Terapia con asesinos, casas encantadas y zombies: cómo las películas de terror pueden ayudar a combatir el estrés y la ansiedad

Si durante el inicio de la pandemia sentiste la atracción de ver Contagio, tranquilo no estás solo. Muchos fueron los que recurrieron a esta cinta de 2011 sobre una pandemia mundial cuando el mundo real se encontraba en un escenario terriblemente similar.

No fue la única. Desde que el COVID-19 surgió otros títulos igualmente inquietantes han visto disparar de nuevo su popularidad: Estallido, 12 Monos o Zombies party son algunos de ellos. 

Por aquel entonces, la aplicación de películas digitales Movies Anywhere reveló a Business Insider el comportamiento de los usuarios desde marzo hasta mayo del pasado año. 

"El terror y los thrillers", experimentaron algunos de los mayores picos, descubrió Karin Gilford, director general de la plataforma. En concreto, las películas de desastres habían crecido un 147% en mayo, respecto del año anterior.

Y cuando los cines reabrieron, los grandes éxitos no fueron muy distintos. A Quiet Place II, o The Conjuring: The Devil Made Me Do It, hicieron con sus tramas de horror y sobresalto llamativas recaudaciones.

Pero, ¿por qué en un momento de tal dificultad la gente querría ponerse a ver argumentos en los que la  humanidad debe enfrentarse a terribles males (ya sean virus, monstruos o zombies) para sobrevivir? Por la sencilla razón de que hacerlo podría ayudar a sentirse mejor.

Es más, según algunos especialistas y seguidores del género, las películas de terror pueden ayudar frente a problemas mentales al combatir el estrés y la ansiedad.

"Nos hace sentir que no estamos solos", explicó previamente a Business Insider la doctora Pamela Rutledge, directora del Centro de Investigación de Psicología de los Medios. "Ya se trate de películas de zombies o Contagio, cualquier película de suspense aumenta la ansiedad y el miedo, pero luego se resuelve al final".

Lo que significa que eres capaz de generar la sensación de miedo en un entorno controlado. Y eso tienen sus beneficios, pues después del estrés viene la calma.

“Las películas de terror, como todas las historias, son catárticas y nos ayudan a navegar y dar sentido a nuestra realidad”, considera enThe Guardian la directora Charlotte Colbert. "Como estábamos encerrados y asustados durante la pandemia, tal vez nos ayudaron a liberar la adrenalina acumulada en una experiencia compartida y más controlable".

Tras el miedo tu cuerpo se relaja

El miedo protege a los animales al aumentar la vigilancia y coordinar las respuestas de supervivencia durante encuentros que amenazan la vida.

Dicho de otra manera, es el mecanismo por el cual tus ancestros pudieron sobrevivir a la amenaza de un depredador.

El sentimiento de alarma desencadena en tu cuerpo la liberación de de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. A la vez tu frecuencia cardíaca, presión arterial y respiración comienzan a aumentar, lo que permite actuar rápidamente. Es lo que se conoce como respuesta "lucha o huida".

Cuando aquello que ha generado el miedo desaparece, entonces llega la respuesta "descansar y digerir" por la cual el cuerpo vuelve a calmarse.

Según un estudio de 2020 publicado en Neurolmage, una película de terror desencadena esta respuesta de miedo en tu sistema nervioso, de igual manera que si algo te atacara en la realidad. Lo bueno, cuando la película termine (y con ello el miedo) también se desencadenará la sensación de tranquilidad.

"Nuestro cuerpo nos dice que estamos en peligro, pero sabemos que estamos a salvo en nuestros cómodos asientos", asegura aHealthline Andrew Scahill profesor asistente en el departamento de inglés de la Universidad de Colorado en Denver y autor de The Revolting Child in Horror Cinema. "Permitir que te activen en un entorno seguro puede ser en realidad un proceso de terapia".

Cómo las películas de terror podrían ayudar a las personas con ansiedad

Pánico, espanto, horror, sobresalto, turbación, o desasosiego, no parecen ser los efectos más recomendables para alguien que sufre de ansiedad.

Sería algo así como echar más leña al fuego. Ya que las personas que la padecen de forma crónica tienden a experimentar buena parte del tiempo esa angustia y temor. 

Sin embargo, según la investigación de Coltan Scrivner, doctorado de la Universidad de Chicago que estudia el horror y la curiosidad mórbida, "de media, las personas con ansiedad tienen más tendencia a  ser fanáticas del terror".

Lo cual parece lógico si se tiene en cuenta lo explicado anteriormente sobre la relación entre miedo y calma.

Las personas con ansiedad o algún tipo de trauma no gestionan muy bien el estrés. Y ante cualquier cuestión del día a día su cuerpo puede ponerse en respuesta "lucha o huida".  

El cerebro entiende como posible amenaza sucesos cotidianos. ¿Qué ocurre? Como no hay un miedo real, por así decirlo, resulta complejo superarlo y así desencadenar la respuesta "descansar y digerir" para volver a la tranquilidad. Es similar a vivir en una angustia constante donde no hay espacio para la calma.

Y aquí es donde entra el placer de enfrentarse al género del terror.

Para algunos espectadores con ansiedad ver una película de miedo puede ayudar a aliviar la angustia y tensión acumulada.

¿Cómo? Al permitirles focalizarse en un miedo definido que además tendrá un final, lo que ayuda a entrar en la respuesta de calma, algo que a las personas con ansiedad, y sé de lo que hablo, no se les da tan bien.

Para que las películas de terror sean realmente útiles para la ansiedad o el estrés, el contenido debe llegar a ese punto óptimo: "lo suficientemente aterrador como para mantener tu atención y estimular tu respuesta al miedo, pero no tan aterrador como para sentirte abrumado o retraumatizado", explica un articulo de Cnet.

“Durante una película estresante, nos estamos exponiendo intencionalmente a estímulos que producen ansiedad", comenta Kurt Oaklee, fundador de Oaklee Psychotherapy en San Francisco, California en e medio de salud.

"Por lo general, no participamos en los mismos mecanismos de afrontamiento poco saludables que utilizamos en la vida real. Aprendemos a manejar el estrés en el momento. Esta práctica puede traducirse en ayudarnos a manejar los miedos y los factores estresantes cotidianos", añade.

Por lo que ya sabes. Puede que la próxima vez que tus problemas no te dejen dormir, la mejor solución sea preparar unas palomitas y enfrentarte a alguna casa encantada o a una banda de asesinos en serie y liberar estrés mientras gritas y saltas.