Me encontré con una deuda de 5.000 euros en una tarjeta 'revolving': así fue como planeé la liquidación

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- Las tarjetas revolving tienen unos intereses abusivos que te pueden endeudar de por vida, así que más vale que las canceles cuanto antes.
- Así he planeado una liquidación de una deuda de 5.000 euros, teniendo en cuenta que el interés compuesto está jugando en mi contra.
Es innegable que el eslogan de las tarjetas revolving tiene cierto atractivo.
El banco no te vende una tarjeta revolving advirtiéndote que tiene unos intereses que pueden endeudarte de por vida. Las tarjetas revolving más caras para pagar a plazo pueden tener intereses de más de un 20% y hasta del 36% al año.
Lo que te dicen es que es una tarjeta que funciona "como una tarjeta de crédito", pero con la diferencia de que siempre pagas lo mismo a final de mes. Es decir, no pagas en función de lo que gastes como sucede con las otras.
Entonces, más que como una tarjeta de crédito, es como si tuvieses un préstamo que tienes que devolver. Por lo general, está por debajo de los 10.000 euros. Puedes ir gastando ese dinero y devolviéndolo con una cantidad fija (unos 150 euros al mes, por ejemplo). Pero lo que debes se va haciendo cada mes más grande porque el interés compuesto está jugando en tu contra.
Eso fue lo que me encontré cuando uno de mis familiares me contó estas navidades que pagaba hasta 200 euros todos los meses por cargos asociados a su tarjeta. No me sabía explicar muy bien por qué y enseguida me di cuenta de que no estaba hablando de comisiones en absoluto.
"¿Desde cuándo llevas pagando ese importe?", le pregunté. "No sé, desde el verano pasado aproximadamente", me contestó.
Por suerte llevaba entonces sólo unos 6 meses tirando de esa tarjeta. Pero, claro, todos sus gastos estaban asociados a esa tarjeta y la bola de nieve se estaba haciendo cada vez más grande.
A estas alturas, aclarar que no soy ni planificadora ni asesora financiera, pero mi expertise en Business Insider España son precisamente las finanzas personales. Y las tarjetas revolving uno de los temas de moda de los últimos años.
Le pedí a esta persona que me enseñase cómo funcionaba su tarjeta y, cuando vi que era una tarjeta con intereses abusivos, le expliqué y me ofrecí para ayudarle a gestionar su deuda poco a poco. Para proteger su identidad, en adelante, hablaré en primera persona.
Nos pusimos a estudiar (al detalle) todas las deudas que tenía
Cuando tienes una capacidad de ahorro limitada, tu banco lo sabe y conoce el motivo: no sabes gestionar bien tu dinero —o estás viéndote muy afectado por el empleo, la subida de tipos, la inflación… muchas cosas pueden jugar en tu contra en este punto—.
Lo único que está en tu mano en este momento es conocer cuánto ingresas y gastas al mes y localizar y estudiar a fondo tus deudas.
En este caso, teníamos en total más de 18.000 euros de deuda por 3 descubiertos diferentes: una tarjeta revolving, un coche y un máster. La tarjeta revolving representaba una deuda de 5.000 euros, con unos intereses del 20% anuales (cerca del 1,7% mensual). El coche, 11.000 euros al 4% y el máster 2.000 al mismo interés.
Elegimos la mejor estrategia para principiantes
Nosotros podíamos elegir 2 estrategias para principiantes: la bola de nieve o la avalancha.
Con la estrategia de la bola de nieve, popularizada por Dave Ramsey, priorizarías tus deudas de menor a mayor según el importe que debas. En este caso, sería máster, revolving y coche. Pero con el método de la avalancha, lo harías en función de los intereses que tienes que pagar.
Con este último nos quedamos. Empezamos por la tarjeta revolving, que tiene los mayores intereses, mientras manteníamos el importe del resto de deudas al mínimo.
Aumentamos la cantidad de dinero mensual a devolver
Hasta ahora, esta persona pagaba el mínimo cada mes por su tarjeta revolving (que eran unos 133 euros). Pagar el mínimo o menos de lo establecido hace que los intereses sean aún mayores, porque el banco entiende que hay riesgo de incumplimiento del "préstamo".
Automáticamente, lo subimos a 150 euros. Es muy poco dinero, sí, pero ya no es el mínimo.
