Cómo usar el método del 'triángulo' para descubrir a un mentiroso gracias al lenguaje corporal

El refranero popular dice que "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo", pero lo cierto es que no siempre resulta tan sencillo averiguar cuando una persona está mintiendo. Una de las claves es fijarse en el lenguaje corporal, y para ello puedes utilizar el método del triángulo. 

Karen Donaldson, entrenadora de comunicación y experta en lenguaje no verbal, afirma que los manipuladores suelen pertenecer a una de 2 categorías: los que realmente están convencidos de que lo que hacen está bien, y aquellos que saben que está mal, pero que siguen con sus planes de todas maneras.

En una entrevista concedida a Entrepreneur, esta especialista detalla su método —llamado del triángulo debido a su enfoque de 3 puntas— con el que podrás averiguar las señales que delatan a un mentiroso. Solamente necesitas abrir bien los ojos y prestar atención. 

1. Presta atención a la suma de las partes

Donaldson recomienda leer los signos verbales y no verbales de un mentiroso "en racimos". O, dicho de otro modo, sumarlos para llegar a la verdad. Ninguna frase aislada o movimiento concreto será, por si solo, concluyente. 

Al juntar todas las partes podrás tener una comprensión básica de los comportamientos típicos de la persona que tienes enfrente.  

Lo primero es fijarte en cómo dice lo que dice. ¿Con qué ritmo habla? ¿Cuál es su cadencia? A partir de ahí, podrás expresar atención a los cambios. 

Al decir la verdad, el lenguaje verbal fluye, ya que la información está en la memoria. Sin embargo, con la mentira, los patrones de habla se tornan erráticos y aparecen silencios o pausas demasiado largas, fruto del tiempo que se tarda en inventar o adornar una historia. 

2. Cuidado con las señales reveladoras de la cabeza, la cara y los ojos

Los gestos de la cabeza de una persona son señales muy importantes que pueden delatar a un mentiroso. Fíjate en la sincronización: tus alarmas deben saltar cuando los gestos no coinciden con lo que la persona dice. Si la persona dice que no ha hecho algo y asiente con la cabeza, o que sí lo ha hecho, pero niega con ella, debería ser motivo de sospecha. 

"Eso es un signo revelador de indecisión, y posiblemente de mentira", dice Donaldson a Entrepreneur, subrayando que el cuerpo dice la verdad a menos que alguien sea un maestro en controlarlo.

Hay muchos más microgestos sospechosos: plegar los labios rápidamente —que indica que hay algo que no quieren decir—, o patrones de contacto visual extraños, como mirar repentinamente hacia arriba o hacia abajo. Las investigaciones apuntan a que no mantener el contacto visual no es concluyente. 

Por otra parte, el ritmo de parpadeo de alguien puede ser un indicador, pero al igual que con los otros signos, hay que saber cuál es la línea de base de la persona para hacer una evaluación precisa. A veces puede una respuesta a la ansiedad o al nerviosismo, y no una señal de que alguien está mintiendo.

3. Fíjate en su cuerpo y a su aspecto físico

Aparte de la cabeza, la cara y los ojos, también es importante reparar en el movimiento del resto del cuerpo. 

Donaldson apunta a que cuando alguien se rasca o se frota el cuello, delata incomodidad. Tocarse en exceso de uno mismo es una manera primitiva de calmarse, que proviene de la infancia. Tu cuerpo también responde al estrés cuando te pica la nariz o la piel de la cara. 

"Cuando no decimos la verdad, aparece el estrés, y el sistema nervioso provoca síntomas sensoriales, así que de repente nos pica la piel y la cara. Cuando alguien se sonroja, la sangre se dirige a la periferia del rostro. Lo mismo ocurre con la nariz, y eso es lo que provoca esa sensación de picor", apunta a la experta.

Hay más claves: alguien podría estar mintiendo si utiliza demasiado su mano no dominante mientras te habla, así que no está de más saber si es una persona zurda o diestra. 

La excesiva inquietud o los cambios bruscos de comportamiento, o incluso de posición al sentarse, también son gestos delatores de que te hallas frente a un mentiroso.