"Mi consejo sería que esté listo para remangarse": la recomendación de una española que trabaja en el departamento de regulación de Revolut en EEUU para alguien que quiera trabajar en fintech

Lucía Marín, parte del equipo de Regulatory Compliance de Revolut en Estados Unidos.
Lucía Marín, parte del equipo de Regulatory Compliance de Revolut en Estados Unidos.
  • "Empecé a trabajar en Revolut en mayo 2019. Antes de ser empleada, ya era clienta desde 2015 y una auténtica fan del producto", apunta Lucía Marín, parte del equipo de Regulatory Compliance de Estados Unidos. 
  • "Trabajar en una fintech como Revolut te enseña muchas cosas y abre muchas puertas, pero tienes que estar dispuesto a dar lo mejor de ti mismo", asegura. 
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En el terreno financiero cumplir con la regulación es clave, lo que en el sector se conoce como el anglicismo de compliance. En el terreno fintech, esto es incluso más importante por la velocidad a la que se aplican nuevos desarrollos y tecnologías. Lucía Marin trabaja en Revolut, la superapp financiera británica, en el equipo de Regulatory Compliance de Estados Unidos. 

Revolut comenzó a operar en marzo de 2020 en Estados Unidos cuando lanzó en este mercado su app para poder tener cuentas, compartir gastos entre amigos o retirar dinero de los cajeros. 

"Empecé a trabajar en Revolut en mayo 2019. Antes de ser empleada, ya era clienta desde 2015 y una auténtica fan del producto. Lo recomendaba a amigos, compañeros y familiares porque me entusiasmaba", explica Lucía Marín en una entrevista con Business Insider España. 

"Cuando descubrí Revolut, vivía en Madrid y la empresa estaba muy centralizada en Londres. No era mi momento de dar el salto. Mi vida dio un giro de 180 grados en 2018 cuando me mudé a Nueva York y leí en prensa que Revolut estaba abriendo oficina en la gran manzana", añade Marín que señala que de la compañía le atrajo trabajar en un producto en el que creía. 

En 2015, Revolut se lanzó en el Reino Unido ofreciendo transferencias e intercambios de dinero. Hoy, esta fintech tiene más de 15 millones de clientes en todo el mundo. 

Marín, licenciada en derecho y administración y dirección de empresas cuenta en su formación con un MBA. Antes de formar parte de Revolut había trabajado en banca tradicional, concretamente en Banco Santander. "Son dos culturas de trabajo distintas", señala Marín, que no quiere entrar en comparaciones entre una y otra. 

En vez de marcar las diferencias prefiere hablar sobre la forma de trabajo de Revolut. Marín señala que no existen grandes equipos, ni comités donde la responsabilidad se diluya. 

"Todos sabemos lo que se espera de nosotros y cada tres meses revisamos con nuestros supervisores en qué nivel hemos cumplido con nuestras responsabilidades. Somos contratados para resolver problemas", apunta. 

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Trabajar en el mundo fintech es una tarea apasionante, pero dura.

 "Mi consejo sería que esté listo para remangarse. Trabajar en una fintech como Revolut te enseña muchas cosas y abre muchas puertas, pero tienes que estar dispuesto a dar lo mejor de ti mismo", asegura. 

Un día en el departamento de regulación en Estados Unidos 

"Mi trabajo consiste en que Revolut cumpla con la normativa bancaria americana. En otras palabras, que los reguladores confíen en nosotros para que el equipo de negocio pueda centrarse en crecer y seguir lanzando productos con ese wow effect”, explica cuando se le pregunta por su trabajo. 

Así, cuenta que empieza el día revisando si tiene algún mensaje en Slack (una aplicación de mensajería y gestión de tares) de mi manager o de su equipo. 

"Luego reviso prensa económica y del sector fintech. Si hay algo que impacte directamente a Revolut o a un competidor, lo compartimos en un chat del equipo de Estados Unidos y comentamos si queremos hacer algo al respecto o no", añade. 

Marin señala que también le gusta revisar cada mañana mis KPIs (las siglas para denominar a los objetivos) y mi JIRA Board (su herramienta de trabajo en agile) para asegurarse de que está al día."De esta manera, mi manager tiene visibilidad sobre las tareas en las que estoy trabajando", apunta. "A continuación, ya me meto en proyectos en los que esté trabajando. Prefiero dejar las reuniones para por la tarde, excepto si necesito la colaboración del equipo de Londres", dice. 

"Parece que lo tengo muy organizado, pero la verdad es que cada día es distinto", resume. 

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