¿De dónde sacará la UE el gas que quiere dejar de comprarle a Rusia?
- Gas natural licuado, biometano, paneles solares e incluso que en cada hogar baje el termostato 1º C... Alternativas de la UE al gas de Rusia, ¿serán suficientes?
- De momento, ya se ha rubricado un acuerdo con Estados Unidos, para que el país de Biden aumente sus ventas de gas natural a Europa.
- Comienza el día bien informado con la selección de noticias de Business Insider España: suscríbete gratis aquí.
La dependencia de los países de la UE del gas ruso no es un fenómeno novedoso. Pero ha sido la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y las sanciones anejas a la misma, la que ha mostrado sin ambages esta anomalía. De repente, en el Viejo Continente dejar de estar subordinados a Rusia es una urgencia insoslayable.
En pos de lograr este objetivo, el pasado 8 de marzo de 2022 la Comisión Europea presentó el plan REPower EU, cuyo propósito es reducir a 0 las compras de gas ruso antes de 2030. De momento, el primer paso es aminorar en 2 tercios estas importaciones para 2023.
Asegura el ente europeo que es factible apocar por completo las adquisiciones de gas ruso, que en 2021 supusieron 155.000 millones de metros cúbicos (bcm).
¿Será capaz la UE de dejar de comprar gas a Rusia?
Desde el pasado 24 de febrero de 2022, cuando comenzó la guerra en Ucrania, la Unión Europea le ha pagado a Rusia más de 20.000 millones de euros por la compra de gas.
En The Financial Times (FT) hacen un repaso a las diferentes fuentes de las que los países europeos obtendrán gas y la cantidad que pueden sacar de cada una de ellas. Incluso siendo optimistas, la suma se queda por detrás de esos 155 bcm.
Según los cálculos de la noticia antedicha, 50 (bcm) se suplirán con la compra de gas natural licuado (GNL). De momento, ya se ha rubricado un acuerdo para que aumenten en 15 bcm las compras de gas natural a Estados Unidos.
10 bcm, explican en FT, provendrían del impulso de las importaciones de otros socios como Noruega o Argelia. El aumento de la producción de biometano supondría alrededor de 3,5 bcm.
Los ciudadanos también tenéis que poner de vuestra parte: bajando un 1º C el termostato en cada hogar, se ahorrarían 14 bcm. Y acelerando el despliegue de paneles solares para autoconsumo, la demanda se reduciría en 2,5 bcm.
También se necesitará ‘tirar’ de aerotermia: las bombas de calor pueden ahorrar 1,5 bcm. Por último, las energías renovables tienen capacidad para reemplazar hasta 20 bcm al año.
En total, 101,45 bcm, todavía lejos de esos 150 que se compraron a Rusia el año pasado. Una importante reducción, que es posible lograr (así lo estiman en Bruselas) en un relativo corto plazo, pero que no es suficiente para anular por completo las compras a Putin.
Rusia busca (y encuentra) otros compradores
Aunque Putin ha reconocido que las sanciones occidentales a Rusia están empezando a hacer daño al país en el que manda, también se muestra seguro de que seguirán vendiendo gas.
Para empezar, confía en que Rusia recaude 8.901 millones de euros (9.600 millones de dólares al cambio actual) en 2022.
A la vez, está buscando (y parece que encontrando) nuevos compradores (aunque algunos compren gas a Rusia a escondidas) que suplan la reducción de adquisiciones desde Europa. Es decir, Putin confía en que durante el largo proceso de desenganche de Europa del gas ruso, ellos sean capaces de encontrar otros clientes.
Otros artículos interesantes:
Descubre más sobre Óscar F. Civieta, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Business Insider.