Estas son las 10 predicciones más acertadas de todos los tiempos

Andrea Núñez-Torrón Stock
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Mujer viendo el futuro

Desde la conquista lunar a la invención de paneles solares, Internet o las videollamadas: así son algunas de las predicciones mejor esbozadas de todos los tiempos, realizadas por parte de artistas, genios y espíritus visionarios.

Desde Nostradamus a Los Simpson, las predicciones acerca del futuro lejano o cercano pueblan por doquier la literatura, la cultura pop o el esoterismo, mientras que desde el rigor de la observación y de la demostración empírica la ciencia también alerta de los sucesos que acontecerán en los próximos años, desde la conquista del espacio al cambio climático.

En este artículo nos alejamos del Efecto 2000 o del apocalipsis maya para centrarnos en algunas de las predicciones más acertadas de la historia de la humanidad y plasmadas en formatos tan diversos como novelas, ensayos, investigaciones o postales, muchos de ellos pertenecientes al arte, la imaginación y el apasionante mundo de la ciencia-ficción. Retrotráete al pasado para abrir una rendija en este futuro que otros vieron venir con ojo visionario.

George Orwell y la cibervigilancia

Cibervigilancia

Las distopías literarias más afortunadas y ácidas han servido para predecir nuestro futuro más inmediato, anticipándose medio siglo al control de las masas por parte de las élites y empleando tecnología disruptiva. Sí, hablamos del Gran Hermano imaginado en el clásico de George Orwell de 1984, escrito en 1948.

En realidad la obra de Orwell vaticina desde la ficción numerosas predicciones geopolíticas, socioeconómicas y estructurales en torno a nuestro mundo de hoy. La cibervigilancia es hoy más plausible que nunca: las calles están pobladas de cámaras, nuestra huella digital en Internet permite a cualquiera seguir nuestro rastro y nuestros dispositivos inteligentes — desde electrodomésticos a coches conectados, wearables o smartphones — nos definen casi mejor que nosotros mismos.

Mientras, las grandes corporaciones controlan a los consumidores a través del Big Data y el estado de vigilancia es notable en lugares del mundo como China, donde el Gobierno censura los contenidos disponibles para la ciudadanía en Internet.

Julio Verne y la conquista lunar

Hombre en la luna

Jules Verne predijo tantas cosas en su prolífica y talentosa obra literaria que podría ocupar un extenso artículo él solo. Además del submarino, el helicóptero, las armas eléctricas o los telediarios, una de las predicciones futuras más importantes de este autor francés se centró en los viajes del hombre a la luna.

En concreto, Verne escribió en 1985 el cuento titulado “De la Tierra a la Luna”, en el que predijo que pisaríamos nuestro cercano satélite, repasando detalles increíblemente anticipados a su tiempo, como los elementos del transbordador espacial, el mes en que se lanzaría, el lugar el número de astronautas a bordo. También describe la cápsula que va sobre los cohetes espaciales o los “proyectiles” que se podrían usar para llevar a los pasajeros.

Philip K. Dick, la realidad virtual y los hologramas

Realidad virtual en el exterior

Es uno de los referentes más importantes de la ciencia ficción y autor de obras maestras como Blade Runner o Minority Report. Phillip K. Dicks imaginó otros mundos anticipados a su tiempo y plagados de electrónica, hologramas y realidad virtual y aumentada, con capacidad de alterar la percepción de la realidad de la humanidad.

En 1977 el novelista afirmó cómo una revelación le mostró que podríamos estar viviendo en una realidad simulada que controla nuestras mentes, algo que se manifiesta precisamente en las realidades alternativas o simulaciones en que viven los personajes. Aunque sea mucho decir afirmar esto de forma exacta en la actualidad, lo cierto es que la realidad virtual y los hologramas han llegado en este siglo XXI para quedarse.

Robert Heinlein y la guerra fría

Militar en misión de guerra

Cinco años antes de que Estados Unidos lanzara sus bombas nucleares, Heinlein predijo su existencia y cómo conducirían al tenso conflicto de los dos bloques capitaneados por los americanos y por la URSS.

Además de adelantarse a este conflicto bélico, Robert Heinlein también se anticipó al invento de las camas de agua, descritas con tal grado de detallismo en su novela “Forastero en tierra extraña” (1961), que su posterior inventor tuvo algunos problemas para patentarla.

Edward Bellamy y las tarjetas de crédito

Tarjeta de crédito o débito

Edward Bellamy publicaba Looking Backward en 1887, una novela de corte futurista ambientada más de un siglo después, en el año 2000. En ella se hacía alusión a una tarjeta emitida por el banco que funcionaría a modo de mecanismo de pago y que desbancaría al dinero en papel conocido hasta entonces.

