Cómo saber si el pescado está malo: estas son las señales de alerta

Pescado en mal estado

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  • Aunque el mal olor es el principal indicador de que un pescado está malo, existen otras señales de alerta en su apariencia a las que debes prestar atención, como una apariencia gris, traslúcida o viscosa.
  • Si comes pescado azul en mal estado, una de las consecuencias puede ser la escombroidosis, cuya causa es la contaminación con bacterias que inducen la formación de grandes cantidades de histamina.
  • El pescado fresco nunca debe estar más de dos o tres en la nevera. 
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Averiguar si un pescado está malo es fundamental antes de cocinarlo. Si compras pescado fresco, deberías comerlo en un margen de dos o tres días. Pasado ese tiempo, su buen estado en la nevera peligra, y empiezan a proliferar las oportunidades de intoxicación alimentaria

Además de atender a la fecha de caducidad, que bajo ningún concepto debes sobrepasar en el caso de la carne o el pescado fresco, es importante saber detectar las señales de un pescado en mal estado. 

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Antes de llevarte disgustos, para conservarlo correctamente en la nevera, la temperatura tiene que permanecer constante entre 0º C y 4º C. El pescado fresco debe guardarse en la zona más fría del frigorífico

Un truco del mayorista Santiago Montenegro consiste en empapar un trapo y dejarlo húmedo, envolviendo con el ejemplar y revisando que no se seque.

Para comprobar si un pescado está en mal estado y es peligroso comerlo, puedes atender a 3 factores: olor, apariencia y textura. 

Olor desagradable

Desde Mejor con Saludanotan las características del olor del pescado en mal estado, que se diferencia claramente al aroma propio de los peces y mariscos, marino y salado.

Si un pescado está malo percibirás un hedor fétido, rancio y a veces, similar al amoníaco.

Recuerda: el olor a algas y amar es señal de que está en buen estado. Un penetrante aroma desagradable o hediondo indica que ya no podrás consumirlo.  

Pescado opaco, gris o traslúcido

Además de la prueba del olfato, la apariencia del pescado es importante. Si lo ves grisáceo, de color opaco o translúcido, indica que se ha echado a perder.

Por supuesto, el tema del color depende de la tonalidad previa de la especie: el salmón debe ser de color rosa rojizo, el bacalao blanco o el atún, de tono rojo oscuro o rosado. Al comprar un filete de pescado, debe verse húmedo y reluciente, tal y como indican desdeHome Cook Basics.

Se recomienda comer unas 3 raciones de pescado a la semana, alternando blancos y azules.
Se recomienda comer unas 3 raciones de pescado a la semana, alternando blancos y azules.

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Viscosidad

Examinar la textura es esencial para conocer el buen o mal estado de un pescado. Si está pegajoso o viscoso ya no debe cocinarse ni comerse. 

El pescado debe tener un tacto terso, compacto y elástico. Si carece de estas propiedades, no tientes a la suerte. 

Ojos, branquias y escamas

Tu vista te ayudará a percibir los diferentes elementos del pescado y saber si está bueno. 

En Mapfre Hogar explican que la decoloración delas branquias es una mala señal. Si se tornan grises o amarillentas, despídete del pescado. También su pérdida de brillo o si están pegadas entre sí. 

Mira también los ojos del pez: si están hundidos significa que ya no es comestible. La córnea lechosa y la pupila gris, como si tuviesen cataratas, son otros indicadores clave. 

También el desprendimiento de las escamas y de la carne, la piel demasiado blanda o las vísceras hinchadas al abrirlo. La tripa también es la primera afectada del envejecimiento o putrefacción de un pescado. Si está abultada, flácida o hundida no deberías ingerirlo. 

Según el Informe de consumo alimentario en España 2020, la pandemia aumentó el consumo de pescado en los hogares españoles, tal y como recoge la revista de Industrias Pesqueras. 

En términos de volumen, a cierre de 2020 se compró un 10,5% más de pescado y en valor, se gastó un 13,8% más. En promedio, en 2020 cada español consumió casi 25 kilos por cabeza de pescado al año. Los frescos siguen llevando la delantera. 

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria recomienda consumir hasta 3 o 4 raciones de pescado a semana, procurando alternar las especies entre pescados blancos y azules y limitar aquellos pescados grasos de mayor tamaño, debido a los altos índices de mercurio. 

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