Probablemente llevas mucho tiempo limpiando mal tu lavavajillas... así es como deberías hacerlo

Niña abre un lavavajillas

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¿Sabes cómo limpiar tu lavavajillas? Es más, ¿sabes que hay que limpiarlo? Si quieres que este electrodoméstico siga sacando reluciente tu vajilla, primero debes ocuparte tú de su higiene. Si hace meses que no te encargas de ello, llegas tarde.

"Para que el funcionamiento de nuestro lavavajillas sea como el del primer día, es necesario realizar una limpieza periódica de su interior, ya que, debido a los restos de grasa y de comida y a las impurezas del agua el lavavajillas puede empezar a oler mal o a dejar restos de suciedad en el menaje", advierte la OCU.

Para ello, necesitarás productos como un cepillo pequeño o estropajo, una bayeta limpia, detergente para lavar platos y un producto limpiamáquinas, con los que deberás limpiar las distintas partes del lavavajillas: el interior, el exterior, el filtro, las aspas, las bandejas, la junta de la puerta y los conductos internos, así como revisar los distintos niveles de sal, detergente y abrillantador.

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¿Cómo limpiar bien el lavavajillas por dentro?

El interior de un lavavajillas debe limpiarse de forma periódica para evitar problemas como atascos y malos olores y que siga funcionando correctamente, es decir, que no se estropee y que los platos, vasos, sartenes y otros artículos sigan saliendo limpios.

Esa frecuencia dependerá del uso que le des al electrodoméstico, pero, en general, se recomienda vaciar el cestillo del filtro siempre que tenga restos, cepillar el filtro grande al menos una vez al mes y limpiar las aspas un par de veces al año, informa la OCU.

Asimismo, deberás evitar algunos errores y mitos al limpiar el lavavajillas, como no retirar los residuos, no sacar el filtro casi nunca, olvidarte de las distintas piezas y hacer una limpieza superficial.

En el mejor de los casos, hay también acciones innecesarias que seguramente realices o hayas visto a otras personas, como enjuagar platos y vasos antes de introducirlos: "no es aconsejable" porque "supone un despilfarro de agua", aclara la OCU, pero sí hay que retirar los restos de comida.

Esto se puede hacer en la mayoría de los casos con la ayuda de un cubierto o una servilleta de papel; si están especialmente sucios o con comida pegada (por ejemplo, una sartén o una cacerola), debes dejarlos en remojo hasta que se ablanden los restos y tirarlos antes de meterlos en el lavaplatos.

Otro punto importante que genera dudas es si se puede limpiar el lavavajillas con vinagre y bicarbonato,con el objetivo de ayudar a eliminar la grasa acumulada y otras sustancias. En ese aspecto, la respuesta viene con matices.

"El bicarbonato sódico no es muy eficaz para limpiar el lavavajillas, pero tampoco daña las superficies, así que hacer un lavado con bicarbonato no es peligroso para tu lavavajillas y puede ayudar a quitar olores", señala la OCU, que desaconseja los desodorantes para este tipo de electrodomésticos, ya que añaden más químicos al agua.

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Otro truco para evitar los malos olores del lavaplatos es abrir la puerta después de cada lavado para que salga la humedad y no se genere moho.

En cuanto a limpiar el lavavajillas con vinagre, es verdad que este "ayuda a desprender la cal, pero es un ácido que puede dañar algunas piezas", advierte la organización.

Además de lo anterior, limpiar el lavavajillas por dentro pasa por prestar atención a cada una de las siguientes piezas: 

  • Cómo limpiar el filtro de lavavajillas: el filtro cumple la función de evitar que los restos de comida y suciedad vayan al desagüe, por lo que su higiene es clave. Ubicado en la zona inferior, se debe sacar una vez a la semana si usas el lavaplatos con frecuencia (antes debes retirar la bandeja inferior). Gira el cestillo de plástico en sentido antihorario para liberar la placa y sacarla, retira los residuos acumulados y enjuágalo con agua; frota la placa metálica con un cepillo con agua y un poco de jabón, enjuágala también y coloca todo de nuevo.
  • Limpiar las bandejas: los restos de comida que queden en las bandejas del lavaplatos pueden acabar en tu vajilla, por lo que se aconseja sacarlas, limpiarlas con un paño húmedo (y secar con papel de cocina) y revisar que los carriles se deslizan sin problema.
  • Lavar las aspas del lavavajillas: las aspas o brazos no deben chocar con ningún cubierto, plato u otro elemento, y también se pueden sacar (por rosca o por presión) para realizar una limpieza de ellas cada 6 meses, con agua y jabón bajo el grifo o con un desengrasante, vigilando que no queden restos en los orificios por los que se lanza el agua, apunta la OCU.
  • Atención a la junta de la puerta: pasa un paño húmedo por la goma de la puerta del lavavajillas o usa un cepillo pequeño para limpiarla y presta atención a que no se acumule comida ni moho.
  • Conductos internos: finalmente, el último paso para limpiar un lavavajillas por dentro es centrarse en los conductos internos, con un producto limpiamáquinas específico para ello (se venden en supermercados, junto a los detergentes para lavaplatos) y siguiendo las instrucciones. Esta limpieza debe realizarse cada mes o cada 2 meses, así como tras largos periodos de inactividad.

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¿Cómo limpiar tu lavavajillas por fuera?

Una vez se sabe cómo limpiar el lavavajillas por dentro, hacerlo por fuera supone un asunto mucho más fácil. 

Si no está panelado con madera, basta con una solución jabonosa y una bayeta limpia, ya que no requiere de productos especiales.

Además, debes encargarte de revisar que los niveles de sal, detergente y abrillantador son los correctos (si bien algunas pastillas ya incluyen estas 3 funciones) y eliminar los restos de producto con un paño o papel húmedo.

Por último, relacionado con su adecuado funcionamiento, hay que tener en cuenta que no todo se puede meter en el lavavajillas: los cuchillos con mango de madera o de acero templado, objetos delicados como una cristalería de valor, las tapas de las ollas a presión o las sartenes con recubrimiento antiadherente son algunos objetos que deberías lavar a mano.

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