Cómo saber si un huevo es fresco y puedes comerlo sin riesgo alguno

El huevo es un alimento altamente nutritivo. Es fuente de proteínas y grasas saludables.

Aporta entre un 10% y un 20% de la cantidad diaria recomendada de vitaminas A, D, E y K. También tienen minerales, como fósforo, selenio, hierro y zinc. Además desde hace tiempo se sabe que lo de un huevo a la semana es un mito y no debes preocuparte por tu colesterol (si estás sano).

De lo que sí debes preocuparte es de comer huevos en buen estado. Se trata de un alimento que no dura tanto en tu despensa como el resto. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)  pueden consumirse hasta 28 días después de su puesta.

Es necesario que te asegures de ingerir huevos frescos, de lo contrario puedes exponerte a una intoxicación alimentaria, como infección por Salmonella.

Lo que dicen los expertos sobre si es sano comer huevos todos los días

Para ello lo primero es saber cómo conservar correctamente los huevos. Nada de cambios bruscos de temperatura, ni estar a más de 10 grados. Por ello, la mejor manera de guardarlos en casa es en su envase (donde se indica la fecha de consumo y no en el huevo) y en la nevera, (lejos de la puerta ya que esa zona se expone a más cambios de temperatura) con la "punta" más fina hacia abajo.

A pesar de tener estos aspectos en cuenta es bueno saber identificar cuándo un huevo está fresco. Puede que lleven días en la nevera y no sepas muy bien desde cuándo. O quizá no los has almacenado bien y se han podido ver afectados por cambios de frío y calor.

Cómo identificar que un huevo se puede comer

Desde la OCU dan algunos consejos y trucos para identificarlo sin problema.

Una yema y clara consistentes y la cáscara intacta y limpia. Estos son los aspectos que revelan que un huevo es fresco. Por lo cual, cualquier indicio de lo contrario debería hacerte sospechar.

Para evitar riesgos sanitarios desecha aquellos con la cáscara agrietada. Cuando un huevo es reciente ésta es áspera y opaca, mientras que con el tiempo se torna brillante y lisa.

Al cascarlo, un huevo fresco no debe presentar olor de ningún tipo. "La clara debe ser limpia, translúcida y gelatinosa". Si no presenta estas características y la yema no ofrece relieve, es muy probable que el huevo esté envejecido. A medida que un huevo pierde frescura, la yema pierde consistencia y se desparrama.

Un truco rápido para saber si un huevo está en buen estado es sumergirlo en agua con sal.

Los huevos viejos cambian de densidad, debido al aumento de espacio de la cámara de aire que hay entre la membrana interna y la externa, señala la organización.

"Si al sumergirlo en agua con un 10% de sal disuelta el huevo permanece en el fondo del recipiente estará fresco. Si flota, deséchalo". Aunque aquí ten en cuenta que si se trata de uno cocido siempre flotará.