Así es como el jet lag alimentario impacta en tu salud y puede llevarte a engordar varios kilos

Tu organismo tiene un horario y no seguirlo puede conllevar a serias consecuencias. 

Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas, los cuales responden a la luz y oscuridad. De ahí que necesites descansar por las noches y tu cuerpo se active con el día.

Los científicos creen que el cuerpo está programado para funcionar siguiendo estos ciclos. Alterarlos se ha relacionado con enfermedades cardíacas, diabetes, el cáncer e incluso con una disminución de la función cerebral.

Las consecuencias de no respetar los patrones de sueño son más conocidas. Pero la ciencia también ha señalado en múltiples ocasiones que comer a deshoras sin respetar estos ciclos también puede ser contraproducente para tu salud y peso.

Cómo el jet lag alimentario impacta en tu salud

El momento del día en el que comes afecta de manera distinta a tu metabolismo.  

El cuerpo tiene un ritmo circadiano natural para la concentración de azúcar en la sangre. Comer por la noche da como resultado un pico más alto de azúcar en la sangre y concentración de grasa que comer por la mañana.

Lo cual se traduce entre otras cosas en una quema de calorías hasta un 10% mayor comiendo lo mismo por la tarde que por la noche. Mientras que comer a deshoras se ha vinculado con mayor riesgo de diabetes y obesidad. 

El uso de pantallas durante la noche o el desfase horario de trabajar en turnos nocturnos puede contribuir a ello. Pero también algo tan habitual como comer a las mil los fines de semana.

No seguir los horarios que tu cuerpo tiene establecidos es lo que se conoce como jet lag alimentario. En los últimos años varias investigaciones han señalado cómo no hacer caso al reloj de tu cuerpo puede llevarte a engordar. 

Qué son los ritmos circadianos y cómo debes cuidar el tuyo

Un estudio publicado en Asociación Americana del Corazón en 2021 evaluó el impacto de patrones alimentarios variables sobre la salud cardiometabólica en 155 mujer de 33 años promedio. Se tuvieron en cuenta aspectos como la duración del ayuno nocturno, los horarios de comidas y  el porcentaje de calorías ingeridas después de las 5 p.m. y tras las 8:00 p.m.

Los resultados encontraron que un mayor desfase horario se asoció con un  índice de masa corporal (IMC) y una circunferencia de cintura superior. También impactó en el aumento de la presión arterial y el control glucémico.

De manera similar una investigación de la Universidad de Barcelona (UB) concluyó que la irregularidad en los horarios de alimentación durante el fin de semana, denominada por los autores como eating jet lag, podría estar relacionada con el aumento del índice de masa corporal (IMC).

El estudio, publicado en 2019 en Nutrients, encontró que una diferencia de más de 3,5 horas entre las horas de comer entre diario y los fines de semana podía conducir a una ganancia de peso de hasta 4 kilos a la larga.

Es decir que si de lunes a viernes desayunas a las 8 horas para después ir a trabajar y durante los fines de semana no te despiertas hasta pasadas las 12 horas, esa alteración puede conducir a cambios metabólicos.

Aunque el estudio se limitó al efecto del eating jet lag durante los fines de semana, como las propias autoras reconocen en The Converstion, es probable que mantener la irregularidad durante días también tenga las mismas consecuencias. 

Por lo que si durante toda la semana comes a destiempo, cuando puedes cada día a una hora, quizá deberías plantearte cambiar esa estrategia. No solo es posible que estés engordando, comas lo que comas, sino que podrías incluso aumentar el riesgo de ciertas enfermedades metabólicas.