Soy un ingeniero de software que sufría con la procrastinación hasta que probé el 'modo monje': así me ahorra hasta 3 horas al día

Cameron Perrin, un ingeniero de software de 26 años.
Cameron Perrin, un ingeniero de software de 26 años.

Cameron Perrin

  • Cameron Perrin es desarrollador de software y además, tiene un trabajo como freelance y un blog sobre inteligencia artificial.
  • Todo este tiempo ha estado luchando contra la procrastinación y las distracciones para lograr sus objetivos profesionales. 
  • Ahora emplea el 'modo monje', un método de concentración intensa y productividad que, asegura, le "ha cambiado la vida". 

Este artículo se basa en una conversación con Cameron Perrin, un ingeniero de software de 26 años de Newport Beach, California, sobre su experiencia con el hack de productividad conocido como 'modo monje'. Business Insider ha verificado sus ingresos. Esta entrevista ha sido editada para darle una mejor extensión y claridad.

Soy una persona que se distrae con muchísima facilidad y que suele a procrastinar el trabajo fácilmente, por lo que alcanzar mis metas y objetivos me ha resultado siempre muy difícil.

Soy ingeniero de software y gano casi 70.000 euros al año, aunque tengo un negocio secundario como desarrollador freelance con el que gané casi 30.000 euros el año pasado, además de un blog en el que escribo sobre inteligencia artificial. 

Cada día de trabajo, empezaba con fuerza, pero pronto me distraía con las redes sociales, leyendo artículos o simplemente navegando sin rumbo por internet. Cuando soltaba el móvil, ya había perdido el hilo de lo que estaba haciendo y tenía que dedicar 5 minutos a averiguar dónde lo había dejado. Sabía que necesitaba un cambio, pero no sabía por dónde empezar.

13 consejos para mantenerte concentrado y evitar distracciones, respaldados por la ciencia

Entonces me topé con un artículo sobre el 'modo monje', un método para prestar toda tu atención a aquello en lo que estás trabajando durante un periodo de tiempo determinado.

Al principio me pareció una idea radical, pero cuanto más leía sobre ello, más sentido tenía. El 'modo monje' no consiste en ser perfecto o conseguirlo todo a la vez, sino en centrarse en lo importante y utilizar el tiempo de la mejor manera posible: empezando poco a poco y aumentando con el tiempo las horas en las que quieres ser productivo.

Probé el 'modo monje' por primera vez en febrero de 2022. Mi objetivo era concentrarme por completo y de forma productiva en mi trabajo. Quería alcanzar los objetivos que me proponía cada día para no tener que pasarme las tardes preocupándome por lo que me quedaba por hacer.

El 'modo monje' me ha cambiado la vida al enseñarme lo bien que puedo gestionar mi tiempo cuando soy disciplinado y sigo una rutina. Al eliminar las distracciones y adoptar estrategias específicas para evitarlas, pude aumentar drásticamente mi productividad laboral, alcanzar mis objetivos empresariales y disfrutar de verdad de mi tiempo libre.

2 horas en 'modo monje'

Empecé comprometiéndome a pasar 2 horas seguidas en 'modo monje'.

Para prepararme, eliminé todas las distracciones que pude. Apagué las notificaciones del teléfono y bloqueé las redes sociales en el portátil, ya que siempre han sido mis mayores distracciones.

Calculé que les dedicaba entre una y 2 horas al día durante mi jornada laboral, y teniendo en cuenta el tiempo que tardaba en volver a centrarme y retomar la actividad que estaba haciendo, al final se convertían en unas 3 horas de tiempo perdido.

Puse mi teléfono en otra habitación y trabajé solo con una ventana de escritorio donde tenía abiertas solo las pestañas que necesitaba. También elegí unas horas concretas para consultar el correo electrónico y puse música de fondo para ahogar las sirenas o los ladridos ocasionales del perro.

Logra una concentración mental excepcional poniendo en práctica estos 6 hábitos

Mi productividad se disparó de inmediato: realizaba más tareas en un día de las que antes terminaba en una semana. Y además, trabajaba menos horas. Terminaba mi jornada laboral en unas 6 o 7 horas, en lugar de trabajar de 9 a 10 horas.

