Esta es la velocidad a la que tendrías que conducir para volverte invisible a los radares
- Algunos conductores creen que si conducen a una velocidad muy alta la matrícula se vuelve invisible para los radares de velocidad, siendo así imposible recibir una multa por parte de los radares y cámaras.
- ¿Funciona de verdad este truco? A continuación, se explica si tiene o no sentido esta idea.
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Los radares son unos dispositivos indispensables para la seguridad vial: controlan la velocidad en carretera para que los conductores no se salten los límites y así evitar accidentes.
Por lo tanto, estas cámaras son las responsables de que millones de conductores reciban una multa de tráfico al menos alguna vez en su vida. De ahí que muchos se pregunten si es posible engañar a los radares.
Seguro que has escuchado más de un truco con los que supuestamente puedes hacer que los radares no te pillen, por ejemplo, usar cinta aislante para cambiar la numeración de tu matrícula.
Otro truco muy sonado es el de conducir muy rápido para que así los radares no te vean, siendo imposible que le hagan una foto a tu matrícula.
Pero, ¿de verdad funciona esta estratagema? Para muchos conductores puede parecer muy lógico, pero lo cierto es que el plan tiene más lagunas de lo que puedes pensar.
¿Puedes hacerte invisible para los radares si conduces muy rápido?
Lo cierto es que no: los radares y cámaras que se implantan en las carreteras están preparados para cazarte aunque conduzcas a una velocidad verdaderamente rápida.
Utilizar este truco no sólo resulta inútil, sino que además es peligroso: aumentan las posibilidades de provocar un accidente y de salir mal parado del mismo.
Para volver invisible a los radares tendrías que conducir a 191 millones de kilómetros por hora, según advierte un estudio publicado por la Universidad de Leicester.
Esto equivale a una sexta parte de la velocidad de la luz. Obviamente ningún vehículo particular alcanza este límite, y en caso de que pudiese hacerlo sería una locura jugársela así en carretera.
Las conclusiones de los investigadores se basan en el efecto Doppler, una teoría física que explica cómo las frecuencias de la luz de un objeto aumentan o se reducen cuando se aleja o acerca de un punto concreto.
Teniendo en cuenta este efecto, si un coche se desplaza lo suficientemente rápido el cambio de frecuencias de la luz es tan grande que podría ser invisible para los radares. Eso sí, para ello ha de alcanzar una velocidad imposible a día de hoy.
Si quieres evitar multas de tráfico sólo te queda una opción: respetar el reglamento de la DGT. De lo contrario, estás expuesto a ser sancionado en cualquier momento.
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