¿Cómo es posible "caerse" de un crucero? Los expertos y los datos sugieren que no es fácil

La emocionante historia de supervivencia de un hombre de 28 años que pasó casi 20 horas en el agua tras caer por la borda de un crucero de Carnival a finales del mes pasado fue el raro rescate marítimo con final feliz.

James Michael Grimes, que relató cómo comió bambú y luchó contra las medusas en las aguas del Golfo de México, infestadas de tiburones, era la undécima persona sospechosa de haber caído por la borda de un crucero en lo que va de año, según datos recopilados por Ross Klein, profesor de trabajo social de la Universidad Memorial de Terranova, que dirige una web sobre seguridad en los cruceros.

Pero a pesar de los titulares sobre mares turbios, los incidentes por la borda siguen siendo una auténtica rareza en los cruceros, según datos del sector y expertos.

Un portavoz de Carnival declaró a Business Insider la semana pasada que la "única forma" de caer por la borda es "trepar a propósito y saltar las barreras de seguridad".

Según los expertos, las probabilidades estadísticas de caer al agua son escasas, e incluso menores cuando los pasajeros mantienen la cordura. 

"En la inmensa mayoría de los casos se trata de un comportamiento imprudente o de algún tipo de acto intencionado", declaró a The New York Times Brian Salerno, vicepresidente senior de política marítima de la Cruise Lines International Association, también conocida como CLIA. "La gente no se cae inadvertidamente por el costado de un barco".

En 2019, el último año completo de datos anteriores a la pandemia, 25 personas cayeron por la borda, según un informe de CLIA de 2020. Esa cifra incluye tanto a pasajeros como a miembros de la tripulación.

En comparación con los más de 13,7 millones de pasajeros que embarcaron en un crucero solo en Estados Unidos ese mismo año, la probabilidad de caer por la borda se cifra en menos del 0,000001%.

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Según el informe de CLIA, las investigaciones sobre todos los incidentes ocurridos entre 2009 y 2019 revelaron que todos ellos fueron "resultado de un acto intencionado o imprudente".

La organización registró un total de 212 incidentes por la borda en cruceros durante esa década. Pero de esos cientos que cayeron al agua, solo 48 fueron rescatados con éxito. 

Todos los cruceros cuentan con importantes medidas de seguridad

El bajo índice de supervivencia entre quienes acaban en el agua es la razón por la que los cruceros dan gran prioridad a asegurarse de que la gente no se caiga en primer lugar.

"Hoy en día, los cruceros son los más seguros que jamás hayan navegado, gracias a las normas, reglamentos e innovaciones tecnológicas que rigen su diseño", declaró a The Telegraph Andy Harmer, director de CLIA para el Reino Unido e Irlanda.

En todos los cruceros comerciales se aplican varias normas de seguridad, como alturas mínimas uniformes para barandillas y balcones, así como barreras estructurales, para mantener a las personas en el barco, según explicó Sarah Kennedy, portavoz de CLIA, a The Points Guy en 2018. 

Las barandillas en los cruceros están legalmente obligadas a tener 106 centímetros de altura, explicó Klein a The Times. Ese requisito de altura está en su lugar para mantener a las personas seguras a lo largo de los paseos a bordo, señaló Salerno al periódico.

Según los datos de la CLIA, los avances en diseños de seguridad sofisticados se traducen en un descenso generalizado de este tipo de incidentes. "Cada vez es menos frecuente que hace 20 años", declaró a The Times Carolyn Spencer Brown, jefa de contenidos de Cruise Media, en 2021.

Grimes, el pasajero de 28 años que fue rescatado en Acción de Gracias, relató a Good Morning America la semana pasada que sus recuerdos sobre la caída son confusos. Reconoció haber tomado unas copas la noche en que cayó por la borda, pero dijo que no estaba borracho. No respondió a las peticiones de comentarios de Business Insider. 

El alcohol es un factor común en los incidentes de caídas por la borda, según indicó Klein a The Times, especialmente cuando los cruceros ofrecen paquetes de bebidas que pueden incitar a los pasajeros a beber en exceso. Klein calcula que el alcohol está presente en al menos el 11% de las caídas desde cruceros.

Otros comportamientos imprudentes, como subirse a las barandillas o saltarlas, intentar recrear una escena de una película famosa o hacerse el selfie perfecto, también pueden ser mortales en un crucero.

La posibilidad de un empujón intencionado también puede contribuir al aumento de los incidentes por la borda. A menudo son también, trágicamente, el resultado de suicidios en los que la gente salta a propósito, han señalado los expertos.

Pero Grimes, que afirmó que volvió en sí en el agua tras perder el conocimiento, no pensó ni una sola vez en darse por vencido durante las incontables horas que pasó trepando por el agua. 

"Nunca acepté que esto era todo, que éste iba a ser el final de mi vida", aseguró.