A la vez, recortamos todos los gastos posibles para adelantar aún más el pago de la deuda
Lo siguiente fue estudiar cuánto ingresaba y gastaba cada mes. Para esto, es ideal tener un registro de gastos y establecer un presupuesto personal. Pero, si no tienes el control de tus finanzas, puedes recurrir a la aplicación o página de cliente de tu banco.
Casi todas las entidades financieras te ofrecen un gráfico con 2 columnas donde se ve la diferencia entre lo que ingresas y lo que gastas. Algunas hasta te categorizan los gastos para que sepas a dónde se te está yendo el dinero.
Echamos la vista atrás unos 3 meses. Intentamos identificar cuáles habían sido los gastos innecesarios que había tenido esos 3 meses y recortarlos para los próximos meses. Así, aumentamos lo que devolvía de la tarjeta revolving de 150 euros a 250 euros.
Sin un presupuesto personal, planificamos 3 escenarios
Cualquier planificador o asesor financiero te diría que necesitas con urgencia un plan de gasto o presupuesto personal. Pero, como no teníamos tiempo para hacerlo durante las comidas navideñas, planificamos 3 escenarios: optimista, realista y pesimista.
- Escenario optimista: todos los meses pagamos 250 euros. A mitad de año, intentamos quitar 500 euros más y a finales de año, otros 500 euros.
- Escenario realista: devolvemos 250 euros todos los meses, excepto los meses de más gasto —en este caso son enero, mayo y diciembre— que pagamos sólo 150 euros.
- Escenario pesimista: sólo quitamos 150 euros al mes durante todo el año. Es un escenario contemplado por si aparecen gastos imprevistos o no se pueden recortar más gastos innecesarios.
En el escenario optimista tuvimos en cuenta que la Declaración de la Renta le suele salir a devolver, por eso podemos quitar más dinero que otros meses. En diciembre, con el dinero ahorrado del año y la paga extra podrá volver a quitar más dinero. Y así, con todos los meses que tenga un ingreso extra iremos actualizando la estrategia.
De ahora en adelante, revisaremos que todos los meses esté más cerca del escenario optimista que del pesimista
Seguíamos recortando todos los gastos posibles para ahorrar dinero en la cuenta. Así nos asegurábamos que, cuando llegase junio y diciembre teníamos esos 1.000 euros disponibles.
Como el presupuesto personal estaba en construcción, no podíamos aplicar métodos de ahorro como el preahorro o el ahorro progresivo. Ni siquiera poner un objetivo en una app y hacer transferencias automáticas para separar el dinero que necesitaríamos para esas fechas.
No tener un presupuesto ni un fondo de emergencia te deja solo ante el peligro. Si surge cualquier imprevisto de una cantidad de dinero significativa, el plan se tuerce. Así que hemos preferido ser realistas y dejar el dinero en la cuenta por si acaso.
Entretanto, construiremos su presupuesto personal y planearemos cómo liquidar el resto de deudas en la mitad de tiempo
Aceptar un producto como las tarjetas revolving tiene parte de un bajo nivel de educación financiera y parte de una mala gestión del dinero. No te culpes, no a todo el mundo le enseñan a lidiar con el banco o gestionar su primer sueldo.
Pero es un error que sólo te puedes permitir una vez. Al menos si quieres vivir tranquilo el resto de tu vida y alcanzar algunos objetivos financieros, como el comprarte una casa o jubilarte con una buena pensión. Así que, con esta experiencia, sólo queda construir un detallado presupuesto personal sobre una plantilla de Excel y planificar cómo liquidar el resto de deudas.
Por este lado, seguiremos con la técnica de la avalancha. La de mayor interés y cantidad, primero. Luego, la que sólo quedan 2.000 euros por pagar. ¿Por qué? Porque en esta última ya ha pagado realmente todos los intereses, y en la de 11.000 euros aún le queda gran parte de los intereses por pagar.
Como costó mucho aumentar la cantidad de dinero que se destinaba a pagar la deuda de la tarjeta revolving —porque, de por sí, esta persona no tenía grandes gastos innecesarios, sino algunos gastos hormiga— sumaremos al importe de la deuda del coche el de la tarjeta revolving (de 200 a 550 euros). De esta manera, liquidará la deuda antes y acabará pagando menos intereses por el vehículo.
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