Trucos para limpiar el cuero correctamente

A la hora de lavar la ropa tienes que tener en cuenta muchos factores, como el tipo de prenda, el color, la tela o incluso fijarte si es apta para la lavadora.

Lo mismo ocurre con la limpieza de muebles, donde cada material requiere de un producto y tratamiento concretos.

Un material común y que trae muchos quebraderos de cabeza es el cuero. Por su aparente dificultad de limpieza hace que pase mucho tiempo entre un lavado y otro, empeorando su aspecto por la suciedad.

Debido a su textura y su durabilidad, es uno de los materiales más usados para el diseño de moda y de interiores.

Por lo general, las prendas y objetos de cuero son bastante caros y delicados, por lo que cualquier descuido podría ser fatal y podría a agrietarse con facilidad.

Si quieres aprender a limpiar correctamente tus muebles, prendas y complementos de cuero para alargar su durabilidad y mejorar su apariencia, aquí van algunos trucos.

Ropa de cuero

Antes de nada asegúrate de leer la etiqueta para saber qué puedes y qué no puedes hacer con las prendas de ropa como las chaquetas o bolsos de cuero, porque no se pueden tratar todas por igual.

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Como regla general, frótala con una esponja humedecida con jabón y agua templada y haz movimientos suaves. 

Luego usa otro paño mojado para retirar los restos de jabón que se hayan quedado en la prenda.

Es aconsejable exprimir tanto el paño como la esponja antes para quitar el exceso de agua y así evitar que esta penetre en grandes cantidades en el tejido.

No te olvides de secar la prenda con un trapo sin presionar demasiado. Jamás uses aparatos eléctricos para acelerar el proceso, ya que podrías aplicar demasiado calor y estropearla. 

Tampoco la pongas al sol porque este se "come" el cuero; mejor apóyala en una silla o cuélgala en una percha para evitar deformaciones y espera a que esté completamente seca para evitar humedades.

Y si quieres que tu ropa quede completamente como nueva, prueba a aplicar un poco de acondicionador especial para cuero para hidratar el tejido.

Si se trata de zapatos de cuero, primero elimina la capa de suciedad principal con una toalla húmeda pero con suavidad –especialmente en la parte de las costuras–.

Deja secar el cuero de los zapatos por completo y, a continuación, aplica un limpiador contenga de crema especializada para calzado de cuero.

A continuación, debes lustrar los zapatos hasta que el material limpiador sea totalmente absorbido por el cuero (suele tardar un día entero).

Muebles de cuero

Si tienes sillas, sofás y otros muebles de cuero en casa, es importante limpiarlos y llevar a cabo un mantenimiento regular para proteger sus materiales y alargar su vida útil. 

Presta atención a las instrucciones del fabricante y averigua exactamente de qué tipo de cuero están hechos, ya que hay ciertos tipos que resultan más susceptibles a las manchas de agua y grasa.

Un consejo antes de empezar es aplicar cualquiera de los trucos sobre una zona poco visible a modo de prueba. 

Para limpiar esta tapicería, primero elimina la primera capa de impurezas con una aspiradora o un cepillo de cerdas suaves con especial énfasis en los recovecos más difíciles de alcanzar.

A continuación, pasa una toalla húmeda sobre la piel del sillón para terminar de remover la suciedad restante y manchas más visibles.

Tras esto, aplica un limpiador de cuero para sillones usando un paño de gamuza para no maltratar el cuero. Hazlo en forma circular y con suavidad.

Por último, para la hidratación aplica acondicionador para cueros que sea adecuado para el tipo concreto de cuero que estás tratando.

Lo ideal es que hagas estas limpiezas en lugares que estén bien ventilados para que la piel se seque rápidamente y sin daños, pero sin que reciban la luz directa del sol.

Este mismo proceso puede seguirse para tratar la tapicería de cuero del interior del coche.