Calor, mosquitos, sol... Aquella horrible noche de verano en un camping y en una tienda de campaña pequeña
- Verano, sur y tienda de campaña pequeña: mala combinación. Así fue mi noche durmiendo en un camping en El Puerto de Santa María en julio.
- En las siguientes ocasiones puse en práctica algunos trucos para dormir en verano en una tienda de campaña.
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Empiezas, incluso, metido en el saco. A los 5 minutos sacas una pierna. 10 más tarde sólo tienes tapados los pies. Cuando ya han pasado 20 minutos, el saco es un gurruño en la esquina de la tienda. Media hora ha pasado, estás sólo con la ropa interior y tratas de buscar aire. Se te pasa por la cabeza abrir la cremallera del iglú. Piensas que te comerán los mosquitos y desistes. Te preguntas, por primera vez, por qué has decidido pasar una noche de verano en un camping y en una tienda de campaña pequeña.
Parece que duermes, pero no son más que 5 minutos. Das vueltas sobre ti mismo, mientras escuchas que tu compañero o compañera de tienda emite sonidos exasperados (está como tú). A la hora y media verbalizas tus sentimientos: “Aquí es imposible dormir, estoy desesperado”. “Buff, es horrible”, contestan a centímetros de ti.
“Mañana me echo AfterBite”, reflexionas en alto a las 2 horas mientras te incorporas para abrir la cremallera. No hay aire. Respiras hondo tratando de encontrar una bocanada fresca. Es imposible. Pasas la noche entre rascadas compulsivas, juramentos en arameo y muy breves episodios dormitando. A las 6 de la mañana sacas la esterilla de la tienda de campaña y te tumbas fuera. Estás sólo con la ropa interior. Ya te da igual todo. Y dices: “Mañana me busco un hotel”.
Fue una noche de julio de 2019 en El Puerto de Santa María (Cádiz). Al día siguiente teníamos otro camping reservado en Los Caños de Meca. Y sí, cogimos un hostal. Posiblemente la última habitación libre de la zona. No tenía aire acondicionado, pero nos pareció un 5 estrellas.
Consejos para sobrevivir una noche verano de camping en una tienda de campaña
Esa noche gaditana (más bien, toledana) me hizo pensar: en primer lugar, en que, si volvía a ir de camping en verano, mejor el norte. También que necesitaba una tienda más grande. Mucho más grande. Además, se me ocurrieron varios trucos para dormir en una tienda de campaña en verano. Sistemas que he puesto en práctica con posterioridad y que, sin ser la panacea, funcionan:
Luces
Parece una obviedad, pero se puede cometer el error fácilmente. Ten mucho cuidado de no encender ninguna luz en el interior de la tienda (ni siquiera la del móvil) cuando la puerta está abierta, si no quieres que se te llene de mosquitos. Si estos llegan, que sea porque, harto, abres la tienda, pero no por un despiste.
Repelente de mosquitos
Hay muchos tipos de repelente de mosquitos que se pueden poner en la tienda sin que ocupen apenas espacio. Es interesante colocarlo desde el principio y, por supuesto, será imprescindible si, al final, no puedes más y duermes con la tienda abierta.
Un pequeño ventilador
Imprescindible para sobrevivir en verano de camping en una tienda de campaña es un pequeño ventilador a pilas. Ponlo en una esquina y, si es oscilante, mejor que mejor.
Una lona encima de la tienda de campaña
Una buena opción, si acampas en una zona en la que hay árboles, es poner una lona reflectante por encima de la tienda. Engánchala de los árboles y conseguirás apocar la temperatura a la que llegará la tienda de campaña.
Máscara para los ojos
Pongas en práctica (o no) estos trucos para dormir en una tienda de campaña en verano, es probable que acabes durmiendo fuera de la tienda, así que te recomiendo que te compres una máscara para los ojos y, así, evitarás el efecto de los rayos solares en tu maltrecho sueño.
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