Mi rutina con el 'modo monje'

Para maximizar mis resultados con la técnica, he creado una rutina estricta

La noche anterior a cada jornada laboral, hago una lista de las cosas más importantes que tengo que hacer al día siguiente o las que requieren más esfuerzo. Me levanto a las 5 de la mañana, me tomo mi café, leo la Biblia y entro en la primera ronda del 'modo monje' para empezar a abordar la lista.

Sobre las 8 de la mañana, hago una sesión rápida de ejercicio, después me tomo un segundo desayuno y me preparo para mi segunda ronda de 'modo monje' a las 9, continuando con mi lista de tareas. 

Si me viene a la mente algo importante que no viene al caso, lo anoto rápidamente y lo aparto de mi mente. Cuando termino mi segunda ronda en 'modo monje', reviso mis correos y reviso que más cosas tengo que hacer para el resto del día.

He añadido otros métodos de productividad como el de Pomodoro y "comerse una rana" a mi rutina

Para potenciar aún más mi concentración y eficiencia, combiné el 'modo monje' con otros trucos de productividad.

Más tarde, empecé a utilizar la técnica Pomodoro. Consiste en trabajar durante 25 minutos seguidos y luego hacer una pausa de 5 minutos. Descubrí que utilizar esta técnica junto con el 'modo monje' me ayudaba aún más a mantener la concentración cuando realizaba tareas tediosas y me ayudaba a evitar el agotamiento.

También incorporé a mi rutina la técnica de "comerse una rana", que sugiere empezar el día realizando primero la tarea más difícil o desagradable. Esto me ayudó a coger impulso y marcar la pauta para el resto del día.

La última pieza del rompecabezas era mantener un estilo de vida saludable

Justo después de poner el teléfono en la otra habitación para que no me distraiga durante el 'modo monje', me lleno un gran vaso de agua y me preparo un bol con aperitivos saludables, como frutos secos y verduras, para tenerlo cerca. Esto me ayuda mucho a no tener que ir a la cocina cuando me aburro.

Me aseguro de comer sobre todo verduras crudas y me mantengo alejado del trigo, el azúcar y los lácteos. Me esfuerzo por beber mucha agua y dormir al menos 7 horas. 

El teletrabajo está haciendo que los empleados vuelvan a sentirse como universitarios: juegan por la tarde y trabajan por la noche

Al cuidar de mi cuerpo, no solo tengo mucha más energía y puedo trabajar más tiempo sin sentirme cansado, sino que he notado que mi claridad mental y mi capacidad para resolver problemas se han multiplicado por 10.

Estos son mis consejos para ayudarte a empezar con el 'modo monje'

1 — Define tus objetivos preguntándote: "¿Qué quiero conseguir?". ¿Terminar un proyecto? ¿Aprender una nueva habilidad? ¿O escribir un libro? Haz una lista de tus objetivos y priorízalos.

2 — Averigua cuánto tiempo vas a poder aguantar concentrado en el modo monje y establece un marco temporal. Empieza con un plazo más corto si eres nuevo en esto.

3 — Identifica las cosas que más te distraen y elimínalas. Esto podría incluir apagar el teléfono, desconectarse de las redes sociales o evitar conversaciones innecesarias. Deja saber a la gente que te rodea que no te moleste durante esas horas en concreto.

4 — Crea un horario diario que describa tus tareas y establezca horarios específicos para trabajar, descansar y realizar otras actividades.

5 — Asegúrate de que toda tu rutina diaria está en consonancia con tus objetivos. Por ejemplo, levantarse temprano, hacer ejercicio, meditar o leer. La rutina debe ayudarte a entrar en la mentalidad adecuada para la productividad y te ayudará a ceñirte al programa de tareas diarias.

6 — El modo monje puede ser intenso, por lo que es importante cuidar la salud física y mental. Come sano, duerme lo suficiente y tómate todos los descansos programados. Cuando termines, relájate y recarga pilas. 

7 — Haz un seguimiento de tus progresos con el modo monje y ajusta tu enfoque según sea necesario.

8 — Celebra tus éxitos con la técnica y aprende de tus fracasos.

Cuando empecé a utilizar el modo monje, me sentí más feliz y menos estresado. Elegía despertarme por mí mismo en lugar de sentir que el trabajo me levantaba. Sentí que había tomado las riendas de mi vida y que por fin estaba en el buen camino para alcanzar mis objetivos laborales y empresariales.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.