Contel, la empresa familiar detrás del diseño de las oficinas de Glovo, Seat o Naturgy, se reinventa con la pandemia: así adaptan tu hogar al teletrabajo
- Contel es una empresa familiar de amueblamiento de oficinas que ha sabido reinventarse ante las circunstancias actuales y ha adaptado su catálogo.
- La compañía ha abierto una nueva línea de negocio especializada en el trabajo, con el objetivo de ofrecer a los que trabajen desde casa una mayor comodidad.
- Contel ha diseñado las oficinas de un gran número de empresas, entre las que destacan Naturgy, SEAT, King o Glovo.
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El teletrabajo irrumpió en las vidas de muchos durante el confinamiento y parece que ha venido para quedarse, al menos hasta que dejen de crecer las cifras de contagio. Pero hay un problema: las casas no están preparadas para que un trabajador pase 8 horas sentado — y menos si es en la silla de una cocina o del comedor.
La compañía catalana Contel, dedicada al amueblamiento de oficinas desde hace 40 años, vio este problema y supo readaptarse a las necesidades de sus clientes: han lanzado una serie de packs compuestos por una silla y una mesa para que el empleado trabaje más cómodamente y con las condiciones adecuadas.
"El mobiliario para teletrabajar no te lo puedes comprar en cualquier sitio, necesitas especialización. Es como si pretendes que el médico del corazón te arregle un pulmón. Cualquier cosa no vale", cuenta la product manager de la compañía, Patricia Pallarés, en declaraciones a Business Insider España.
Contel implementó estos paquetes 2 ó 3 semanas después de que comenzase el confinamiento. La arquitecta de la compañía diseñó distintas opciones y precios de acuerdo con las necesidades que pudiese tener cada trabajador, de la mano de 4 proveedores de confianza: Actiu, Vitra, Interestuhl y Dynamobel.
Hasta ahora, la oferta estaba entre los 499 y los 1.830 euros, pero han conseguido abaratar costes y ya está disponible un pack económico por 290 euros.
"Hay que tener en cuenta que fuera de estos packs el precio sube a 600 ó 700 euros", destaca Pallarés.
No obstante, esta no es la única adaptación que tuvieron que hacer: han ampliado su catálogo para ofrecer mamparas, señalética, termómetros... Contel también se ha asociado con Akiles, una compañía que se dedica a hacer llaves digitales en los smartphones para parkings y entradas a edificios, entre otros, con lo que la seguridad aumenta al no tener que apretar botones.
El Ticket Home Office, una solución para empresas y empleados
La compañía es consciente del coste que tiene el material de oficina necesario para que el trabajador pueda trabajar a gusto desde su casa. Por eso, Pallarés ha lanzado la iniciativa Ticket Home Office en Change.org, dirigida al Ministerio de Trabajo con el objetivo de que "el empleado pueda invertir parte de sus ganancias en mobiliario para poder teletrabajar".
De aprobarse, el trabajador disfrutaría así de un sistema de retribución flexible que no tendría un coste extra para la empresa, deducción en el Impuesto de Sociedades y exención del IRPF.
"Hay empresas que han ofrecido a sus trabajadores hasta 180 euros para comprarse una buena silla. Por esa cantidad, yo solamente tengo una", explica Pallarés, incidiendo en la cantidad que se han ahorrado las empresas estos meses por el desuso de las instalaciones y en otras retribuciones como los tickets restaurante.
40 años de historias y un rebranding a sus espaldas
El abuelo de Pallarés fundó la empresa hace 40 años y esta cuenta que, al principio, guardaba los muebles en su casa. En 1986 compraron una nave de 3.000 metros cuadrados en Molins de Rei, donde están las oficinas y el almacén de la empresa.
Actualmente, es su hijo y padre de Patricia, Joan Carles Pallarés, el que lleva las riendas de la compañía y cuenta con un equipo de 25 personas, a las que se suman varios autónomos hasta llegar a los 44. En el año 1998 los Pallarés fundaron Instaldeco, la compañía que se encarga de hacer las obras de Contel y que tiene los mismos dueños, aunque se entiendan como entidades distintas. El equipo de Instaldeco está formado por 18 trabajadores fijos y 6 autónomos.
La propia product manager de la compañía no estaba muy convencida al principio de querer entrar en el negocio familiar. "Mi padre me dijo que probase un año y ya he cumplido un año y 8 meses", explica. "Antes de trabajar aquí, sabía que montaban oficinas y poco más".
Desde entonces, la empresa ha pasado por un rebranding y ha abierto la nueva línea de negocio de teletrabajo que se mencionaba anteriormente.
A lo largo de los años, lo que ha ido cambiando más que Contel en sí es el concepto de oficina, lo que Pallarés denomina "efecto Google": espacios más amplios y cálidos en los que los trabajadores pudiesen sentirse como en casa, algo que Contel dice haber aplicado también en sus propias oficinas.
"Se ha cambiado mucho, sobre todo, el concepto de jerarquía dentro de la empresa", sostiene. "El jefe ya no quiere estar en un espacio cerrado: quiere convivir con el resto del equipo".
Proyectos de todo tipo: desde taquillas hasta piscinas de bolas
Contel tiene 2.000 clientes en activo, aunque cuenta con una bolsa de 10.000: han diseñado las oficinas de muchas compañías, entre las que destacan Naturgy (en las sedes de Madrid y Barcelona), SEAT, King (la compañía que creó el Candy Crush) o Glovo. Asimismo, Pallarés destaca que en los almacenes siempre tienen mobiliario para CaixaBank.
"Cada empresa es un mundo. King tenía muy claro que quería que sus empleados fueran por la oficina en patinete", explica. "Naturgy, por su parte, le ha dado muchísima importancia a que los trabajadores tuviesen taquillas, pero no solo para cambiarse de ropa, sino para que tuviesen su propio espacio de almacenamiento".
Aunque la propuesta más loca probablemente sea la de Glovo: pidieron una piscina de bolas. "Cuando hay perfiles creativos, las compañías necesitan zonas lúdicas que les permitan desconectar para que su mente reconecte", explica la product manager.
Una empresa familiar que no tiene intención de dejar de serlo
Contel prevé cerrar este 2020 con una facturación de 9 millones de euros, aunque reconoce que es difícil saber lo que va a pasar de aquí en adelante dadas las circunstancias actuales. El año pasado cerraron con una facturación récord de 11,22 millones de euros y, aunque este año no lleguen a ese nivel, sí van a superar la cantidad de 2018, que fue de 8,3 millones de euros.
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Por su parte, se prevé que Instaldeco cierre 2020 con una facturación de 5 millones de euros, la misma cantidad que en 2018 y 2,3 millones menos que la cantidad del año pasado.
De momento, Pallarés descarta futuras rondas de financiación, ya que quieren mantener el negocio familiar.
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