Cómo concentrarte para estudiar y no caer en distracciones

Si te cuesta mantener la motivación cuando estudias  no estás solo. Al igual que pasa en el trabajo son muchas las distracciones que a tu alrededor compiten por atraer tu atención. Y no sucumbir a ellas resulta todo un reto.

No solo se trata de millones de alertas y notificaciones llegando a tu móvil. La fatiga y la falta de motivación también pueden minar tu propósito de pasarte el día frente a libros y apuntes. Sin embargo, poner en marcha algunas estrategias para entrenar a tu cuerpo y mente pueden hacerte más fácil concentrarte al estudiar, como estas sugeridas desde la Escuela de verano de la universidad de Oxford.

Crea un lugar de estudio adecuado

Estudiar requiere un lugar adecuado para ello, y más si pretendes evitar distracciones. Lo idóneo es que se trate de un escritorio cómodo donde tengas todas tus cosas a mano: apuntes, ordenador, cuadernos, bolígrafos, café...

Este debe ser confortable, luminoso y tranquilo para favorecer la concentración. Asimismo, lo ideal es decidirte siempre por el mismo espacio, un lugar fijo que le diga a tu mente que está en modo "estudiar" cada vez que estás en él.

Tu asiento también es clave. Intenta que sea cómodo y promueva una buena postura. La ciencia ha encontrado que sentarse erguido aumenta los niveles de energía, el estado de ánimo y la confianza en uno mismo.

Establece objetivos claros

Nada puede mantenerte más centrado en el estudio que tener claro la razón que te lleva a hacer ese esfuerzo. 

Ya sea para sacar buena nota media, pasar unas oposiciones o conseguir ese título que necesitas, anotarlo en un papel y tenerlo más o menos presente hará que las fuerzas te vuelvan cuando comienzan a decaer, según Oxford.

Planifica tus horas de estudio para potenciar la concentración

Otro de los componentes fundamentales para mantener la concentración en tus estudios  es crear un horario, establecer una rutina y, por supuesto, cumplirla.

Para elaborar tu estrategia es importante que antes tengas en cuenta aspectos como el temario, el tipo de examen que será y cuánto tiempo tienes hasta el día de la prueba. Lo ideal es ir estudiando día a día y no darse una panzada de última hora con lo que difícilmente conseguirás aprobar.

Desde Oposita test dan algunas claves de cómo deberías ser tu plan de estudio ideal:

• Definir claramente los objetivos por día, semana y mes. 
• Debe ser ambicioso pero también realista, de lo contrario es fácil que termines frustrado.
• Debe revisarse cada tiempo para ver si está cumpliendo con los objetivos o debe modificarse

Es crucial, además, que este incluya pausas. No solo mejoran la memoria, sino que saber que podrás disfrutar de cierto tiempo libre te ayudará a no caer en la distracción.

Diseña un "ritual" de estudio

Preparar el escritorio, dar un paseo o hacer una sesión de yoga de 10 minutos para centrar la mente, son algunas de las cosas que desde Oxford sugieren pueden formar parte de ese "ritual" de estudio

Según los expertos "este tiempo a preparar tus estudios de esta manera no sólo te preparará físicamente para una sesión de estudio, sino que también ayudará a entrenar tu cerebro para reconocer y pasar a un estado de concentración sin esfuerzo".

Bloquea todas las distracciones posibles

Tu móvil es el peor aliado que puedes tener cerca cuando se trata de estar concentrado para estudiar. 

Para hacerte una idea de lo que puede suponer, las estadísticas estiman que tras una interrupción lleva 20 minutos de media volver al nivel de concentración que se tenía antes del parón.

Es obvio pero nunca está de más repetirlo, si no quieres caer en la tentación debes mantenerte lejos de todo lo que te distrae. Es decir, que mientras estudias apaga tus alertas de redes sociales, mensajes, correos, etc. 

Prueba alguna técnica de estudio

Muchas técnicas de estudio pueden ayudarte a hacer que tus horas de hincar los codos resulten más productivas. 

De todas ellas la conocida como técnica Pomodoro ha sido aclamada por ayudar a estudiantes y trabajadores a mantener la concentración y ser más eficientes. Consiste en utilizar un temporizador para dividir el trabajo en intervalos. 

Normalmente, se recomienda estudiar durante 25 minutos. Después de ese tiempo toma una pausa de 5 minutos y luego vuelve a la tarea otros 25 minutos, así hasta completarla. Pero en realidad todo depende de lo que funcione mejor para ti. S crees que puedes estar más tiempo focalizado programa la alarma algo más tarde.

Haz ejercicio con frecuencia

El ejercicio es beneficioso para tu cuerpo, pero también puede ser una herramienta eficaz de retener la información. ¿Cómo? la ciencia respalda el vínculo entre actividad física y una mejor función cognitiva.

Aunque fue realizado en animales, investigadores de la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard (EEUU) concluyeron en un estudio  de 2021 que una hormona generada por los músculos al hacer deporte es capaz de llegar hasta el cerebro y mejorar la función de las neuronas y de la memoria.

Además, hacer ejercicio con regularidad mejora el estado de ánimo y el sueño, al tiempo que reduce los síntomas de estrés y ansiedad, factores todos ellos que pueden afectar a tu capacidad de concentración.