Cómo retomar el ejercicio después del parón de las vacaciones: consejos básicos
- Hacer ejercicio no suele ser algo que motive, y más tras el parón de las vacaciones.
- Afortunadamente, existen algunas maneras de hacer que la transición sea mucho más sencilla.
Las vacaciones son un tiempo para el disfrute y el descanso. Por lo que es de esperar que el gimnasio no esté entre tus planes. Entre viajes y terraceo con amigos lo máximo que has hecho por moverte es algún que otro chapuzón en la piscina o los estiramientos para darte crema en la espalda.
Pero llega septiembre y con este la vuelta al trabajo, la rutina y, por qué no, tus entrenamientos. —Si antes no lo hacías puede ser un buen momento para proponerte eso de moverte más—. Sin embargo, aunque un parón de todo es adecuado para que cuerpo y mente se relaje, retomar la actividad puede ser duro, más cuando en general cuesta tanto hacer ejercicio.
Para que volver a este hábito sea más llevadero, prueba a poner estos consejos en práctica.
Cómo retomar el ejercicio
Empieza con calma
Con lo fácil que es tirarse en el sillón a ver Netflix quién querría matarse a hacer sentadillas. Por ello es mejor empezar poco a poco. Puede además, que en estos meses de verano hayas perdido algo de forma física. Si el primer día te metes una paliza y acabas "doblado" es posible que al siguiente te busques cualquier excusa para no volver.
Empezar con calma significa algo de una intensidad menor a la que estabas acosumbrado antes del verano. Puedes empezar por dar una simple caminata de 10 a 15 minutos. "Haz algo que no agote tu cuerpo y lo lleve más allá de sus límites de inmediato", aconsejan los expertos en Shape. "Tienes que recuperar la fuerza, la resistencia y la aguante para ayudar a recuperar la confianza y la motivación para seguir adelante".
Encuentra la motivación
Está comprobado que hacer ejercicio es bueno para la salud física y mental. Sin embargo, la mayoría de personas se resisten a ello.
Si notas que te está costando volver a hacer ejercicio, recuérdate todo lo bueno que obtendrás con ello, desde mejorar tu salud a tu físico. Puedes probar a hacerlo con un amigo, lo que te motivará mucho más.
Busca alternativas al gimnasio
Si no te ves en un gimnasio compartiendo espacio con otros, o las máquinas y clases de spinning no son lo tuyo eso no significa que no haya opciones.
Hay un sinfín de vídeos en internet con rutinas fácilmente adaptables al salón de casa. Otras alternativas son salir a correr, hacer senderismo, o cambiar el coche por la bici.
Haz algo que te gusta
No hay mejor actividad física que aquella que disfrutas haciendo. Con ello realmente te apatecerá hacer ejercicio.
Por lo que no te obsesiones con lo que está de moda o crees que es más tonificante. Si lo tuyo no es la marcha nórdica pero sí el baile, pues opta por bailar. Si prefieres un deporte de equipo como el baloncesto en lugar de la soledad del corredor, busca un equipo.
Recuerda ni tu edad, ni tu forma física deben impedirte realizar aquello que te motiva.
Marca una fecha
Mañana me pongo. Y cuando te das cuenta vuelve a ser verano y no saliste a entrenar ni una vez.
Para evitar tus ganas de procrastinar, lo mejor es marcar una fecha en el calendario y después asegurarte de reservar espacio en tu agenda para llevarlo a cabo.
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