El truco definitivo para limpiar las manchas en las paredes pintadas sin borrar el color

Pintas una estancia de tu color favorito, destinado a potenciar la alegría, favorecer la relajación o dar profundidad a la habitación, y de golpe y porrazo una caída, una salpicadura, una travesura de los más pequeños o la humedad y el paso del tiempo dejan en ella manchas que la estropean. 

¿Es posible limpiar las manchas de una pared sin borrar el color? Puedes respirar con tranquilidad: la respuesta es sí. 

En primer lugar, los productos de limpieza fuertes y corrosivos como la lejía o el amoniaco pueden arruinar la superficie, quitar el color, e incluso en algunos casos, deteriorar la mancha. 

Ingredientes caseros para limpiar manchas de paredes

No necesitas ninguna fórmula extraña ni costosa. Recurre a los siguientes ingredientes para obtener limpiadores caseros para paredes eficaces, barato y ecológico, cortesía de la web especializada Tom Guide. 

Estos son los 3 ingredientes cruciales de limpieza para paredes: 

• Jabón para platos
• Vinagre blanco
• Bicarbonato de sodio

Lo primero que debes hacer es una pequeña prueba previa en la pintura: rocía agua tibia y jabón líquido a través de un spray en la mancha, pasando de forma suave una esponja no abrasiva.

Además, necesitarás tener a mano una esponja no abrasiva, bayeta de microfibra y un cepillo de cerdas suaves. Para algunas manchas también te resultará útil el borrador mágico disponible en las grandes superficies.

Qué limpiador usar para los distintos tipos de mancha en la pared

• Para las manchas de grasa más complicadas, el mejor limpiador es el bicarbonato de sodio. Combínalo con agua tibia para formar una pasta y aplícala con cuidado en la zona sucia, limpiando los residuos con un paño de microfibra. Nunca utilices un paño blanco que suelte pelusa, o filtrarás su color a la pared. 
• Para eliminar de la pared salpicaduras de café y otros líquidos el jabón líquido combinado con un litro de agua tibia y un chorrito de vinagre blanco de limpieza es lo ideal. Frota la mancha con un cepillo de cerdas suaves. Sirve un cepillo de dientes viejo, pero haz una prueba con poca presión para comprobar que a la pintura no le sucede nada. Enjuaga con agua y limpia la superficie con un paño seco.
• Para acabar con las manchas de lápiz en una pared pintada prueba primero con una goma de barrar, centrándote únicamente en el área afectada para no dañar la pintura. Si no funciona, frota con un borrador mágico de limpieza. Otra alternativa es aplicar un paño humedecido con bicarbonato de sodio, o con pasta de dientes, un abrasivo natural suave.

Los expertos explican que la forma de limpiar una pared pintada depende de su tipo de acabado. Los acabados lisos, como la pintura mate y la pintura de cáscara de huevo, son más frágiles y vulnerables, y jamás debes usar químicos agresivos o desengrasantes.

Por el contrario, las pinturas brillantes o semibrillantes son mucho más duraderas y admiten un desengrasante suave. 

La pintura de látex, una pintura acrílica diluida al agua que contiene resinas plásticas hechas de acrílicos y polivinilo, simplemente necesita agua tibia y una solución de limpieza no abrasiva para que las manchas se esfumen y lucir como nueva.