Así debes tratar los alimentos para evitar microorganismos perjudiciales para la salud

Probablemente muchas veces, ya sea por las prisas o por desconocimiento, no tratas de forma adecuada los alimentos.

Esto podría tener un gran impacto en tu salud ya que, si no los cocinas bien o no los lavas antes de consumirlos, podrías estar ingiriendo microorganismos muy perjudiciales.

Antes de nada tienes que tener en cuenta que no se sigue el mismo proceso para todos los productos, sino que hay muchos factores que influyen en el tratamiento que requiere cada uno.

Estos son los 10 alimentos que forman parte de la dieta mediterránea.

Uno de los métodos más efectivos para eliminar agentes peligrosos para tu organismo es realizar una correcta cocción de los alimentos. 

Cocinar a fuego lento durante un buen rato garantizará que el alimento no contenga bacterias, además de ayudar a preservar mucho mejor sus propiedades nutricionales. Asimismo, la cocción a presión también es un acierto, ya que convierte el alimento en un producto estéril.

Mientras tanto, el microondas podría dar un resultado algo engañoso, pues aunque el exterior del producto esté hecho, el interior podría seguir crudo. Esto se debe a que es un electrodoméstico de uso rápido y no dedica el suficiente tiempo al tratamiento del alimento.

Todos los motivos por los que la dieta mediterránea está considerada como una de las mejores por la mayoría de nutricionistas.

Si vas a cocinar carne, tienes que saber que es especialmente susceptible a la contaminación microbiana, por lo que debe alcanzar una temperatura mínima de 74 °C en su totalidad, sin interrupción del proceso de cocción.

Por otro lado, el pescado debe conservarse congelado a -18 °C y lo más recomendable es hacerlo a la plancha a la misma temperatura que la carne, ya que así se garantiza la eliminación de los microorganismos. 

Evita comer pescado crudo, ya que puedes sufrir una intoxicación provocada por un parásito llamado anisakis.

Los dos factores esenciales para transportar alimentos correctamente, según un experto.

Las frutas y hortalizas poseen muchas bacterias provenientes del suelo, el agua, el aire y los insectos, así como de las prácticas de recolección. Por esta razón, tienes que seleccionar y eliminar las hojas externas y luego lavarlas con abundante agua para eliminar todo rastro de suciedad.

En cuando a la leche y derivados, ten muchísimo cuidado, pues generalmente contiene muchos gérmenes. Para destruirlos, primero caliéntala a más de 75 °C durante unos 3 minutos, luego enfríala rápidamente y métela en la nevera a unos 4 °C o menos.

Y, si lo que quieres es asegurarte de que grasas como el aceite no sean un problema para la salud, no lo utilices ni recalentado ni quemado, ya que podría destruir las vitaminas de los alimentos, además de resultar altamente cancerígeno.