástico de 48.000 millones de dólares centrado únicamente en los ingresos.
  • Su objetivo son los valores con un crecimiento prometedor de los dividendos, las valoraciones, los criterios financieros básicos y las sensaciones del mercado.
  • Hill ha compartido con Business Insider su estrategia de inversión y gestión del riesgo al detalle.

Sharon Hill no es la típica gestora de fondos

Ahora mismo, codirige el producto de acciones de inversores de fondos de renta variable Equity Income Fund de Vanguard (VEIPX), que cuenta con 48.000 millones de dólares (unos 48.150 millones en euros debido a la paridad entre las divisas) en activos y se encuentra entre el 12% de los mejores fondos de este año y el 15% de los mejores de la última década.

Hill era jefa de investigación cuantitativa de renta variable en Macquarie Group cuando tomó la decisión de entrar en Vanguard. En ese momento, le costó imaginarse asimilar que estaría trabajando en una de las principales gestoras de activos del mundo y supervisando una parte considerable de sus 8.000 millones de dólares en activos. 

"Cuando llegué a Vanguard, me paré de repente y me pregunté a mí misma: '¿Cuántos ceros hay en un billón?'", cuenta en una entrevista con Business Insider. "Te terminas acostumbrando. Pero es un peso de enorme responsabilidad".

El primer año y medio de Hill en la cogestión del fondo ha sido relativamente fluido, incluso cuando la economía mundial parece estar al borde de la recesión. De hecho, según la gestora, la opinión de la empresa es que es probable que se produzca una recesión económica. Pero en este momento ella sigue viendo muchas oportunidades de inversión en el futuro.

Cómo invertir como un gestor de 48.000 millones de dólares

El fondo de Vanguard, centrado en los ingresos, tiene un enfoque sectorial independiente y se compone de acciones de una amplia variedad de industrias que tienen una cosa en común: son más atractivas que sus pares en lo que respecta al crecimiento de los dividendos, la valoración, la calidad y su percepción en el mercado, según Hill.

El primero de los atributos es el más importante, añade. Las empresas que tienen un historial de compromiso con el crecimiento sostenible de sus dividendos y cuentan con los balances para hacerlo suelen encajar muy bien en el fondo.

 

Siempre que la empresa pague un dividendo competitivo frente a sus pares, la gestora dice que no hay un rendimiento mínimo establecido —aunque los valores de su fondo rara vez tienen bajos rendimientos—.

Además, Hill busca empresas que tengan un valor razonable en relación con su historia y con otras de su sector e industria. Dicho esto, no hay una relación precio-beneficio (P/E, de price-to-earnings en inglés) específica que haga que una acción sea digna de ser comprada o excluida, aclara.

Para detectar las oportunidades, la gestora utiliza un modelo multifactorial para tomar decisiones de compra o venta. 

Es decir, una acción no se compra únicamente porque sea barata en comparación con su historia o sus pares. Por poner un ejemplo reciente, las acciones de Meta Platforms (META) se desplomaron el jueves tras el pésimo informe de resultados de la empresa de la noche anterior, por lo que su relación P/E de 9,5x no la convierte en una compra por sí sola. 

"Puede que acabe siendo muy barata, pero entonces puede que la analices en función de, por ejemplo, la estabilidad de los beneficios. Que obtenga una puntuación muy baja en cuanto a la estabilidad de los beneficios o que tenga un interés a corto plazo muy elevado, terminará siendo una puntuación negativa", explica Hill sobre las tendencias de valor en general.

Centrarse en la calidad ayuda a evitar los valores que están baratos por una razón en concreto. Los márgenes de beneficio y las ganancias estables son un signo de una empresa saludable, al igual que una alta rentabilidad sobre el capital (ROE).

Por último, Hill tiene en cuenta si el análisis de los fundamentos básicos de finanzas y la valoración de un valor son correctos midiendo el sentimiento del mercado. Pero eso no significa sólo ver si las acciones suben o bajan, aclara.

"Nos fijamos en el sentimiento por los participantes en el mercado, observamos cosas como el interés a corto plazo, los cambios en este interés, el cambio en el precio objetivo de los analistas y también lo que supongo que llamaré optimismo en las empresas relacionadas", dice Hill.

"Así que si empezamos a ver el impulso —en una cadena de suministro o en el conjunto de clientes de una empresa, por ejemplo— sentimos que eso también es un indicador positivo del sentimiento del mercado".

Una vez que Hill cuenta con los 150-180 valores que suele tener en su fondo, gestiona el riesgo ejecutando regularmente un proceso de optimización para garantizar que la volatilidad del fondo es aceptable y que las participaciones siguen cumpliendo los criterios que las situaron dentro de esta categoría.

En cuanto a la liquidez, Hill dice que el nivel de capital no utilizado en su cartera es lo más cercano posible a cero. Este entorno de mercado puede ser agitado, pero su opinión es que invertir en los valores adecuados con un crecimiento probado de los dividendos es mejor que dejar que el dinero ocioso se erosione bajo una alta inflación.

"El crecimiento de los dividendos es una de las pocas cosas que ha seguido el ritmo de la inflación si se mira hacia atrás y se observa a lo largo de las décadas", cuenta Hill. "Así que cuando se retrocede y se mira a los años 70 y 80 —que es la última época en la que se puede encontrar una inflación notable— lo que se ve es que el crecimiento de los dividendos ha mantenido bastante el ritmo".

"En un entorno inflacionista, las acciones que pagan dividendos son un buen refugio", añade.

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