Íñigo Amoribieta, ex-CEO de Groupon y La Nevera Roja, comparte sus secretos para multiplicar el ritmo de crecimiento de una empresa
- Tras acelerar notablemente el crecimiento de Groupon, La Nevera Roja y We Are Knitters, Íñigo Amoribieta lidera ahora la internacionalización de la empresa noruega de paneles solares Otovo.
- Da una serie de consejos para hacer crecer tu empresa y saber cuándo parar para evitar males mayores.
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Afirma que está otra vez en la fase de crecimiento, que es la que le gusta. Por lo que cree que le queda tiempo al frente de Otovo España, una empresa especializada en el alquiler de paneles solares para autoconsumo. Antes aceleró sobremanera el crecimiento de Groupon, La Nevera Roja y We Are Knitters.
A sus 45 años, Íñigo Amoribieta tiene claro que su especialidad es ayudar a las empresas a crecer en los primeros años: “Cuando alcanzan un crecimiento del 10% o del 15% es el momento de otro gestor”.
El fundador de Otovo en España comparte con Business Insider 7 consejos para emprender.
Fórmate
El antaño CEO de La Nevera Roja asevera que, "con esto del emprendimiento, a los jóvenes se les hace un flaco favor: con 25 años tienes apetito, pero no experiencia".
Por ello, en su opinión, la primera recomendación si quieres que tu empresa tenga un halagüeño futuro es formarte. Vete a un sitio donde puedas aprender, enfatiza Amoribieta, "donde veas cómo funcionan este tipo de empresas. Para mí, por ejemplo, Groupon fue una gran experiencia".
Que el producto sea vendible
El segundo consejo para que tu empresa crezca es que el producto sea vendible. Es algo que está un poco denostado, sostiene el fundador de Otovo en España, pero la venta, obviamente, es muy importante: "Es lo más sencillo y, a la vez, lo más complicado".
Lejos de volcar sus esfuerzos en este aspecto, señala Amoribieta, "la gente se preocupa por el nombre, el logo... Yo he cometido también ese error, pero he fracasado rápido y barato, y lo he podido dejar".
Enfatiza que lo verdaderamente importante es saber si el producto puede tener alguna salida, si hay alguien interesado.
Los ojos del no experto
Ponerse en el lugar del cliente, o, dicho de otro modo, acudir al encuentro con el posible comprador con los ojos del no experto.
Esa es la tercera recomendación. Los clientes de Otovo, explica, no tienen una imagen clara de lo que les cuesta la luz, "y hay que explicárselo en estos términos: mira, esto es como si vas al mercado y compras una gallina en vez de comprar huevos. Hay que explicárselo así para que lo entiendan y comprendan que va a ser rentable".
"De los ríos revueltos surgen oportunidades"
Amoribieta se apunta a eso de aprovechar los periodos convulsos. "De los ríos revueltos surgen oportunidades, y creo que en la actualidad, y en los próximos años, vamos a tener varios ríos revueltos".
Recomienda apostar por sectores implicados en esa incertidumbre, y con la situación geopolítica actual, es evidente que la energía es uno de ellos.
Saber decir que no
"Yo me fui de Groupon y no llegué directo a otra empresa, esperé a que me vinieran a buscar. 9 de cada 10 cosas no te van a servir"
El gestor resalta que "hay que tener los pies en el suelo y no pensar solo en si voy a ingresar más. Hay que mantener el foco y no tener distracciones".
Reuniones diarias de 5 minutos con el equipo
En lo que concierne al día a día, Amoribieta señala que algo que siempre hace es reunirse todos los días con su equipo.
"Yo veo que en otras empresas hay reuniones semanales o mensuales, pero mi modelo es el de tener reuniones diarias de 5 minutos. En ellas me entero de los problemas y podemos atajarlos antes. De esta forma, los focos y los fuegos son más detectables y solucionables", detalla.
Saber cuándo parar
"Yo he fracasado rápido y barato y lo he podido dejar", señalaba el ex-CEO de Groupon y La Nevera Roja en una respuesta anterior.
Pero, ¿cómo saber que has de parar, que debes dejar de intentarlo porque esa empresa no tiene futuro? Amoribieta afirma que son los propios clientes los que le han hecho parar en algunos casos.
En 2013, ejemplifica, monté una plataforma de fitness en directo: un entrenador personal que daba clase a 10 alumnos, que estaban en su casa, y lo hacía por 2 o 3 euros la hora.
Relata que lo montaron, porque tecnológicamente era viable, pero comercialmente no funcionaba: "Si los clientes quieren un entrenador personal, lo pagan, y si quieren entrenar viendo una pantalla, tienen los vídeos de YouTube, que están disponibles a la hora que ellos quieran".
Asegura que entonces se dio cuenta de que era un producto que se quedaba en tierra de nadie, "ni era lo más barato, ni era lo mejor. Y ese es el momento de parar, cuando ves que tienes que dedicar mucho esfuerzo y tiempo a convencer a tus clientes".
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