Qué pierden y qué ganan Podemos y el PSOE con la decisión de Iglesias de consultar a sus bases qué hacer con la investidura
- Podemos anunció este viernes que serían sus militantes quiénes decidirían en qué sentido votará el partido en la sesión de investidura.
- El nombramiento de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno o el atraso de la investidura y la posibilidad de una repetición electoral está en las manos de las bases del partido de Iglesias.
- Esto tiene varias lecturas estratégicas en el ámbito de la política y las negociaciones fallidas entre socialistas y Podemos.
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Unidas Podemos anunció el pasado viernes que serían sus militantes quienes decidirían cuál sería el sentido del voto de la organización morada en la sesión de investidura del próximo 22, para la que el único candidato es el socialista Pedro Sánchez.
Tras dos meses de bloqueo político y cinco reuniones infructuosas entre los "socios preferentes" para el futuro gobierno, ambos partidos dependen en gran medida de lo que decidan votar los militantes del partido que cosechó 42 escaños en la Cámara Baja en las generales del pasado mes de abril.
Los resultados de esta encuesta interna, que ya ha comenzado, se conocerán el próximo jueves, lo cual tiene varias implicaciones: el jueves Podemos tendrá una clara evidencia de cuál será la decisión que tiene que tomar, pero tan solo a cuatro días de que tenga lugar el debate de investidura —el lunes siguiente—.
Las preguntas de esta consulta son las siguientes: "¿Para hacer presidente a Sánchez es necesario llegar a un acuerdo integral, programático y de equipos sin vetos donde las fuerzas de coalición tengan una representación claramente proporcional a sus votos?".
La opción dos: "¿Para hacer presidente a Sánchez ya sa mediante el voto a favor o la abstención basta con la propuesta del partido socialista, es decir, un gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al gobierno y acuerdo programático?".
La maniobra de Iglesias tiene varias lecturas políticas en el marco de las negociaciones fallidas para acordar investir al futuro gobierno.
Estas lecturas son las siguientes.
Iglesias deja la decisión en manos de los militantes y así pierde lastre: no ostenta toda la responsabilidad
En calidad de secretario general de Podemos, Pablo Iglesias tendrá que asumir la decisión de los militantes y defenderla al resto de representantes políticos. Sin embargo, a la hora de plantear mochilas o lastres, Iglesias estará mas liberado en caso de que su postura sea favorable o no ante Sánchez: la decisión es del partido, no suya personalmente.
De este modo, despeja las críticas de personalismo que se le hacen desde fuera de su órbita
Los socialistas han introducido durante las semanas que han durado las rondas de consultas y negociaciones entre partidos un concepto: el de que Iglesias quiere a toda costa ser vicepresidente del Gobierno. Extremo que, por otro lado, Podemos ha desmentido en reiteradas ocasiones.
Con esta maniobra —depositar esta decisión en las bases del partido— Iglesias también despeja estas críticas.
La consulta a la base militante llega muy tarde y a tan solo cuatro días de la investidura
Aunque la decisión es pragmática, los tiempos están muy ajustados. Sea cual sea el resultado de la consulta, solo se tendrá el viernes como día hábil, además del fin de semana, para preparar el argumentario de cara al debate de investidura del lunes siguiente.
Sea cual sea la decisión puede dar un empujón hacia arriba a Iglesias
Si la base de Podemos vota a favor de que Iglesias se abstenga en la investidura; el mensaje es claro: Iglesias tenía razón al exigir a Sánchez sitio en el Consejo de Ministros. No se puede dar la espalda a cientos de miles de votantes.
Por otro lado, si la base aprueba que Iglesias vote a favor de Sánchez, el discurso refuerza igualmente a Iglesias en tanto que podrá legitimar su discurso: se 'debe' a los votantes.
El perjuicio a Sánchez: si sale una decisión desfavorable a apoyar al PSOE, Podemos estará maniatado
De cara a la investidura en su primer intento, de cara a la investidura en su segundo intento o incluso de cara a una posible repetición electoral.
La consulta revela además que ambos líderes han estirado demasiado la tensión en sus negociaciones
Con cinco reuniones que han terminado en fracaso, salga adelante o no la propuesta lo cierto es que esta podría revelar el hastío del electorado. Al menos del de Podemos.
Esto perjudicaría a Sánchez: el CIS ya decía días atrás que en las encuestas la opción favorita es un gobierno de coalición. Por otro lado, también perjudicaría a Iglesias: nadie entendería que la investidura no saliese adelante tras dos meses de bloqueo parlamentario.
Unidas Podemos no es solo Podemos: nadie le pregunta a los militantes del resto de fuerzas de la coalición
La Ejecutiva Federal de IU mantendrá un debate en estos términos.
La consulta de las bases de Podemos no determina en ningún caso cuál será la decisión unánime del grupo parlamentario del que también forman parte otros partidos como la propia IU o Equo.
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