Julian West es el protagonista de la novela, que se duerme en 1887 y se despierta en una sociedad utópica en el mencionado año 2000, donde cada persona tiene acceso a una idéntica cantidad de crédito respaldada por el gobierno y empleada para comprar diversos bienes. En esta obra de ciencia ficción también se habla del televisor, concebido como un dispositivo a través del que se pueden ver y escuchar conciertos.

Hugo Gernsback y las videollamadas

Una niña haciendo una videollamada

En 1911 el escritor Hugo Gernsback publicó la novela Ralph 124C 41+, la cual se anticipa a la aparición de tecnologías de videollamada tan profusas hoy en día como Skype, HangOuts o Facebook Messenger. La obra describía un dispositivo llamado “telephot” que permitía a las personas verse y oírse desde largas distancias.

No solamente es uno de los genios más ilustres de la ciencia ficción, sino que el ingenio de este autor lo condujo a patentar numerosos artilugios: un instrumento para captar mejor el sonido en la radio (Radio Horn), un nuevo método de depilación sin cera (Depilator) o una plataforma de aterrizaje para aeroplanos y máquinas voladoras fueron algunas de sus fantásticas creaciones.

J.G. Ballard y las redes sociales

Menores redes sociales

La obsesión por documentar cada pequeño fragmento de nuestra vida y hoy cristalizado en las redes sociales ya fue vaticinada en un ensayo escrito por J.G. Ballard en 1977. A continuación reproducimos, punto por punto, un párrafo real de la obra que profetizaría el auge de este tipo de plataformas como Facebook o Instagram que hoy en día forman parte de la vida cotidiana de miles de millones de personas.

“Cada una de nuestras acciones durante el día, a lo largo de todo el espectro de la vida cotidiana, será instantáneamente grabada en vídeo. Por la noche nos sentaremos a ver las imágenes, seleccionadas por una computadora entrenada para elegir sólo nuestros mejores perfiles, nuestros diálogos más inteligentes, nuestras expresiones más afectuosas, capturadas a través de los filtros más amables, y luego juntaremos todo ello para tener una reconstrucción mejorada de nuestro día”. 

Una precisión escalofriante, ¿verdad?

Robert Boyle y los trasplantes de órganos

Trasplante de órganos

Si hablamos de anticipados a su tiempo, Boyle nos sacó muchos siglos de ventaja. Este erudito escribió en la década de 1660 un listado con veinticuatro grandes avances para la humanidad que creía que tendrían lugar en el futuro. Pese a vivir en una época profundamente religiosa y supersticiosa, Boyle se juntó con otros filósofos, doctores y escritores para formar la Royal Society y buscar explicaciones científicas ante el mundo.

Así, Boyle vaticinó mejoras médicas como los trasplantes de órganos, la aparición de somníferos y calmantes del dolor, la “recuperación de la juventud”, el alargamiento de la esperanza de vida y también inventos como los telescopios — que el apodó “gafas parabólicas” —, los equipos de submarinismo o los barcos capaces de navegar contra el viento. Algunas de sus predicciones, como curar heridas a distancia, la transmutación de metales y la invención de un disolvente universal todavía no se han cumplido.

Neil R. Jones y la criogenización

Criogenización

En el cuento corto “El satélite Jameson”, escrito por Neil R. Jones en 1931, su protagonista, el profesor Jameson se anticipa a la soñada criogenización o criopreservación humana, muy presente en la ciencia ficción y que hoy en día está dando algunos de sus primeros pasos a través de startups como Cecryon, definida como la “primera clínica de criogenización de Europa”.

El protagonista de este cuento pide que lleven su cadáver a la órbita de la Tierra con la esperanza de que permanezca preservado allí a una temperatura de cero absoluto. Otro autor que exploró esta temática en su narrativa fue el académico estadounidense Robert Ettinger, apodado “el padre de la criónica” y que en 1947 acuñó una breve historia utópica llamada “El penúltimo triunfo”, promoviendo la decisión de congelarse para resucitar en el futuro.

Aldous Huxley y los antidepresivos

Mujer tomando una pastilla

La novela distópica de Aldous Huxley titulada “Un mundo feliz”, publicada en el año 1933, es el máximo exponente junto a 1984 de George Orwell de la ficción distópica, el cual retrata desde una perspectiva pesimista y oscura los entresijos de una sociedad gobernada por la manipulación psicológica.

En la obra la humanidad se segmenta en castas donde cada uno sabe y acepta su lugar en el engranaje social. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices a cosa de haber eliminado la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la literatura, la religión, la filosofía y el amor.

En el libro, los ciudadanos dependen de drogas en píldoras estimulantes del estado de ánimo llamadas “soma”, responsables de crear estabilidad y equilibrio psicológico y reducir los pensamientos tristes o la ansiedad. El mérito es que esta novela fue escrita dos décadas antes de que se realizasen los primeros experimentos científicos con antidepresivos, encabezados por el Prozac. 

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