He pasado una mañana en el metaverso matando zombis y mi viaje ha sido corto, caro, pero espectacular

Yo, dentro del metaverso de Zero Latency.
Yo, dentro del metaverso de Zero Latency.

Me tomo unas setas alucinógenas en el metaverso. Camino por un puente en ruinas. Debajo hay unas estacas afiladas. Si me caigo muero. 

Ahora estoy dentro de una cueva. Hace un momento bajaba por un teleférico que se caía a pedazos. A mi lado un tipo que se hace llamar SuperG jadea. Se abre una puerta. En la mano tengo un rifle. Mato un zombi, mato otro zombi. Me disparan por todos lados, pero ni siquiera sangro. 

No, no estoy soñando. Estoy literalmente dentro del videojuego FarCry. Hace unos minutos estaba en la línea verde del metro de Madrid dirección las Ventas mirando Twitter. Ahora he perdido la noción del espacio y el tiempo. 

El chico de la entrada me dijo que no me lo tomara muy en serio, que esto es solo un juego. Pero ahora no sé ni donde estoy ni como me llamo. Quizá estoy exagerando.

Me quito los cascos de realidad virtual y vuelvo de Matrix. Me sudan las manos.

He probado la tecnología más avanzada de realidad virtual en España en el mundo de los videojuegos y aunque es una experiencia un poco cara —39 euros por persona—, se me ha hecho corto —la partida apenas dura 25 minutos—  y la historia tiene poco recorrido (te tiene que gustar mucho matar zombies), he alucinado en colores.

"No os lo toméis muy en serio que os podéis hacer daño"

He estado en Zero Latency en Madrid, una de las compañías pioneras en el mundo del sector de la realidad virtual aplicada a los videojuegos, presente en España desde 2016, y que ha desarrollado la nueva tecnología Gen3, de la mano de la empresa tecnológica HTC. 

Con esta tecnología se puede tener una experiencia de 5K en realidad virtual, te puedes mover por el espacio libremente sin ordenador, sin mochila o cables, y el sonido es envolvente. 

Antes no era así. Todo era mucho menos fluido, y la mochila pesaba demasiado.

Este centro de Madrid es uno de los más grandes de Europa, con una pista de 200 m² donde caben hasta 8 jugadores a la vez. Por ahora, todos los juegos que ofrecen son de guerra, pero desde la compañía adelantan a Business Insider España que esperan pronto añadir nuevos juegos para todo tipo de públicos.

Así ha sido mi viaje.

Tras una breve charla donde te explican de qué va el juego, te dan el arma —un rifle que también puede ser una ballesta, con algunos botones y que tiene dentro unas placas de plomo para que pese un poco y la sensación sea más auténtica—. Todo bastante intuitivo de usar.

La sala de Zero Latency en Madrid. Una de las más grandes de Europa con 200 m² para hasta 8 jugadores.
La sala de Zero Latency en Madrid. Una de las más grandes de Europa con 200 m² para hasta 8 jugadores.

Además, te pones un casco de realidad virtual que incorpora gafas, auriculares y micrófono, muy cómodo y que se ajusta a tu cabeza perfectamente.

FarCry

Esto es lo primero que ves cuando te conectas antes de que se cargue la partida. Un espacio tridimensional infinito.

FarCry realidad virtual

El chico de la entrada advierte: "No os lo toméis muy en serio. No os pongáis a correr o pegar brincos. No os tumbéis en el suelo, ya que alguien se puede hacer daño. Si podéis agacharos y moveros con libertad". 

En todo momento su voz nos guiará por el espacio cuando ya estemos inmersos en el metaverso como si fuera Morfeo.

Hacemos 2 equipos y nos colocamos en los extremos de la sala. Una voz nos habla desde el infinito, son nuestros captores. Estoy dentro de una jaula, si me alejo, la voz se aleja. Si me acerco a la pared, las gafas me avisan y me sale un muro de color rojo que gana intensidad a medida que me aproximo para no estrellarme junto con un sonido de alerta.

Sucede lo mismo con mis compañeros. Mis gafas detectan en todo momento donde están. 

De hecho, les puedo ver dentro del juego. 

Si en la realidad me acerco a ellos, en la pantalla me avisa que estoy demasiado cerca. Solo en un momento de la partida llego a rozar a otro jugador. En ningún caso, fue peligroso.

El arma lleva integrada 2 placas de plomo para que pese y de mayor sensación de realidad, aunque no es muy pesada y se mueve con facilidad.
El arma lleva integrada 2 placas de plomo para que pese y de mayor sensación de realidad, aunque no es muy pesada y se mueve con facilidad.

Yo en concreto he probado el Far Cry VR, una IP mítica creada por Ubisfot. En la historia somos capturados por un grupo de piratas en una isla desierta. Logramos escapar y tenemos que acribillar a millones de zombies que vienen dispuestos a devorarnos por todas partes.

Los gráficos son espectaculares. En un momento del juego, pierdo completamente la noción del espacio. La voz de Morfeo nos habla constantemente y eso es de mucha ayuda. Yo solo pienso en matar zombies. Me dan ganas de correr por todos lados y explorar este universo infinito.

Al cruzar un pasadizo bajo los efectos de las setas alucinógenas hago algo que no debería. Camino por el aire. Aquí puedo hacer de todo, los zombies me disparan y no muero. Coso a tiros a mis compañeros y no les pasa nada. 

Desde fuera un empleado monitoriza la partida en todo momento.
Desde fuera un empleado monitoriza la partida en todo momento.

El juego consiste en ir atravesando pantallas, disparando a diestro y siniestro, hasta que llegas al monstruo final. Apenas hablo con mis compañeros, quizá en ese sentido es poco de interactivo. También quizá es porque no les conozco, ya que son compañeros de prensa. Con amigos otro gallo cantaría.

Lo peor: se me hace corto. 

Me hubiera quedado durante horas explorando esta isla. El objetivo al final es matar cuantos más zombies mejor. Eso te da unos puntos y al final ves en la clasificación quién ha sido el mejor tirador. Yo me quedo en mitad de la tabla con la escalofriante cifra de 105 zombies muertos en mi haber. Ni Vasili Záitsev.

Esta es una pantalla dividida que recoge la visión de 6 jugadores a la vez.
Esta es una pantalla dividida que recoge la visión de 6 jugadores a la vez.

Tim Ruse, CEO y cofundador de Zero Latency, que está de viaje por todo el mundo recorriendo los centros que la compañía dirige, me dice durante una breve entrevista que tenemos que ya vivimos dentro de un metaverso.

"Trabajamos a distancia, jugamos a videojuegos online, usamos Discord, yo diría que el metaverso ya está aquí. Solo que no va a ser estar en Facebook todo el tiempo".

"Creo que la idea de que todo el mundo, hasta mi abuela, va a pasar mucho tiempo en el metaverso es algo que no es realista, pero creo que ya tenemos atisbos de lo que es el metaverso, y a la gente le gusta estar en estos mundos virtuales", me comenta Ruse.

"Uno de los mayores problemas con esta tecnología (metaverso) es que la gente se entusiasma demasiado y cree que lo va a ser todo, y luego no lo es. Y la gente se decepciona".

Con esta reflexión me subo de nuevo a la línea 5 de metro, mientras pienso en todo lo que ha sucedido en Zero Latency esta mañana y me siento un poco como Segismundo cuando vuelve a su torre.

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